Hemingway y la memoria histórica
“Por quién doblan las campanas” es sin duda, una genial obra. Contrariamente a lo que pensé a priori, Hemingway capta muy bien la psicología y las entrañas de nuestra patria, aunque quizá a veces le sale ese “prurito protestante” que deforma la realidad y la historia de España.
Con todo, evocando esta obra, hay algo que me preocupa y que afecta a una tendenciosa interpretación sobre la Guerra Civil, sí, “la Guerra” por antonomasia (como si hubiera sido la única guerra entre españoles a lo largo de la Historia…). Porque Hemingway no oculta las crueldades cometidas en el bando “rojo”; no obstante, como algunos pseudo-historiadores de hoy, poco más o menos nos viene a decir que mientras que las crueldades del bando “nacional” fueron fríamente calculadas y organizadas por el ejército, las crueldades del bando “rojo” fueron culpa de los “incontrolados”, de un desorden más o menos lógico en una situación desesperada en la lucha por la libertad.
Incluso el previsible Paul Preston ha tenido que recular en este sentido, pues ya resulta demasiado ridículo. Más bien al contrario: El bando “rojo” era quien ostentaba el ejército gubernamental y prácticamente la mayoría de la Guardia Civil. Los mismos gobiernos jacobino-marxistas alentaron la violencia anticatólica desde que al mes de proclamarse una desastrosa II República que jamás emanó de la “voluntad popular”, el flamante presidente Azaña (Quien por cierto murió confesado y comulgado) hiciera aquellas famosas declaraciones de la vida de un republicano y los conventos de Madrid.
Asimismo, Hemingway cae en el terrible maniqueísmo que la Guerra Civil fue una lucha de “fascistas contra antifascistas”…..Y bueno, todavía el gran escritor vivió en una determinada época y adscrito a determinados mundos ideológicos, pero a setenta años de esto, dejémonos ya de leyendas rosas y/o leyendas negras. Qué nos gusta una “leyenda” a los españoles…