Mientras aquí crecen como setas sus tiendas estrafalarias, China impedirá la llegada de occidentales en busca de trabajo
China ha puesto en marcha una serie de medidas para gestionar la avalancha de extranjeros, muchos de ellos occidentales, que huyen de la crisis global atraídos por la emergencia de su economía. Un joven arquitecto español en Pekín que trabaja en un estudio de extranjeros confiesa que está cobrando al cambio unos 700 euros mensuales, lo cual es frecuente en su sector en el país asiático,la cantidad es apenas suficiente para sobrevivir en Pekín, pero mejor que enfrentarse al desempleo en España.
China es la segunda economía mundial, pero 100 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza. Mary, una joven estadounidense con máster en Administración de Empresas, expresa su sorpresa por que las multinacionales ya no aceptan a ningún directivo que no hable chino, “quieren que se entiendan con el personal”, asegura. La competencia de esta joven no es poca en el país más poblado del mundo, con 1.340 millones de almas, y con un ejército cada vez más numeroso de locales preparados en las mejores universidades del mundo que dominan, además de su propia lengua, otros muchos idiomas.
Cientos de miles de extranjeros han llegado a China en los últimos años huyendo de la crisis y atraídos por las cifras que indican que hoy es la segunda economía mundial. Pero el país tiene bastante problemas internos como para dar cobijo a todos, con 100 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, según el criterio de la ONU, y más de 100.000 protestas por motivos laborales o económicos al año.
En este contexto, los analistas no se sorprenden de que el legislativo chino empezara esta semana a redactar un borrador para expulsar y deportar a los extranjeros que permanecen o trabajan de forma ilegal en su territorio, algo impensable durante el maoísmo, cuando China tenía sus fronteras tan selladas como hoy las norcoreanas. La medida viene a confirmar que Pekín no va a hacerse cargo de los emigrantes que huyen del colapso occidental.
Abogados extranjeros en China señalaron que algunos de los motivos de la nueva ley de Seguridad Social para extranjeros, supondrá a las empresas foráneas hasta 650 dólares por empleado al mes. El borrador de la primera ley sobre extranjeros en China, considera que “los cualificados”, o aquellos que realicen “contribuciones destacadas al desarrollo económico o social del país” podrán tener la residencia permanente, mientras que los ilegales serán detenidos y deportados.
Duras sancionesEl viceministro de Seguridad Pública, Yang Huanning, citado por la agencia estatal Xinhua, señaló que “un gran número de extranjeros no se encuentran en posesión de sus documentos legales”. Por este motivo, la policía pidió “apoyo legal” para llevar a cabo investigaciones y, en su caso, cobrar multas de entre 5.000 y 20.000 yuanes (de 600 y 2.420 euros, o entre 790 y 3.160 dólares) y aplicar detenciones de hasta 15 días a los infractores, que no podrán regresar a China durante cinco años.
Los extranjeros entran en el país como turistas, en viaje de negocios, como estudiantes o inmigrantes económicosLos extranjeros entran en el país como turistas, en viaje de negocios, como estudiantes o inmigrantes económicos. Según datos de 2009 del Buró de Seguridad Pública, en China viven medio millón de extranjeros, y el número de visitas ha crecido un 10% anual hasta los 52 millones en 2010.
En Shanghái, el epicentro financiero de China y segunda ciudad en número de residentes expatriados tras Pekín, un 27,3% de los 104.300 que viven en su suelo llegaron buscando trabajo, un fenómeno creciente desde hace tres años.
Según un sondeo, los extranjeros que llegan a Shanghái permanecen una media de 21 meses en la ciudad, y la lista de las estancias más prolongadas la encabezan, por este orden, surcoreanos, malasios, singaporenses, británicos, franceses, alemanes y canadienses. Hace apenas una década, los extranjeros que trabajaban en China para multinacionales cobraban grandes salarios apuntalados en abultados bonos y ayudas para viviendas de lujo, escuelas internacionales para los hijos y otros beneficios.
Aparte de los emprendedores y de los profesores de inglés, las exigencias son muy altas para quienes tengan espíritu de empleado.
La prensa local citaba estos días ejemplos de forasteros desafortunados, como el italiano Piero Marzullo, de 23 años, quien tras licenciarse en lengua china y estudiar dos años más en Pekín y Shanghái lleva dos meses de infructuosa búsqueda de empleo como traductor: “Dudo que hablar chino sea suficiente”, asegura.
Según empresas de contratación de extranjeros, como FESCO Adecco, los elegidos son aquellos con más de dos años de experiencia en su sector, y aunque el dominio del chino no es fundamental, sí piden capacidad para leer documentos laborales.
Pues me parece cojonuda la medida de los chinos. Ahora sólo falta que nosotros y el resto de países Europeos hagamos lo mismo. Cada país una cultura y una raza. Cualquier otra cosa diferente a ello implica problemas nefastos.
Esta gente son uno de los cánceres del paro y la economía, esto y el proceso inverso, el capitalista autóctono patriotero votante del PP que lleva su dinero para producir en China a bajo coste y luego importarnos su mierda con enorme margen de beneficio.
Me parecen muy bien estas medidas chinas. Los asiáticos, como siempre, guiándose por el sentido común, y haciendo las cosas como hay que hacerlas.
¡Qué pena que los europeos no nos parezcamos un poquito, sólo un poquito, a ellos!
Si te pareceran muy bien pero ELLOS FUERA de aquí, y a los deslocalizadores de capital buenas leyes y aranceles.
O nos protegemos del capitalismo salvaje deslocalizador , proinmigracionista y esclavizador o ya podeis mentalizaros a cobrar 300 euros mes.
Por supuesto, estoy de acuerdo contigo.
LOS CHINOS COMO SIEMPRE