Ana Pastor, la Urdaci del PSOE, de profesión: zapaterista
La conductora de ‘Los Desayunos de TVE’ y que en 2009 presentaba el debate político ’59 Segundos’, Ana Pastor, ganaba 7.300 euros mensuales en 2009, más el plus de 4.900 euros por conducir dicho dicho programa semanal. Son los sueldazos de las ‘chicas de platino’ de los informativos de TVE a los que el PP, si gana, tendría que poner fin.
Pastor ha pasado de suspender las oposiciones para entrar en TVE en el año 2007, a convertirse en una auténtica ‘dama de hierro’ de la cadena pública, donde cuenta con la protección de sus altos cargos.
Casada con el también periodista y director general de la Sexta, Antonio García Ferreras, con el que tiene un hijo, Pastor llegó a la cadena pública en 2006 después de haber estado a las órdenes de Iñaki Gabilondo en la Cadena Ser. Su primer trabajo en el ente fue ’59 segundos’, un programa de debate político (es un decir) producido por Globomedia, muy vinculada a la Sexta.
Ana Pastor representa el pensamiento único personificado aunque hable de dignidad y de libertad, preciosas palabras que ella ensucia al vaciarlas de sentido. Es una de las muchas “bien pagás” del zapaterismo, del que se confiesa una ferviente admiradora. Nunca renunció al buenismo zapateril ni a sus políticas nauseabundas de género. Camufla sus malas artes con bellas palabras que nada significan. Su sectarismo ha llegado al punto de convertir a Alfredo Urdaci en un campeón del pluralismo informativo.
Ana Pastor es la socialista típica. Por eso está donde está. Enarbola la palabra libertad cuando esa liberftad la ejercen sus conmilitones de partido. Ella nos recuerda la leyenda propagandística de la novela ‘1984’: “Guerra es Paz; Libertad es Esclavitud; Ignorancia es Fuerza”. Podría pasar por una orwelliana total.
Dice que quiere oír otras opiniones pero se muestra conmocionada y ofendida al descubrir que hay otros puntos de vista y la verdad es que sus entrevistas a Esperanza Aguirre y a María Dolores de Cospedal solo pusieron en evidencia su falta de respeto a las ideas opuestas a las suyas y su gusto por convertir las entrevistas en vergonzosas encerronas. Siempre que el entrevistado no sea del PSOE, claro.
Ana Pastor siempre ha ejercido de activista más que de periodista. Su futura presencia en RTVE sería un insulto a la imparcialidad del ente público.