Roberto Centeno, brillante: “O las autonomías o nosotros”
Confío en España y en los españoles. No comparto esa acusación tan repetida: “tenemos lo que nos merecemos”. Si hubiéramos podido elegir, tal vez. Quienes tienen la culpa de lo que ocurre no son los españoles que trabajan, que educan a sus hijos, que pagan sus hipotecas, seguros, colegios y que, encima, pagan el atraco. No. Aquí nunca se ha podido elegir. Vivimos en un sistema organizado desde arriba, donde todo se pacta en secreto, donde los que controlan el poder son también los que controlan los dineros. Desde siempre. Y pretenden hacerlo diciéndonos que nos trajeron una falsa democracia que, en términos fiscales, es mucho más cara que el régimen anterior. Y nada se hace sin el consentimiento de los poderosos: ellos ya han pactado quién gobierna y cuándo. Y si han aparecido periodistas, políticos o empresarios valientes y honrados que se han atrevido decir la verdad sobre la oligarquía coronada que se repartió el poder a la muerte del dictador para continuar con la dictadura, éstos han sido expulsados de sus medios o puestos –Cacho, Losantos, De Diego, Gómez de Liaño- o desprestigiados civilmente en terribles campañas –Blas Piñar- y cuando no queda otra, directamente son eliminados del mapa –sí, si, sabemos de más de alguna extraña muerte- con las peores tácticas mafiosas.
Entusiasman en cambio los periodistas a sueldo: el tertuliano preferido es el que lee el argumentarlo del partido que le paga…
Por eso son muchos los que justifican los dislates de Rajoy y pocos los que se atreven a chistar contra las decenas de contradicciones del nuevo Gobierno: nombramiento de conocidos socialistas, elogios a Rubalcaba, visitas de urgencia a Marruecos, política fiscal de izquierdas y reuniones secretas con ZP para hablar de ETA… Y esto sólo acaba de comenzar. Aquí está todo pactado y el que proteste sabe a lo que se expone: o te quitan la subvención a tu tele, o te organizan una campaña de desprestigio, o te silencian, o apareces frito en cualquier fatal accidente. Nadie ose tocar los privilegios de todo un sistema basado en la mentira y la estafa desde sus mismos cimientos: ese “consenso de la Transición.” Venga ya. Ya sabemos que la verdad de aquella etapa mitificada se acerca a lo que sugiere ‘La tesis prohibida’.
Aún así, a pesar del drama, aparecen valientes como el brillante Catedrático de Economía, Roberto Centeno, al que tuve el gusto de conocer en algunas tertulias en las que estaba de acuerdo con él antes incluso de que empezara hablar: es lo que tiene hablar desde el sentido común y la independencia que evita todo sectarismo partidista. Tal sectarismo es uno de los más graves problemas que tenemos, porque lleva a los sectarios a elogiar las miserias, mentiras y corrupciones de los suyos mientras critican las mismo si lo hacen los otros. El artículo que ha escrito Centeno, “Hasta aquí hemos llegado, o las autonomías o nosotros” es, junto con los “Informes Recarte” lo más inteligente y sincero que se ha escrito sobre el engendro de 1978 que ahora tendremos que pagar –y arreglar- los más jóvenes si es que no nos arruinamos antes. Recomiendo el artículo de Centeno, no sólo porque es verdadero, brillante y describe perfectamente nuestra total ruina, sino porque tiene la genialidad de presentar ya la solución. Léanlo, es imprescindible. Está en estas mismas páginas. Gracias, señor Centeno.
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