‘La Noria’ se marea
Los 9.000 euros que se ha embolsado la madre de ‘El Cuco’ por su polémica entrevista en ‘La Noria’ son, con perdón, calderilla en el negocio televisivo. Se pagan con un solo anuncio. Treinta segundos escasos de publicidad… y amortizado. Si el programa de Jordi González insertó 57 spots el pasado 29 de octubre, echen cuentas.
Este último sábado las pausas publicitarias fueron más cortas, solo una veintena de anuncios en un programa que dura cuatro horas y media -cubrieron 10 de los 16 minutos de publicidad con autopromociones-. Solo en la cadena sabrán a cuánto asciende el agujero, pero un cálculo a ojo determina que han perdido (o dejado de ganar) casi medio millón de euros.
Los 38 minutos que Rosalía García estuvo en el plató (de espaldas a la cámara) proporcionaron a ‘La Noria’ 1.935.000 espectadores (15,1% de ‘share’), que no está mal, y una repercusión que se ha vuelto en su contra, con una auténtica desbandada de los anunciantes. Se han ido voluntariamente, pero ‘animados’ por la creciente presión de las redes sociales, atizadas desde el blog del periodista Pablo Herreros.
Indignado con la entrevista a la madre de Francisco Javier García Marín, ‘El Cuco’, organizó una recogida de firmas virtual para reclamar a las empresas que dejen de patrocinar programas «donde familiares de criminales se lucran hablando del delito». Ayer por la tarde se habían superado las 25.000 adhesiones y la iniciativa continuará hasta finales de mes. «Estoy alucinado. Cuando escribí el post esperaba un centenar de comentarios, pero no este tsunami», confiesa Herreros. En estos nueve días ha tenido 5.000 menciones en Twitter, su blog ha sufrido un par de caídas desbordado por las más de 100.000 visitas y no se despega del teléfono.
«El domingo me llamó el padre de Marta del Castillo para darme las gracias. Fue muy cariñoso y me pareció emocionante, me hizo sentir orgulloso».
No es Herreros «don ‘erre que erre’, ni un radical, ni un antisistema, ni el justiciero de la red», pero es que esto le pudo. «Cuando me enteré de que esta mujer iba a ir a ‘La Noria’ se me revolvió el estómago. Creo que hay una barrera infranqueable. Esto me parece intolerable». Así que publicó un post muy crítico… Y en esas llamó Campofrío para decir que se retiraban. «Ese fue el aldabonazo, lo que encendió la chispa». Después se sumaron Nestlé, L’Oreal, Panrico, Bayer… Y hasta trece a día de hoy (el anuncio de Vodafone salió el sábado a pesar de haber pedido la retirada).
El follón de Évole
«Hemos recibido muchas llamadas de empresas que no quieren salir en ‘La Noria’, aunque no todas lo han hecho público», explican desde las agencias de medios, los intermediarios entre los anunciantes y las cadenas de televisión. Se van porque no quieren verse señalados -Pablo Herreros publicó el nombre de todas las compañías que se publicitaron el día de la polémica-. «La audiencia es importante, pero no lo es todo. Si ponen una película porno a las diez de la noche, seguro que la cifra de espectadores es interesante, pero muchísimas marcas no querrán salir, como tampoco quieren salir en algunos programas del corazón o en cadenas muy politizadas».
– ¿Podría quedarse ‘La Noria’ sin anuncios?
– Eso es una situación muy extrema. No creo que llegue la sangre al río, esto es más un toque de atención. Porque ‘La Noria’ es un programa que aporta cobertura y la afinidad no es mala -explica una fuente del sector-.
Dicho en cristiano. Jordi González y los suyos hacen cada sábado una audiencia más que aceptable (casi dos millones de espectadores y 2,4 millones esta última semana) y tiene un público muy definido, «adultos y amas de casa», un ‘target’ muy interesante para los anunciantes. Porque eso es lo que ‘compran’ las empresas: el público y las franjas horarias, no el programa. «Las compañías pagan para que su spot se emita en espacios que vean sus compradores potenciales. El 90% de los anunciantes que han comprado publicidad en Telecinco saldrán alguna vez en ‘La Noria’. Eso ya lo saben ellos, lo que desconocen es el contenido del programa».
Claro que de ahí a creer que ‘La Noria’ es como los dibujos de Heidi… Porque no es la primera vez que llevan invitados polémicos. Por el plató de Telecinco han pasado desde el prófugo de la justicia Emilio Rodríguez Menéndez -la entrevista se hizo por videoconferencia y se comenta que el abogado recibió 12.000 euros a cambio-; hasta Violeta Santander, la pareja de Antonio Puerta; Julián Muñóz… Pero con ninguno, ni siquiera con la polémica del ‘caso Mari Luz’ en el programa de Ana Rosa, se ha generado el debate actual.
«Lo de la madre de ‘El Cuco’ ha sido tremendo, un caso sin precedentes», asegura el responsable de una de las marcas que primero anunció su retirada de ‘La Noria’ y que prefiere no identificarse. Lo hicieron tras verse señalados por el dedo de Pablo Herreros.
«Pablo es un fenómeno y lo que dice coincide con nuestra manera de pensar, es de pura lógica. Lo debatimos en la empresa y lo tuvimos claro. Además, habíamos recibido ya muchas quejas en el correo».
– ¿Volverán a anunciarse algún día en ‘La Noria’?
– No me atrevo a decir nunca más, pero sí sé que no vamos a estar en ‘La Noria’ por mucho tiempo. Igual en un año nos lo planteamos…
– Jordi González acusó a las empresas que se fueron de aprovecharse de la situación.
– Nosotros invertimos cifras millonarias en Telecinco y Jordi nos ha insultado. Nos están dando palos por todas partes, pero tenemos claro que era lo que había que hacer porque el asunto es muy grave. Tratamos de evitar los contenidos morbosos o polémicos, pero por la manera en que se contrata la publicidad es imposible asegurarse al cien por cien.
La polémica de ‘La Noria’ está superando todas las previsiones, porque retiradas de publicidad ha habido más. «Hace tres años Jordi Évole hizo un ‘Salvados por la iglesia’ que molestó a algunos anunciantes, que también se fueron, pero sin ruido. Y antes, había empresas que no querían vincularse a ‘Aquí hay tomate’ porque eran muy agresivos», revela el portavoz de una agencia de medios.
El gesto no basta
Será interesante esperar un par de meses para ver en qué queda todo esto, pero, la advertencia está hecha. «Retirar la publicidad de ciertos programas que promueven contravalores contribuye a mejorar la calidad de la televisión», aplauden desde la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de los Medios, iCmedia. El gesto, dicen, está bien. Pero no es suficiente: «De cinco a ocho de la tarde es ilegal emitir contenidos conflictivos, lenguaje agresivo… Y las empresas que se están anunciando deben saber que está contribuyendo a financiar un programa que incumple una ley». En el caso de ‘La Noria’ no hay ilegalidad, sí un debate ético que está lejos de cerrarse.