“La vivienda no baja” o la historia de la gran estafa
No querría yo darles pena, sino más bien hacer un ejercicio sano de ironía para reírme de mí mismo y evitar el llanto, y pasar un rato divertido a raíz del polémico asunto de la burbuja financiero-inmobiliaria.Vamos, que no se tomen demasiado en serio lo que voy a contarles. Me remonto a mis 22 añitos. Finales de 2002.
La burbuja engorda al calor del “España va bien” y yo encuentro un primer empleo de Ingeniero, por el que me dan casi 1000 euros al mes. Me recuerdo una tarde, calculadora en mano, en mi mesa la prensa abierta por las páginas de anuncios de pisos y en la web de un banco una calculadora de hipotecas. Elucubraba: “si el banco me da 150.000 euros que me los da como a cualquiera con una nómina, compro un apartamento, lo alquilo y en unos años, cuando se revalorice, lo vendo por 250.000 por lo menos”. Y esa noche cenaba en casa de mis padres, donde yo vivía, un íntimo amigo de la familia, que había sido un importante directivo de un banco y ya estaba jubilado.
Yo, adoctrinado por mi ambiente social, por esa sabiduría del pelotazo fácil, me recuerdo molestar al financiero con cierta impertinencia:
-Pero Paco, ¿cómo tú, que eres tan listo, vives de alquiler? Pierdes pasta, si te hubieras forrado comprando casa.
Perdonándome la vida y llamándome ignorante con la mirada, me contestó:
-Si sumas intereses, gastos e impuestos, Blas, es difícil que, incluso a largo plazo, puedas remontar todo eso y sacar un beneficio. Y asumes por otra parte muchos riesgos. Yo siempre he vivido de alquiler y financieramente, te puedo decir, que no me he equivocado, porque normalmente, hay inversiones más rentables que la vivienda.
Decidí pensar que se equivocaba, que mis conocimientos inmobiliarios de aquellos años bastaban para desmontar las tonterías que podía decir aquél directivo jubilado. Otra conversación, ya en el año 2004, con uno de mis mejores amigos, un tipo muy inteligente, por cierto, y que quizá por eso dice cosas rarísimas.
-La vivienda puede bajar, tened cuidado con las compras.
–Afirmaba quebrantando el dogma de la España de Aznar:
-¿Qué? ¿Estás loco? La vivienda es la mejor inversión. La vivienda es un chollo, es ahorro seguro. Siempre sube.
–Eso decíamos todos al pobre Juanito, que se quedaba mirándonos con cara de pena mientras degustaba su copa, bien cargada de ron.
Así tantas veces, y tan alegres, generaciones enteras de españoles nos dejábamos estafar por quienes se forraban a nuestra costa. Sí, son esos de la España de finales de los 90 y hasta de los primeros años del siglo XXI, los mismos que ahora siguen jugando al Monopoly con millones de casas vacías esquilmando al ciudadano mientras se juegan los dineros a la rentable deuda pública estrangulando el crédito.
En fin, son esos del dinero fácil y de las grandes inversiones inmobiliarias, los que de manera sutil inventaron una forma nueva de robar para continuar la cultura del pelotazo felipista.Y a los estafados nos suben el IRPF para pagar sus burbujas reventadas, cumpliendo aquello de la avaricia rompe el saco, pero solo en parte, porque ellos, de forma curiosa, siguen ganando dinero aun cuando todos lo perdemos. Hay que reconocer que han sido muy inteligentes, porque nos han robado con nuestra ayuda.
Las comisiones ilegales que pagan los constructores a los ayuntamientos del PPSOE encarece la vivienda hasta en un 30%, y esto no lo digo yo, sino el Banco Central europeo.