Los mitos de la represión en la guerra civil (Biblioteca de la Historia)
Ángel David Martín Rubio: Sacerdote. Profesor de Historia de la Iglesia en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Virgen de Guadalupe y en el Instituto Teológico San Pedro de Alcántara del Seminario de la Diócesis de Coria Cáceres. Profesor del Instituto de Humanidades Ángel Ayala CEU. Entre sus obras: “Paz, Piedad, Perdón…y Verdad: La reflexión en la guerra civil: una síntesis definitiva” y “Salvar la memoria: Una reflexión sobre las víctimas de la Guerra Civil”.
LA OBRA
Uno de los alicientes de la obra de Martín Rubio es el prólogo del historiador Pío Moa. Moa nos cuenta lo que, en repetidas ocasiones, nos ha explicado en sus volúmenes: cuando la Historia se utiliza al servicio de su propaganda pierde todo su sentido por este servilismo.
Vuelve a manifestar sus dudas en torno al significado de la frase: “Recuperación de la memoria histórica”, un térmismo pseudo científico y de propaganda.
Martín Rubio aclara también que vivimos un momento donde abundan las imprecisiones promocionadas por quienes reivindican un neo republicanismo de extrema izquierda.
Las cifras
Angel David Martín Rubio habla en su introducción de una cifra clave: un millón de muertos. Según explica el autor, este número sirvió para utilizarlo como arma arrojadiza, e incluso en la actualidad hay políticos que la utilizan de forma interesada.
Para el historiador la cuestión de las cifras es de vital importancia, por ello, dedica a este tema un capítulo completo donde, entre otras cosas, aclara que introducir en el número de víctimas de la represión Republicana a los Caídos por Dios y por España no es correcto, porque la mayoría fueron abatidos en la contienda y no pueden ser computados como víctimas de la represión.
Violencia en la Segunda República.
Este es otro de los mitos que desarrolla el autor en el volumen. Explica Martín Rubio que la persecución religiosa se desarrolla antes de la Guerra Civil, y no surge como una necesidad para combatir a una iglesia que apoya a uno de los bandos de la contienda.
Represión hubo, pero en ambos lados: Paracuellos del Jarama y Badajoz, son tratados en el libro como los dos emblemas de la represión.
“Los crímenes son igualmente detestables y condenables cualquiera que sea quien los cometa o el móvil que los impulsa”
Aunque no hay atenuantes en un caso y agravantes en otro, lo que sí afirma el historiador es que sí hubo notables diferencias entre lo ocurrido en ambas zonas beligerantes.