Alejo Carpentier y el ‘siglo de las luces’
En la senda del realismo mágico de nuestra América, cuyo recorrido comencé a través de Gabriel García Márquez y de Arturo Uslar Pietri, voy acaso con el gran precursor de esta riquísima corriente, que a mi juicio, guarda un punto tan andaluz y tan canario….
Alejo Carpentier influyó por vida y obra propiamente en el auge de la literatura hispanoamericana. Amén de precursor del realismo mágico, se le ha llamado “neo-barroco”. No van mal encaminados los que así lo hacen.
“El siglo de las luces” es a mi juicio una novela imprescindible para comprender nuestro mundo. Es una novela histórica hecha en realismo mágico y con retazos “neo-barrocos” aliñados con un sensualismo voraz y una prosa poética que, quiera que no, demuestra sus dotes como musicólogo. También se aprecian sus obsesiones sobre “esoterismos” varios, su amplitud cultural y la vastedad de sus conocimientos.
Es la Revolución Francesa principalmente a través del ámbito del Caribe, sin renunciar a los hechos acaecidos en Europa. Pero como él aclara en su epílogo, es de injusticia que para con este acontecimiento se olvide a las Antillas, cuando en especial a través de Haití tuvo tanta importancia histórica.
Una de las muchas curiosidades y/o paradojas de esta novela a mi juicio radica en que nuestro autor expone en boca de un personaje imaginario acadiano uno de los discursos contrarrevolucionarios más logrados. Carpentier no fue eso, obviamente, sin embargo en esta obra no va a idealizar las últimas corrientes del siglo XVIII, más bien al contrario se va a explayar en las explosiones de crueldad y desengaño que se desataron a través de todo el mundo occidental en coloridas y sanguinolentas ráfagas. Su genio caribeño se combina a través de su ascendencia francesa y rusa, en una fértil mezcolanza que sobrevuela por el Nuevo Mundo con un fondo de expresión mayúscula y viva, a pesar de tanta tragedia latente, en un estandarte de creatividad impresionante.
Una máxima referencia, pues.