El padre y al abuelo de Marta del Castillo denuncian el trato canallesco del PSOE
En una entrevista concedida por Antonio del Castillo, padre de la menor desaparecida y asesinada, y Antonio Casanueva, abuelo de la misma, a la cadena de televisión Metropolitan Andalucía y al programa Andalucía a Debate que dirige Juan Carlos Jiménez Laz y presenta Agustín Bravo, único debate andaluz en televisión al margen de los medios oficiales, se ha puesto de manifiesto con toda claridad cómo desde que la familia de Marta empezó a denunciar la Ley del Menor y a recoger firmas para obtener la introducción de la cadena perpetua revisable en el ordenamiento jurídico, el PSOE, la Junta de Andalucía y sus tentáculos mediáticos públicos empezaron a marginar, a desprestigiar, cuando no a censurar abiertamente, la labor de la familia en pro de la justicia necesaria en el caso de su hija.
Igualmente, denunciaron el comportamiento de una parte de la Policía Nacional que no aplicó el protocolo vigente en el caso de la desaparición de menores, lo que trajo como consecuencia la no investigación durante las primeras 36 ahoras de la desaparición. En la entrevista participó el corresponsal que firma esta crónica.
Antonio del Castillo, el padre de la menor, dijo no tener ninguna esperanza en la justicia tras haberse conocido la sentencia del menor, Francisco Javier García Marín, alias El Cuco, que lo absolvió de los cargos principales, violación y complicidad en el asesinato de Marta del Castillo. El juez de menores de Sevilla, Alejandro Vián, le impuso una leve condena por encontrarlo culpable de un delito de encubrimiento del crimen. ‘El Cuco’ fue condenado en marzo de 2011 a dos años y once meses de internamiento de los que el último mes podrá pasarlo en libertad vigilada.
Como en el tiempo de codena
En el tiempo de condena computa el que ya ha pasado en un piso tutelado en la provincia de Cádiz, sólo tendrá tendrá que pasar en el centro un año más. Esto es, antes de los tres años del asesinato de l jovem El Cuco estará en la calle. ‘El Cuco’ ya ha ingresado en un centro de menores de la provincia de Córdoba para cumplir el resto de la condena impuesta por el juez de menores de Sevilla Alejandro Vián por un delito de encubrimiento del crimen de la joven sevillana Marta del Castillo.
De hecho, esta sentencia dictada ya en firme por haberse rechazado los recursos de la familia contra ella, va a afectar al juicio que está en marcha puesto que en la misma se aceptan unos hechos y no otros, por lo que los abogados de la defensa del resto de los imputados se acogerá a ella.
El caso de Marta y el circo de Chaves
Por su parte, el abuelo de Marta del Castillo denunció que en una ocasión Canal Sur Televisión vetó su presencia en un programa que se iba a producir en la sede de la cadena pública en Málaga. Tras coger el taxi que le pusieron para el desplazamiento y llegar a Málaga, una vez en el plató se le acercó una azafata que le dijo que la directora del programa quería verlo y en efecto, le comunicó que por orden de “la jerarquía superior”, su presencia no era posible en el programa por respeto a la Ley del Menor, que la familia criticaba. Antonio Casanueva puso en relación esta censura sin antecedentes con las palabras de Manuel Chaves, quien dijo que el caso de Marta del Castillo estaba convirtiendo el caso en un “circo”.
De hecho, El País, en su edición del día 17 de febrero de 2009, dijo lo siguiente: “El caso de Marta del Castillo, la joven de 17 años asesinada el mes pasado por un amigo y antiguo novio en Sevilla, ha levantado la expectación del público en forma excepcional. Ante ello, algunos medios de comunicación han exacerbado la información, dando pie a lo que el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha calificado hoy como “un circo mediático” que ha frivolizado lo sucedido, y al que se le debe exigir “más respeto, rigor y seriedad”.
Ante la indignación de la familia en cuanto a la calificación de “circo” por parte de Chaves, el propio presidente de la Junta llamó al abuelo de Marta para disculparse.
Poco después, el mismísimo José Antonio Griñán hablaba asimismo de circo, pero en este caso apuntaba directamente a la familia de Marta. Según ABC, el todavía presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, calificó veladamente de «circo» las actuaciones de los padres de Marta del Castillo lo que provocaron una contundente respuesta por parte de Antonio del Castillo. Antonio del Castillo recordó a Griñán que él y su familia «no están haciendo un circo, sino dando a conocer las deficiencias de la legislación que hay, gracias a ellos (los políticos) en España».
José Antonio Griñán había dicho a Punto Radio que la Audiencia Nacional había juzgado la pasada semana, doce años después de los hechos, al asesino del hermano pequeño de su madre —el magistrado del Supremo Rafael Martínez Emperador— «y la familia no hizo ningún circo». Indignado por esas palabras, Antonio del Castillo acusó a los políticos de ser quienes normalmente montan los circos y lamentó que hayan sido los presidentes de la Junta quienes se hayan referido al caso de Marta en los mismos términos. «Será porque les molesta algo», dijo entonces en relación a la actitud de José antonio Griñán y su antecesor, Manuel Chaves.
La actuación policial, un despropósito desde el principio
En el transcurso de la entrevista, ambos familiares de Marta pusieron de manifiesto cómo fue la actuación policial en las primeras treinta y seis horas de la desaparición de Marta y subrayaron que de haberse hecho las cosas bien, estaríamos en un escenario muy distinto al que tenemos que sufrir hoy. La denuncia por desaparición de la joven se puso a las dos de la madrugada del sábado 24 de enero de 2009, una hora clave porque alrededor de la misma, según la propia Policía, se afectuó el trasalado del cadáver del piso de la calle León XIII al lugar seleccionado para deshacerse del cuerpo.
A pesar de la insistencia de Antonio del Castillo, la policía le dijo que lo de su hija podría ser otra cosa, festiva, o que se habría quedado en casa de una amiga. El padre de Marta comprobó que el Grupo de Menores, conocido como Grume, no trabajaba los fines de semana ni tenía fijados turnos. Luego supo, denunció, que había un protocolo que obligaba a la personación de la policía en el caso de la desaparición de menores, protocolo que no se aplicó en aquel caso. Incluso se ofreció personalmente a llevarles a la casa, les dio el nombre de Miguel Carcaño y el número de teléfono, porque ya sospechaban en la familia que el caso tenía que ver con este ex novio de Marta.
Sin embargo, la policía colocó la denuncia en un archivador y no hizo absiolutamente nada. “De haberse personado en el domicilio que les indiqué, a lo mejor hubieran cogido a los autores en el momento del traslado del cadáver o a lo mejor se hubieran podido encontrar pruebas contundentes sobre el crimen”. Y añadió: “El domingo día 25 a las seis de la tarde, me encontré con un coche patrulla y les pregunté si estaban buscando a una joven desaparecida llamada Marta y me dijeron los agentes que no tenían conocimiento de ello”. O sea, que desde las dos de la madrugada del día 24 a las 18 horas del día siguiente, más de 40 horas después de la denuncia, la Policía no hizo nada. Recuérdese que carcaño fue detenido a los 20 días de esta denuncia, pero ya los escenarios estaban “limpios” y los testimonios “concertados”.
Antonio del Castillo recordó después que posteriormente hubo un fallo garrafal o bien en los interrogatorios o bien en los interrogadores porque, con poco esfuerzo, podría haberse extraído la verdad de unas personas carentes de preparación y de una edad adolescente.
Un caso que ha sido orquestado por los acusados
El caso, desde el principio, según la familia del Castillo, ha sido orquestado por los propios acusados y sus defensas. Por una parte, sus mentiras sucesivas dieron lugar al espectáculo de la búsqueda en el río Guadalquivir, en el vertedero de Alcalá de Guadaira y en los parajes de Camas. Posteriormente, apareció la existencia de la especie de “conjura” entre los imputados para no revelar el paradero del cuerpo de Marta del Castillo sin que nadie haya logrado información alguna tras casi tres años de calvario familiar.
El mismo Miguel Carcaño condicionó el juicio acusándose de violación, junto con su amigo El Cuco de la joven, sabedor de que dada la Ley de Menor y la legislación penal, en tal caso el juicio con juradao debería ser sustituido por un tribunal profesional, evitando así un desenlace contrario a los intereses de todos los imputados. Carcaño reconoció sin pudor alguno en este juicio que se acusó de violación precisamente para eludir el jurado popular.
Finalmente, se procedió a juzgar a El Cuco, el menor del caso, sin esperar al juicio general que tiene lugar en estos días y hasta el próximo día 30, lo que ha provocado, con la sentencia claramente favorable a los intereses del menor, que se condicione el actual juicio, cuya sentencia deberá tener en cuenta el fallo definitivo que consideraba a El Cuco meramente encubridor del crimen, cuando el testimonio de carcaño le acusaba de violación y complicidad en el asesinato.
En el programa de Metropolitan Andalucía se puso asimismo de manifiesto la importancia de la figura del hermano de Miguel Carcaño, cuya novia María García Mendaro, es hija de Ángela Mendaro, una importante dirigente del PSOE sevillano. Según la policía y la propìa familia, es del este entorno del que surge la exquisita coordinación de las defensas que ha permitido que hasta el momento el cuerpo no haya sido encontrado. De hecho, el padre de Marta del Castillo manifestó su extrañeza ante el hecho de que estando acusada de los mismos delitos que los demás imputados, esta acusada es la única que no ha entrado en prisión.
Dos momentos emotivos
En dos momentos, la emoción se centró en el plató de esa nueva aportación televisiva al debate andaluz. El primero de ellos fue cuando el abuelo de Marta confesó que él hablaba todas las noches con la nietea y que Marta le decía: “Abuelo, búscame, abuelo, búscame”, y sentenciando que no le dejaría de buscar nunca.
En otro momento, el padre de Marta dijo que en su casa han dejado intacta la habitación de Marta, “hasta el punto de que si volviera hoy mismo encontraría los últimos pantalones que se compró en las perechas de su armario”.