La PxC de Lérida ha convertido en tradición el reparto de panes durante las campañas electorales. Con esta iniciativa, sus promotores pretenden que los leridanos puedan adquirir gratuitamente uno de los productos fundamentales de la civilización occidental y aliviar mínimamente los efectos de la crisis en la cesta de la compra.

Dirigentes y militantes leridanos del partido identitario procedieron al reparto de más de 600 barras de pan, acompañados de generosas lonchas de jamón, a todos los españoles que lo solicitaron. En ese gentilicio está el matiz que diferencia a los identitarios catalanes de todas esas organizaciones supuestamente benefactoras que, en realidad, no han hecho otra cosa que convertir España en un hospicio gratuito, con las consecuencias sociales y económicas que esas políticas ‘buenistas’ están teniendo.

Uno de los dirigentes de la PxC en Lérida comentó a nuestra redacción que esta iniciativa les permitió compronbar en su dimensión real los estragos que está causando la crisis entre las familias autóctonas de Cataluña y el resto de España. Historias dramáticas que se repiten una y otra vez y que caen en el olvido de los políticos tradicionales. Situaciones aberrantes de injusticia social y de ensanchamiento de los privilegios, no entre ricos y pobres, sino entre la gente de aquí, la de toda la vida, y los recien llegados.

Sobrecogedor fue sin duda el caso de una mujer autóctona, que días antes se acercó a un dispensario para necesitados al objeto de conseguir algo de aceite, cuya adquisición en las tiendas de alimentos le resultaba imposible debido a su elevado coste. Le respondieron que el aceite que se estaba repartiendo era sólo para los inmigrantes sin recursos.

“Nuestra alegria es la de poder decir que, al menos por un día, hemos llevado el pan a las mesas de muchas familias que tienen un denominador común: ser de aquí y estar orgullosa de serlo”, señaló la misma fuente.

Los leridanos con menos posibilidades económicas agradecieron esta iniciativa de los plataformistas, cuya importancia la sintetiza el famoso dicho bíblico que establece la diferencia entre predicar y dar trigo. Pan para los de casa, acompañado de una buena loncha de jamón, de la excelente cabaña porcina ibérica. No apta para moscones.