Un otoño negro dispara los crímenes en Málaga
Un menor tiroteado por entrar en una finca, un apuñalamiento por un chándal, un cadáver enterrado en un paraje… Málaga asiste a un otoño negro -con cinco muertes violentas en octubre y una en lo que va de noviembre- que ha disparado la cifra de homicidios y encamina a la provincia a cerrar uno de los años más violentos de la última década. Hasta la fecha se han registrado veintiún crímenes, cinco más que en los doce meses de 2010.
El mapa de los homicidios se distribuye de manera desigual por la provincia. La mayoría se concentra en la capital, con seis muertes, y en el litoral occidental, que suma diez más. En primer lugar está Marbella, con tres casos, seguida de Mijas, Torremolinos y Fuengirola, con dos cada uno, y Estepona, donde ha habido un homicidio. En el interior se han dado sucesos aislados en Arriate, Alhaurín el Grande, Tolox, Igualeja y Cútar, localidad donde hace justo seis días se halló un cadáver maniatado y semienterrado.
Aparte de estos veintiún casos, las Fuerzas de Seguridad mantienen abiertas varias investigaciones en torno a muertes sospechosas que aún están pendientes de pruebas policiales y forenses para determinar su etiología, con lo que la cifra podría aumentar.
Entre estos casos se encuentra el del cadáver que apareció el jueves flotando a la deriva frente a La Cala de Mijas, que corresponde a un varón que, según las fuentes consultadas, ya habría sido identificado. El fallecido tenía la cara destrozada y presentaba múltiples fracturas y traumatismos por todo el cuerpo, de ahí que no se descarte ninguna hipótesis, desde una muerte violenta hasta un accidente aeronáutico.
Las estadísticas, sin embargo, contienen un aspecto positivo. El 76% de los homicidios ya han sido resueltos. La policía ha esclarecido casi todos los crímenes cometidos en zonas urbanas con la detención de sus supuestos autores. Los casos que aún permanecen sin respuesta corresponden, por lo general, a cadáveres hallados en mitad de un paraje, enterrados u ocultos en una vieja maleta, y que ni siquiera han podido ser identificados.
Una de las investigaciones más complejas, en la que colaboraron los mejores especialistas en homicidios de Policía Nacional y Guardia Civil, fue la que vinculó los crímenes de Susana M. F., hallada muerta el pasado agosto en Mijas, y Maryuri Alice P. G., cuyo cadáver apareció un mes más tarde en Marbella.
Hipótesis del asesino en serie
Los nexos de unión entre ambos casos -las dos mujeres eran de origen sudamericano, tenían la misma franja de edad, presentaban heridas de arma blanca y fueron desvalijadas- llevaron a los agentes a trabajar bajo la hipótesis de que podía haber un posible asesino en serie detrás de los crímenes. El 24 de septiembre, la operación policial desembocó en la detención del presunto autor de las muertes, Abdelkader S., de 44 años, natural de Alemania.
Otra de las investigaciones más delicadas fue la del crimen de Arriate. El 20 de enero, durante una batida por el pueblo, un bombero halló en la caseta de una depuradora el cadáver de María Esther Jiménez Villegas, de 13 años, que llevaba un día desaparecida.
Precisamente, hoy se celebra otra sesión del juicio contra Rubén V. R., el menor de 17 años detenido por la Guardia Civil como presunto autor de la muerte de la niña.