La última “puerta grande” de Antoñete en Las Ventas
Con las banderas que coronan la Puerta Grande de Las Ventas a media asta, la afición taurina despidió a Antonio Chenel ayer lunes. Junto a imágenes que recordaban instantes de su vida taurina en esta plaza y el terno lila y oro con el que salió a hombros por última vez del coso venteño, Antoñete, embutido en un traje corto de color verde botella, ha recibido el reconocimiento unánime del mundo del toro.
Numerosos compañeros de profesión como Curro Vázquez, Palomo Linares, Jaime Ostos, César Rincón, Enrique Ponce, Cayetano, Javier Conde, Miguel Abellán, Ángel Teruel, Víctor Puerto, o Antonio Ferrera entre otros, ganaderos como Adolfo Martín, Fernando Domecq, apoderados, empresarios y multitud de profesionales del mundo del toro han pasado por la capilla ardiente instalada en la Sala Alcalá del coso venteño.
César Rincón ha expresado en La Atalaya que cuando salían por la puerta grande con el cuerpo del diestro, el cielo que estaba encapotado se abrió “y llegó la luz, fue el mayor regalo”.
Pero el mayor tributo lo ha recibido Antoñete de la afición madrileña, su público, aquel que veneró al torero del mechón blanco y que tantas y tantas veces los sacó a hombros de esta plaza. Las colas, pese a la lluvia, han atrevesado la explanada de Las Ventas.
Entre los visitantes, Esperanza Aguirre, que ha señalado al llegar al coso taurino que Antonio Chenel era una “enorme persona” y que su pérdida es una “grandísima pena” para todos los aficionados y no aficionados y ha calificado a Antoñete como un torero “valiente y artista”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha entregado a los familiares de Antoñete la Gran Cruz del Dos de Mayo.Con esta distinción, el Ejecutivo autonómico reconoce la contribución de ‘Antoñete’ al mundo del toro, como uno de los matadores referentes de la segunda mitad del pasado siglo, especialmente en Las Ventas.
Una vez cerrada la capilla ardiente, el féretro con los restos mortales de Antonio Chenel ‘Antoñete’ ha sido sacado a hombros de familiares y toreros por la Puerta Grande de Las Ventas cubierto con un capote de paseo que lucía la imagen de la Virgen de la Paloma. Después, el cortejo fúnebre ha partido rumbo al cementerio de La Almudena, donde Antoñete ha recibido cristiana sepultura.