Grecia no descansa de adquisiciones bélicas. Y es que no es para menos, teniendo como vecinos a los turcos y estando una sustancial parte de su territorio invadido desde hace siglos por la media luna.

Parece que la Unión Europea ha de ser teledirigida por el eje parisino-berlinés… Y es este eje el mismo que supuestamente ha hecho una muy seria advertencia a Atenas después de mentir sobre sus propios datos y arrastrar una deuda escandalosa, deuda que está acarreando unos problemas sociales importantísimos, con amenaza de contagio, pues. En cambio, ni Sarkozy ni Merkel dicen que durante todo este tiempo han sido los mayores proveedores de armamento para los helenos. Y que ahora, con la amenaza turca sobre los yacimientos de gas hallados en Chipre, vuelven a serlo. Después de la que está cayendo. Sin que Europa tenga una política común de defensa frente al expansionismo túrquico ni tampoco frente al expansionismo alahuí, sino todo lo contrario: Todo son prebendas y favorecimientos…

Por otra parte, los Estados Unidos están implicados en el resurgir de Turquía como “patrón regional” mientras apoyan más que nunca a las terribles satrapías de la Península Arábiga, directamente implicadas en el derrocamiento de las “dictaduras laicas” y en el soporte de grupos islamistas hacia el poder desde Túnez a Siria, así como en la financiación de mezquitas en Europa.

Hay varias cosas que no encajan. A saber:

-¿No sería mejor una política coordinada de defensa (¡y dejar de una vez de favorecer a Turquía y el Magreb contra nuestros intereses!) en vez de endeudar a los griegos sabiendo que éstos no van a poder pagar?

-Esta política no conviene a unos sionistas cada vez más cercados. De hecho el propio estado de Israel llegó a protestar ante el derrocamiento de Mubarak. ¿Estados Unidos va a promocionar algo que perjudique a este estado así por las buenas? No lo parece. Algo raro hay y aún no se ha destapado qué es…

-Los árabes jamás aceptaron el dominio turco. De hecho lo volverían a considerar una ignominia, una afrenta de bárbaros. Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos se aprovecharon de esto y los usaron, o mejor dicho, creen que los están usando desde la Primera Guerra Mundial y no se dan cuenta de tan craso error. Los hijos del Tío Sam están jugando con dos peligrosas barajas en su incomprensible maquiavelismo de derrocar a las “dictaduras laicas” que hicieron apoyar cuando convenía (Hasta hace muy, muy poco). Creen que podrán conciliar el imperialismo otomano y los brutales déspotas comandados por los saudíes. O aquí hay ignorancia o mala leche, o una combinación putrefacta de ambas cosas.

-No se comprende que Francia (Con unos problemas internos más que serios) y Alemania presuman de apretar las tuercas a los griegos y no paren de venderle armas.

¿Quieren hacer de la Hélade un protectorado financiero? Aunque así de cochambroso fuera el proyecto, ni ése parece el camino.

-Europa está viviendo acaso su definitivo campo de experimentación y/o de ocaso. La Unión Europea, desde los Balcanes y el Kosovo, se ha demostrado como un ente absurdo, inservible e incapaz, una suma de debilidades domeñada en realidad por los intereses norteamericanos. Este ente pseudo-político sin vinculación alguna no ya espiritual, sino ni tan siquiera realmente económico-unificado, no sirve más que para mantener burócratas que poco hacen y mucho entorpecen y cobran. Cuanto antes desaparezca, mejor.

Así las cosas: ¿Qué saldrá de esta loca geopolítica que, afectando a Grecia y Turquía, tiene tantos daños colaterales en un momento tan delicado? Pues obviamente nada bueno. Sin lógica ninguna, no encierra más que el beneficio para unas minorías oligárquicas que se escudan en la palabra “mercado” como adorado talismán. O abandonamos esta locura o será demasiado tarde, máxime cuando tan mal se agradece el victorioso heroísmo de Lepanto y Viena.

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