La televisión nos sorprende a veces con historias que son el ejemplo a seguir por toda la humanidad. Es el caso de la película ‘El Ángel de Budapest’ emitida recientemente en horario central por televisión española. Todo un acierto.

Ángel Sanz Briz era una agregado comercial en la embajada española de Budapest durante 1944 cuando decide implicarse en salvar a los judíos húngaros a punto de ser deportados a los campos de concentración para su exterminio. Mediante una argucia diplomática (un antiguo real deccreto de 1924 en que el general Primo de Rivera admitía la nacionalidad española de los judíos de origen sefaradí) consigue que el gobierno húngaro le facilite la protección de 200 descendientes de ancestros judíos españoles. El propio Ángel Sanz Briz relata a Federico Ysart – en su libro España y los judíos – que después todo fue relativamente fácil. Los 200 documentos se convirtieron en 200 familias y cada pasaporte o salvoconducto se emitía repetidas veces con números no mayores de 200. Consiguió salvar así a 5200 judíos de una muerte segura, aunque no había casi sefaradíes en Budapest, eran tan inventados como sus pasaportes falsificados.

Para mayor gloria, nunca pensó que su labor en Budapest fuera algo especial o diferente a lo que cualquier diplomático como él debía afrontar en circunstancias extremas como aquellas. El reconocimiento a su labor le llega después de su muerte. Con el título de “Justo de la humanidad”, otorgado por el estado de Israel – junto a Oscar Schindler, que salvó a 1200 judíos y Raoul Wallemberg, embajador sueco que rescató a 40.000 a costa de su vida – se reconoce su labor humanitaria, arriesgada y desinteresada durante aquellos años difíciles. No fue el único español que salvó vidas: Miguel Ángel Muguirio, Julio Palencia, José de Rojas y Moreno, Bernardo Rolandez Miota, Sebastián de Romero Rodigales y José Luis Santaella también lo hicieron con mayor o menor fortuna. También Giorgio Perlasca que continuó la labor de Sanz Briz cuando éste fue relevado del cargo.

Para lo que quieran saber más sobre él les recomiendo leer el libro “Un español frente al Holocausto” de Diego Carcedo. Dice el Talmud: “Quien salva la vida de un hombre, salva al mundo entero”. Ángel Sanz Briz será recordado como un héroe nacional del que siempre estaremos orgullosos todos los españoles de buena voluntad.