El director financiero facturó a Emarsa cenas que incluían circuitos de spa y pádel
La cuenta RR.EE. de la empresa pública Emarsa de Valencia, donde se cargaron 300.000 euros en cinco años en restaurantes, subvenciones a asociaciones o compras poco justificables, va deparando nuevas sorpresas. El 15 de junio de 2007 se abonó una factura de 449 euros a una empresa denominada Amara Estilo, localizada en la calle Juan Bravo de Madrid.
Amara Estilo es la firma que franquiciaba hasta hace dos años las tiendas Armani en España. La firma de conformidad del pago de la factura es del gerente de la depuradora, Esteban Cuesta.
En cambio, fue el director financiero, Enrique Arnal, quien dio el visto bueno a una factura de La Calderona, fechada en junio de 2006, por 5.125 euros. Al parecer aquel 26 de mayo fue un día memorable. Primero comenzaron con una comida para 80 personas. Todavía no se sabe si eran empleados de la empresa Emarsa. Además, siete de ellos se quedaron también a cenar. Solo en comida aquel día pasaron un gasto de 4.414 euros.
Asimismo, según la factura, jugaron al pádel y al squash -compraron hasta las bolas-, realizaron dos circuitos spa y, además, se gastaron 200 euros en el salón de juegos. Incluso se compraron el tabaco a costa de la depuradora: 7,5 euros que salieron de las arcas públicas. Ese mismo año, el 21 de diciembre, se volvieron a gastar 3.865 euros en una comida.
Las facturas de los restaurantes muestran ahora que, por ejemplo, el 1 de junio de ese mismo año se pasó un ticket a cargo de la planta de 154,20 euros del Asador de Aranda, que lleva el nombre y la firma de Cuesta. En aquella comida, donde al parecer había tres personas, pidieron asado, jamón ibérico, morcilla, mollejas, ensalada, un vino de crianza Muga, además de cerveza, ensalada, postres y café. Y para que la comida sentara bien, se fumaron dos Montecristo del 4, que cuestan seis euros la unidad, y metieron en el ticket un paquete de Marlboro.
En otra comida, también en el Asador de Aranda, ésta el 23 de junio de 2007, comieron 15 comensales y pidieron asados, morcilla, chorizo o riñones. Total, 546,5 euros. Siempre facturado a la depuradora de Pinedo, y también esta vez aparece la firma de Cuesta. Volvió a repetir las mollejas, el asado e incorporó los esparragos trigueros en comidas posteriores, a las que solían ir tres personas.
En otro asador, en este caso el 7 de julio de Manises, aparecen 70 comidas facturadas el 21 de diciembre de 2006. Podría tratarse de una comida de Navidad, por la fecha. ¿Fueron los trabajadores de Emarsa? Lo llamativo es que consta que se pagaron 48 euros en concepto de propina a los camareros, además de los 2.800 euros que costó la comilona. Marrasquino, por su parte, cobró facturas en las que aparecía en el concepto ‘Comidas realizadas durante el mes’, que costaban entre 700 y 900 euros. A Giorgio y Enrico también fueron algunas veces. Arroz a banda, carpaccio de gambas, bacalao con frutos de mar… los directivos debían tener un paladar exquisito, después de miles de euros gastados en buen comer.
Las facturas son parte de la documentación que ya obra en poder del magistrado, que ayer dictó varias providencias para investigar las cuentas de uno de los últimos imputados, el exconcejal de Valencia Juan Carlos Gimeno. Según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, se ha admitido además la impugnación presentada por las acusaciones popular y particular contra el recurso de apelación presentado por José Luis Sena, cuya empresa también facturó a Emarsa.