Bashar Asad: “Una intervención militar desestabilizaría la región entera”
El presidente sirio, Bashar Asad, dice padecer por “cada gota de sangre” derramada en su país desde que comenzaron las protestas para derrocarle, pero insiste en que “no se doblegará”.
En una entrevista exclusiva publicada por ‘Sunday Times’ promete tomar medidas energéticas sobre sus oponentes a pesar de las amenazas de la Liga Árabe, a la que acusa de buscar darle a la comunidad internacional una excusa para inmiscuirse en su país.
Asad, de 46 años, explica que los ataques al ejército sirio la semana pasada muestran cómo su Gobierno afronta operaciones armadas, no protestas pacíficas. “El conflicto va a continuar y la presión para subyugar a Siria continuará”, dice el mandatario.
Sobre la decisión de la Liga Árabe
En la entrevista, Asad califica la decisión de la Liga Árabe de suspender la semana pasada a Siria como “irrelevante”, ya que, aunque las sanciones económicas harán daño a su país, “se encontrarán formulas para reducir su impacto”.
Lo que preocupa al dirigente Sirio es que los 22 miembros de la Liga Árabe creen pretextos para una intervención de las fuerzas occidentales en el país, y advirtió de que una acción militar crearía un “terremoto” a lo largo de Oriente Medio.
“Si son lógicos, racionales y realistas, no deberían hacerlo porque las repercusiones serían calamitosas. Una intervención militar desestabilizaría la región entera, y todos los países se verían afectados”, declara.
Los enfrentamientos armados en el país se han intensificado hasta el punto que la semana pasada el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, uno de sus aliados, comparó la situación con la guerra civil. También la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, advirtió acerca de esta posibilidad.
La periodista que le ha entrevistado, Hala Jaber, destaca en su información el marcado contraste entre la vorágine de los asesinatos y los refinados modales del líder de voz suave. “Me estrechó la mano con una sonrisa, me llevó a una sala de estar para tomar el té y, dado que había sido informado de antemano de que mi marido estaba enfermo, me preguntó por él y me dijo “tengan fe”, relata la británico libanesa.
Los muertos
Además, el presidente sirio, que lleva 14 años en el poder, alega que la oposición ha exagerado el número de muertos a manos de las fuerzas de seguridad del país, y asegura que han identificado como víctimas a personas que luego estaban vivas.
Las cifras de civiles muertos dadas por el Gobierno de Damasco es de 619, en contraste con las 3.500 que han denunciado las asociaciones humanitarias.
Además, Asad insiste en que 800 miembros de sus fuerzas de seguridad han muerto durante las protestas, a manos de militantes islamistas o desertores de su ejercito.
Asad asegura que la solución no es retirar sus tropas si no eliminar a las milicias que él culpa de los tiroteos. “La única forma es encontrar a la gente armada, perseguir a las bandas organizadas, prevenir la entrada de armas de países vecinos, evitar el sabotaje y fortalecer la ley y el orden”, señala el presidente sirio.
‘Cada gota de sangre me concierne’
Preguntado acerca de cómo se siente como padre -tiene dos hijos, de nueve y seis años, y una hija, de ocho años- cuando ve las imágenes de niños inocentes asesinados en el conflicto, afirmó que “como cualquier otro sirio, cuando veo sangre de los hijos mi país, por supuesto que siento dolor y tristeza”.
Y añadió que “cada gota de sangre derramada me concierne personalmente. Pero mi papel como presidente es con hechos, no con palabras y dolor. Mi papel es pensar en los pasos que se deben tomar para evitar más derramamiento de sangre”.
‘Los errores son de la gente, no del Estado’
Sobre si reconoce que sus fuerzas de seguridad han sido demasiado agresivas con los manifestantes pacíficos y sobre que miles de personas han sido detenidas en centros de detención donde la tortura, según denuncian, es algo común, Asad reconoce “errores”, pero insiste en se trataba de fallos de los individuos y no es una responsabilidad del Estado.
“Nosotros, como Estado, no tenemos una política de ser cruel con los ciudadanos”, dice. “Lo importante es buscar a los malhechores y hacerlos responsables de sus acciones… Hay errores que se han descubierto y sobre que han tenido que rendir cuentas”.
Los soldados que abrieron fuego contra manifestantes desarmados -y oficiales que dieron la orden de disparar- han sido detenidos en las ciudades donde algunas de las peores atrocidades se han reportado, aunque muchos han quedado impunes.
Asad recuerda que tan sólo ocho días después de comienzo de las protestas inició un proceso de reforma y dice que tiene la intención de celebrar elecciones en febrero o marzo: “Vamos a tener un nuevo Parlamento. Después de de tener un nuevo Gobierno, vamos a tener una nueva Constitución, y ella sentará las bases de cómo elegir a un presidente”.
“¿Luchará por su cargo de presidente?”, le pregunta la periodista. “Por supuesto que no, porque eso sería estar luchando por mí mismo y no por Siria. Si tengo que luchar será para Siria y el pueblo de Siria”, añade.
conosco siria heestado alli lo pase mal de4 turista no ospodey imaginar los tesoro turistico que tienen y bsi embargo parecen asesinos la policia corupta y el gobierno tambiem tendra el mismo final como gadafi
Damasco terminará arrasada.
A este le quieren hacer como a Gaddafi para poner a una panda de “rebeldes” fanatizados que desestabilizen la región (y apoyados por las fuerzas mundialistas)