A raíz de las declaraciones de Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba -que es una reconocida votante socialista- y a quien la palabra “trabajo” debe producirle sarpullidos, se ha producido una enésima polémica en torno a Andalucía y sus hijos.

La imagen del andaluz en España es muy similar a la del napolitano en Italia: Es el que cuenta los chistes, canta, baila y vaguea, y en la televisión, o es tontito o es chacha. Cuando quieren imitar nuestras ricas hablas, no hacen más que el ridículo y así continúa el falseo.

Claro que en mi tierra hay vagos y maleantes. Pero señalar a Andalucía especialmente por eso no es de recibo, máxime con la crisis tanto mental como sistemática que padece toda nuestra España.

Andalucía fue tomada por el botín socialista como otras oligarquías tomaron otras regiones: Café para todos de lo peor del franquismo con lo peor del antifranquismo, que eso fue la transición; a ver si nos vamos enterando ya. Véase el engendro de Castilla y León/Pastilla y Jabón desde la UCD al PP o la misma “Comunidad de Madrid” con su bandera de vietnamita imitación. Véase la Cataluña de la burguesía choriza del 3% o las Vascongadas del compadreo caciquil-terrorista. O la Valencia de los ladrones descarados. Todo el podrido sistema de las “autonosuyas” tiene voto cautivo, caciquismo, exceso de funcionarios, vagancia, robo, mentira…

Es un sistema que hicieron a conciencia aprovechando una determinada coyuntura temporal y ante los deméritos de todos, que nos hemos dejado envilecer hasta que hoy le vemos muy de cerca las orejas al lobo. Y sin embargo, pareciera que Andalucía es el paradigma. Por supuesto, no vamos a justificar el cáncer del PER, caramelito en la boca que los listos de turno, hijos del régimen anterior en su inmensa mayoría, pusieron a los campesinos que durante años y años tenían que andar kilómetros campo a través para trabajar de sol a sol ganándose una miseria. No, el PER nunca es la solución a eso. Como no lo es que Esperanza Aguirre sea una de las mayores financiadoras de abortos de España, o que Cataluña haya dejado de ser el motor industrial del país para ser la región de más “Mohameds”, o que 300.000 vasco-navarros hayan tenido que “exiliarse” en otras regiones de la patria. Sin embargo, muchos fariseos de vestiduras rasgadas sólo parecen ver lo que sus sectarias orejeras de burro quieren.

Si hablamos de Andalucía concretamente, los problemas vienen de hace tiempo. Pero no vienen, como dicen los acaso mal llamados “andalucistas”, de la Reconquista y de una supuesta malvada Castilla que nos privó de un paraíso andalusí que no existe más que en las calenturientas mentes de señoritos aburridos, que eso fue Blas Infante. Blas Infante al que cuando estaba vivo el pueblo andaluz jamás mostró adhesión alguna. En cambio, a un gran líder andaluz y de muchísimos andaluces como fue Manuel Fal-Conde, un cacique comunista aficionado a la cachimba le quitó su nombre a una calle de uno de los barrios más pobres de Sevilla. Y es que Blas Infante, que tantas calles tiene y tantas subvenciones despierta, nos quería esclavos del islam; por eso rescató de un texto pseudo-poético una bandera que portaba un esclavo cristiano y que en realidad, apenas ondeó en la mayoría de los territorios que componen la actual Andalucía… Un insulto a nuestra tradición heráldico-vexilológica y todo un símbolo…. Un símbolo que de explicarse a los andaluces por derecho saben que generaría harto rechazo.

Claro que lamentamos el fusilamiento de Blas Infante. Tanto como el de Federico García Lorca. Y desde aquí nos acordamos de otros andaluces fusilados, tales como Pedro Muñoz-Seca o José María Hinojosa, olvidados hoy por el sectarismo de la pseudo-memoria histérica impuesta por la analfabeta oligarquía que pretende rescatar otro supuesto paraíso que no fue sino una sangrienta mediocridad tricolor. Lamentamos tanto sectarismo en Andalucía y para con Andalucía. Parece que se olvida que el condado de Niebla fue el epicentro de la conquista de las Canarias. Y se olvida el recorrido de Palos de la Frontera a Sanlúcar de Barrameda… Casa de la Contratación: Sevilla y Cádiz.

Andaluz fue el excelso Gran Capitán, cuya sangre cordobesa brilló victoriosa de Granada a Nápoles.

Andaluces fueron los acaso mal llamados “viajes menores” a América y los que consolidaron el poblamiento antillano. Andaluces fueron los hermanos Pinzones y Rodrigo de Bastidas, de la misma tierra y el mismo mar donde se “recrió” el conquistador Alonso de Ojeda. ¿Y acaso no reconocen muchos cronistas de Indias que antes de Colón estuvo Alonso Sánchez de Huelva?

Andaluza y también extremeña fue la expansión del idioma que nació en Castilla pero que tuvo su primera gramática por mor de Elio Antonio de Lebrija. ¿Y qué sería de nuestro idioma sin Rodrigo Caro? Nuestro idioma, por cierto, que encuentra modismos sureños desde el Caribe a Chile, proyectándose antes sobre las mentadas Islas Canarias.

¿Y qué sería de la pintura sin Velázquez y Murillo? ¿Y de la escultura sin Juan de Mesa y Martínez Montañés?

En la soleada y olivarera tierra jiennense, en Bailén, fue donde muchos andaluces, muchos bravos garrochistas, infringieron al soberbio Napoleón su primera derrota. Somos el corolario español, desde su concreción peninsular hasta su factura más universal. No merecemos ser despreciados así por tirios y troyanos.

Dijo Oscar Wilde que la política era el oficio de los que no tenían oficio. No sé por qué pienso en personajes como Manuel Chaves y Javier Arenas para el caso…. Y bueno, a Cayetano ha faltado tiempo para hacerse la fotito con la extrema izquierda de Marinaleda….

Y es que lo mismo que el socialismo tomó como botín a esta desde finales de los 70 del siglo XX, el liberalismo golpista-masónico que arruinó a la patria (Como la siguen arruinando sus herederos) la tomó a sangre y fuego en el siglo XIX como si fuera su cortijo para “pagar la Guerra Carlista”; carlismo que a pesar de contar con bastante apoyo popular fue reprimido a sangre y fuego hasta la más tímida manifestación. Bonita muestra de tolerancia…

Y es curioso que tanto el liberalismo como el socialismo hayan sido apoyados por la ¿aristocracia….?

Desde mis más remotos tatarabuelos corre por mis venas sangre campesina de la Andalucía profunda, así que dudo mucho que tanto “andalucistas-neomoriscos” como antiandaluces tópicos me vayan a dar lecciones de lo que es o debe ser el andaluz; así como ningún adorador de Sabino Arana puede dar lecciones de ser vasco. Estoy harto de que unos y otros falseen el puntal de España. Ya está bien. Más información, coherencia y trabajo y menos demagogia facilona.

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