Con flores a Zapatero
El pasado viernes 21, durante la aparición del presidente del Gobierno glosando la declaración de ETA sobre el “cese definitivo de la lucha armada”, se puso de manifiesto un detalle que, posiblemente, pasó desapercibido para una gran parte de españoles. Su mensaje por TV resultó de una fluidez y brillantez impropia de él. Prácticamente no Leia, dando la sensación de conocer el texto a la perfección, presuntamente desde días atrás y haberlo ensayado repetidamente.
Con voz impostada, sin vacilaciones ni temblores, gesto serio, silencios y miradas profundas a la cámara, se puso de manifiesto que nada había sido dejado a la improvisación. Cabria imaginar que se tratada de una comedia, bien aprendida pero que en esta ocasión llega demasiado tarde para producir el efecto deseado: cosechar votos y tratar de reducir el probable desastre electoral del 20-N.
En la misma línea aunque con desigual resultado, a pesar de sus dotes oratorias, fue la actuación del candidato Rubalcaba, incapaz de pronunciar dos frases seguidas sin mirar la nota que le pasó el asesor de turno. Durante su corta actuación televisiva, se mostró nervioso, inseguro y repetitivo no aportando ni un solo argumento novedoso. Obviamente no dispone de tanto tiempo para preparar sus apariciones públicas como ZP, apartado de la campaña y totalmente dedicado al recuento de nubes y averiguar donde da la vuelta el viento. El exvicepresidente ha preferido granjearse el apoyo del simpaticote y ocurrente Felipe González, convencido de que cualquier aparición del finiquitado Zapatero es negativa.
Cabe destacar que toda la estrategia montada, con la colaboración especial de los distinguidos invitados (mediadores magníficamente remunerados) , para revestirla de internacionalidad, solo se han interesado en el “cese de los atentados”, ignorando con todo descaro que el pacto también incluye alternativas políticas que revisten retóricamente con los términos, “negociación y diálogo directo”.
Tanto el Gobierno como la Organización Terrorista ETA, a través de Bildu y Amaiur, cada uno a su manera, en el fondo, persiguen réditos electorales difícilmente conseguibles a un mes de las elecciones. Para ETA, dominar políticamente el País Vasco y Rubalcaba intentar superar la barrera de los 125 diputados, que le permitan optar a la Secretaria General del Partido (PSOE).
Entretanto, se Irán gestionando el reagrupamiento de presos etarras, excarcelaciones y todo tipo de ayudas.
Mientras, ZP, con sus ingenuidades, seguirá soñando desde su León con el Nobel de la Paz y así poder pasar a la historia. Eso de tener que seguir escuchando y leyendo prácticamente a diario que ha sido el peor presidente desde el advenimiento de la democracia, le tiene francamente amargado por mucho ridículo ramo de flores que le regale su esposa, Sonsoles Espinosa.
La Organización ETA, en ningún momento se refiere a sus crueldades, secuestros y viles asesinatos. Solo se limitan a resaltar la lucha que ha llevado a muchos de sus compañeros y compañeras a la cárcel o el exilio, pero ni una sola palabra para las verdaderas víctimas. ¿Es esto de lo que tanto se enorgullecen Zapatero y su Gobierno?. ¿Como puede afirmar el Lehendakari López que ETA no ha logrado ninguno de sus objetivos políticos?. ¿Como le llama entoces a la Alcaldia de San Sebastian, la Diputación de Guipuzcoa y los 123 Ayuntamientos en poder de Bildu? Tanto cinismo ya resulta asfixiante.
ahí va eso