Una mujer china que había sido violada permaneció dos horas atada en la cuneta de una carretera hasta que un coche se detuvo y la ayudó
Una mujer china que fue violada pasó dos horas en medio de una carretera sin que nadie se detuviera a ayudarla, otro caso de negación de auxilio a víctimas que la sociedad del país asiático intenta combatir tras la dramática muerte de Yueyue, la niña de dos años doblemente atropellada.
El ataque a la mujer se produjo en Dongguan, ciudad industrial de la provincia meridional de Cantón y muy cercana a Foshan, donde se produjo el accidente de Yueyue, contó hoy el diario “South China Morning Post”.
La mujer, una emigrante del centro de China cuyo nombre no fue publicado, fue abordada cuando iba a buscar a su hija a la escuela por un hombre de unos veinte años que la forzó, la golpeó con un ladrillo y la dejó atada en la cuneta de una carretera.
La víctima, sin apenas fuerzas, rodó hacia el centro de la calzada, según su testimonio con el fin de que un automóvil acabara con su sufrimiento, y escuchó pasar a muchos vehículos, pero ninguno se detuvo durante las dos horas siguientes. Finalmente, un hombre, también emigrante del interior de China, se paró a socorrer a la mujer.
El incidente ocurrió el 8 de octubre, cinco días antes del atropello de Yueyue, pero no se ha conocido hasta ahora, cuando los protagonistas del incidente han hablado a la prensa, en un momento en el que los medios chinos están buscando toda clase de testimonios de falta de auxilio a víctimas en accidentes.
El atropello de Yueyue, ante la indiferencia de 18 personas que pasaron a su lado sin inmutarse, ha producido un sentimiento de vergüenza nacional en el país asiático, donde las llamadas a regenerar la moral y la solidaridad se han multiplicado desde entonces.
Algunos piden la creación de leyes que castiguen la omisión de ayuda, y también hay quien sugiere un regreso a las tradiciones religiosas orientales, en las que se valoraba la ayuda al prójimo y las buenas acciones.
Por ello, muchas miradas en el país están muy pendientes del actual Foro Taoísta Internacional, primero de este tipo que se dedica a la única religión nacida en China, y donde se espera una llamada nacional a mejorar la ética y acabar con la cultura materialista que impera actualmente en el país.