Rajoy cree que las elecciones salvan a España de estar como Italia
El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, asegura que a España le ha venido bien que haya elecciones y se prevea un cambio político, ya que, de no haber sido así, el país podría haberse visto abocado a una situación similar a la que vive ahora Italia.
Ésta es una de las opiniones del líder de los populares una vez superado el ecuador de la campaña electoral y que ha compartido con los periodistas que le siguen estos días. Ha sido durante una conversación informal de 15 minutos, en la que también ha dejado entrever que existen muchas posibilidades de que en su hipotético gobierno estén profesionales de prestigio sin trayectoria política.
En la que se prevé que sea su única conversación con informadores esta semana, el líder del PP no ha confirmado ni desmentido la presencia en ese posible Ejecutivo del consejero del BCE José Manuel González Páramo. Precisamente el economista español se ajusta al perfil de profesional de reputación sin pasado en la política, pero Rajoy no ha dado más pistas sobre su inclusión.
Cuando los informadores han preguntado al líder del PP cuántos ministerios formará, no ha precisado nada, como tampoco ha aportado concreciones sobre la identidad de quienes los dirijan. Sí que serán ministros “competentes”, recuperando así el término que más cita en sus intervenciones electorales cuando al público entrega algunas notas sobre qué valores quiere inculcar en el equipo gubernamental.
Sus compañeros de Gobierno serán políticos que conozcan bien los temas que se les encargue, sin más puntualización, y también profesionales sin carrera precisamente en la política.
Rajoy se encuentra muy satisfecho con el transcurso de la campaña, que en su ecuador arroja unas encuestas muy favorables para él: en todas, gana por mayoría absoluta. La cautela impera en el líder del PP cuando recuerda las encuestas y prefiere centrarse en la necesidad de movilizar al electorado de centro.
No cambiará la campaña ni menguará o aumentará el número de sus mítines, a diferencia del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha decidido incluir más eventos en esta recta final del periplo electoral. Para Rajoy, ese recurso no sirve para mucho.
A su juicio, el PSOE apenas podrá recortar la desventaja que lleva, básicamente porque se ha estancado en un discurso de hace años que, para el líder de los populares, ya no funciona.
Además, el candidato del PP ha manifestado este lunes que su objetivo principal en la recta final de la campaña electoral es “apuntalar el cambio”, al tiempo que asegurado que el PSOE “no le encontrará como enemigo”.
Rajoy recuerda su infancia en León
Rajoy ha participado en un acto electoral celebrado en el Pabellón Margarita Ramos de León al que han asistido más de 1.500 simpatizantes y en el que ha estado acompañado por el presidente del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el cabeza de lista al Congreso por León, Alfredo Prada; la presidenta del PP de León, Isabel Carrasco, y el alcalde de la capital leonesa, Emilio Gutiérrez.
El candidato ‘popular’ ha subrayado que sus “enemigos” son la crisis y el paro. “Ellos -sobre el PSOE- siguen instalados en la pelea y en hablar de mi, es su mensaje favorito de campaña”, ha reiterado. Rajoy ha apelado “a la esperanza y al buen humor” para continuar tal cual su estrategia de la campaña electoral y huir de la “crispación y el miedo” del PSOE.
Rajoy, quien vivió en León durante 10 años, de los 5 a los 15, ha comenzado su intervención con sus recuerdos de la ciudad, lo que ha dado un carácter emotivo a un acto abarrotado, en el que muchos se han quedado de pie en las esquinas al quedarse ocupadas todas las sillas y los graderíos.
El presidente del PP, con todas las encuestas a favor, y siempre con la mayoría absoluta como colchón, ha dejado claro que pese a ello no tiene pensado cambiar su campaña, algo que el PSOE, según sus palabras, no puede hacer, y por ello ha pronosticado que intensificarán los socialistas sus mensajes de “miedo y crispación”.
Contra la pelea
Seguirán, ha afirmado, hablando de él e “instalados en la pelea”, puesto que es su recurso “favorito”, pero él, como líder del PP y destinatario de las críticas de los socialistas, no responderá a las acusaciones o las descalificaciones, pues su “principal enemigo” es el paro y a los representantes del PSOE no tiene más que decirles “buenos días, buenas tardes y buenas noches”.
Ha sentenciado su parte de discurso dedicada a los socialistas con otra alusión a su estrategia y, a su juicio, mientras el partido de Alfredo Pérez Rubalcaba ha vuelto “a la década de los 70”, los populares se han quedado en el futuro para no moverse, según sus palabras.
Como dijo ayer, el líder del PP ha asegurado que “lo que más miedo da a los españoles es un gobierno” como el de los últimos cuatro años, principalmente porque “no ha sabido gestionar la economía” en momentos de dificultad y ha lesionado las políticas sociales hasta erigirse en sus “peores enemigos”.
Un Ejecutivo así no se puede repetir y la salida es el PP, para el que Rajoy ha pedido una amplia mayoría con el fin de mandar un mensaje a Europa y al mundo de confianza que dé la seguridad de que “a los españoles no le ha gustado nada lo que ha pasado” desde 2008.
El mantenimiento de las pensiones, que los populares actualizarán el 1 de enero de 2012 si alcanzan La Moncloa, ha sido uno de los ejes del discurso del presidente del PP.
Critica el despilfarro de Zapatero
Ha recordado como ejemplo de mala gestión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la puesta en marcha del plan E, toda vez que su coste, estimado en 18.000 millones de euros, vació las arcas del Estado y obligó al presidente a tener que aplicar recortes en un ámbito tan sensible como éste.
Siguiendo con ejemplos, ha citado otro para ilustrar cómo quiere gobernar. “A veces el mejor balance que uno puede presentar no es aprobar leyes, reglamentos y decretos, y no es así, en ocasiones el mejor balance puede ser derogar leyes y decretos y reglamentos”, ha explicado el presidente del PP, para quien el Estado no ha de invadir las parcelas de libertad de los individuos.
El Estado, ha dicho Rajoy, tiene que dejarle cuántos más recursos mejor y alentar sus ideas, pero sin entrometerse, por cuanto “la fuerza del ser humano es superior a la de 1.000 millones de administraciones”.