El drama del desempleo
Las cifras del paro registrado en España son insostenibles. Durante el mes de octubre más de ciento treinta mil españoles han perdido su puesto de trabajo, mientras la seguridad social ha perdido 75.000 afiliados. Estos datos deberían ser suficientes para que todas las fuerzas políticas españolas, las que tienen posibilidades reales de ser alternativa de gobierno y las que no, reconocieran públicamente que el futuro del sistema de prestaciones sociales del que seguimos gozando lo españoles depende de la creación de empleo.
Así mismo, no estaría de más que el Gobierno saliente asumiera con madurez sus responsabilidades. Lejos de eso, el todavía Presidente se limita a sentirse afectado por la suerte de los parados, mientras su Ministro de Trabajo responsabiliza a los Gobiernos autonómicos de una tasa de desempleo que ronda el 23% .
Ya sea por incompetencia, ya por desidia o por ceguera ideológica, el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha perdido mucho tiempo. El problema es que su falta de aptitudes ha llevado a muchos españoles a una situación dramática de la que ni el Ejecutivo ni el partido político que lo ha sostenido durante dos legislaturas, parecen dispuestos a hacerse responsable. La nueva legislatura deberá estar presidida por el imperativo de la creación de empleo. Y este deber incumbirá a todos los españoles, ya que la creación de empleo obligará a recortar beneficios, gastos y salarios, y a modificar nuestro obsoleto marco de relaciones laborales. Es el único modo de salir de una situación dramática que ha condenado al desempleo a cinco millones de españoles.