No es el momento de echarse las manos a la cabeza.  En este sistema totalitario, hasta algunos pretender imponer la manera de indignarse. Pues no, algunos no nos indignamos por gilipolleces, sino por los problemas de fondo. Muchos llevamos avisando demasiado tiempo. Y aquí ocurren cosas peores que una crisis financiera.

Sí, cosas peores que el paro. Porque peor que el paro, es la indignidad, la miseria moral, la ignominia de un gobierno, algunos jueces, casi todos los partidos, muchas instituciones, y de gran parte de la nación; en fin, sí, es mucho peor la vergüenza de todo un sistema plegado a los intereses de unos terroristas. Peor aún: empezamos a sospechar de cierta comunidad de intereses entre ese mismo sistema y los terroristas. Y seguro que la ruina económica tiene que ver con toda esa podredumbre moral, no lo duden. Ya lo hemos explicado en el libro http://www.tesisprohibida.com

No nos vamos a callar. Pero esto no es nuevo. Los que aplaudieron tanto a unos asesinos por un magnicidio que dicen “abrió la puerta a la democracia” -¿qué democracia, oigan?-, los que les amnistiaron en el 76, los que les siguieron la corriente en el chantaje durante la redacción de la nefasta Constitución que les ampara, los que negociaron con ellos en tantas ocasiones, los que no les detuvieron cuando podían, los que les liberaron más veces con excusas sarcásticas o los que les financian en retiros paradisíacos, que no vengan ahora a decirnos: “ay, que ganan, ay que tienen mucho poder, ay que son demasiados, ay, ay, ay”. Es tarde. Y ahí las víctimas, unas valientes por un lado pero por otro infiltradas, y algunas hechas un lío por tantas mentiras de un gobierno que se aprovechó de su dolor y quizá, la mayoría, despistadas aún por el silencio de un Partido Popular arrastrado por Basagoiti y Oyarzábal al fondo de una terrible trampa. ¡Qué bien hiciste en irte, María San Gil, porque supiste oler lo que se cocía y ya es un buen guiso para los que se lo van a comer! ¡Qué macabra jornada gastronómica vasca! Y muchos, como no quieren reconocer sus errores o su infame ingenuidad, llevan mintiendo años sobre el oscuro proceso transitorio.

Sí, esa es la comilona, y sólo estamos viviendo un aperitivito de las desgracias que nos trajo un sistema pilotado por los enemigos de España. Tan duro, tan bestial, como cierto. ¡Basta de ingenuidad, basta de mediocridad! ¡Y siguen repitiendo chorradas sobre esos pactos del consenso, que fueron toda una traición que ya empezamos a pagar!

Todo planeado, todo da fruto. Todo culmina. Un proyecto de años. Sí, Majestad, lo dijo usted: “ZP es un hombre honrado que sabe lo que quiere y lo logrará.” Y sí, se ha cumplido. Más aún, ojo a lo que queda hasta las elecciones, porque si Rubalcaba hizo lo que hizo para llevar a ZP a la presidencia, ¿qué no hará por sí mismo? Atentos, el 15M ensaya.