Uno de cada cinco niños asmáticos pueden tener problemas para realizar deporte
Rocío Jiménez/Carlos Mateos- La práctica regular del ejercicio físico reduce los síntomas alérgicos en los niños, pero muchos de ellos limitan sus actividades deportivas por miedo a sufrir ataques de asma, según un estudio de la Universidad de Cagilari en Italia y publicado en el último número de PediatricAllergyImmunology. Ese porcentaje se eleva a casi un tercio, según un estudio anterior aparecido en noviembre en AllergyAsthmaProceedings.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergología Pediátrica (SEICAP)recomienda acudir a un alergólogo pediátrico para que prescriba un tratamiento preventivo y unas pautas que permitan que el niño alérgico mantenga una vida normal. Según esta sociedad la mayor parte de casos de asma tienen un componente alérgico.
El ejercicio físico “ofrece efectos positivos para el sistema cardiovascular, respiratorio y muscular, y es fundamental para el desarrollo óptimo del niño”, destaca la investigaciónde la universidad italiana. Sin embargo, en el caso de los niños alérgicos el beneficio es aún mayor: “Una actividad física regular actúa beneficiosamente en el sistema inmunológico y puede reducir la inflamación alérgica”, concluye.
El doctor Luis Moral, pediatra alergólogo del Hospital General Universitario de Alicante y miembro de la Junta Directiva de SEICAP, señala que “el acondicionamiento físico mediante el ejercicio mejora la calidad de vida del niño asmático y reduce el riesgo de que se produzcan crisis”.El doctor Moral explica que los niños con asma no deben verse aislados o impedidos a la hora de practicar deporte. Por ello es “muy importante acudir a un alergólogo pediátrico para iniciar el tratamiento adecuado que permita que los niños asmáticos sean capaces de participar en actividades físicas y deportivas de la misma manera que un niño sano”.
El tratamiento indicado será individualizado y de acuerdo con la intensidad del asma de cada paciente, destaca por su parte el doctor Marcel Íbero, presidente de SEICAP. “La inmunoterapia o vacunación con alérgenos será necesaria cuando exista alguna alergia que esté jugando un papel importante en el asma del paciente”, añade.
Los broncodilatadores de acción corta son precisos en ocasiones pero “algunos pacientes necesitan un tratamiento de fondo que les permita realizar una vida normal, incluyendo el ejercicio”, indica el doctor Moral, para quien es “inadmisible que un niño se quede sin realizar deporte por carecer de tratamiento”. Según dos trabajos realizados en Granada y en Elche y presentados en el último congreso de SEICAP, uno de cada 5 niños asmáticos puede tener problemas para realizar ejercicios físicos, por lo que deberían recibir un tratamiento adecuado para resolver esa limitación.
Factores a evitar
Las condiciones del recinto en el que se practica la actividad pueden exponer a los niños a alérgenos que pueden causarles reacciones como anafilaxia. De hecho un 15,2% de los episodios anafilácticos son causados por el ejercicio, según el estudio publicado en PediatricAllergyImmunology. Otros síntomas son la tos, sibilantes, dificultad respiratoria y dolor o presión en el pecho.
Factores como el aire frio, la humedad, campos de hierba o recintos con polvo, pueden agravar los síntomas de aquellos niños que sufren asma alérgica y provocarles una crisis. Así mismo el estudio señala que determinados materiales usados durante el ejercicio físico como tatamis o colchonetas pueden contener látex o ácaros de polvo que pueden agravar los síntomas de estos pacientes. “Lo ideal es practicar ejercicio físico en un entorno adecuado. En época de polinización, puede ser conveniente realizarlo en un recinto cerrado”, comenta el doctor Moral.
Los alergólogos pediátricos reconocen que hay actividades físicas más recomendables como aquellas en las que se el esfuerzo es progresivo y hay más descansos, como por ejemplo el tenis, el voleibol, las artes marciales o la natación. En cualquier caso aconsejan que el niño practique el deporte que más le guste, realizando ejercicios de estiramiento y calentamiento gradual antes de empezar.