La burocracia insoportable
Si bien la burocracia está haciendo estragos en buena parte del orbe, en los países latinos se da el patetismo en el fondo y en la forma. Por desgracia, nosotros no entendemos que la burocracia debe contener herramientas para facilitar la administración, sino todo lo contrario: Entendemos la burocracia como una múltiple agencia de colocación y como un vergel de la picaresca, picaresca que elevamos a categoría de heroísmo. Nuestro afán por reglamentarlo absolutamente todo no sólo nos coarta la más natural y elemental libertad –que por supuesto-, sino que nos introduce en una absurdez abismal cargada de pérdidas de tiempo y paciencia, todo envuelto en una obsesión formalista sin real contenido que va aniquilando progresivamente el sentido común.
Recuerdo que hace tiempo tuve trabajo en España. Un poco antes que eso fuera misión imposible. Uno de los buenos recuerdos de aquella locura de empresa fue un amigo moruno, un filólogo árabe que como trabajador y como persona nunca dejó de sorprenderme para bien. Un día hablamos de la inmigración, y él me dijo que la política de inmigración en los “países desarrollados”, y sobre todo en Europa, carecía de sentido alguno. Yo por entonces no lo entendía muy bien.
Él me decía que muchos africanos se encontraban atrapados en España, porque en verdad muchos o querían volver a su país o ir a otras tierras europeas, pero por cuestiones de papeleo y plazos no podían. Ahora que soy inmigrante comienzo a entender esta vaina, valga el hispanoamericanismo. Con esta estúpida burocracia lo único que se hace es empeorar el tema de la inmigración en todos los sentidos. El Derecho de Gentes, esto es, una creación española, dejó de existir hace bastante tiempo para entrar de lleno en un universo orwelliano. El que haya pisado alguna vez suelo angloamericano así sea sólo unas horas de tránsito (Como fue mi caso para ir a Lima) dará buena cuenta de ello, de tanto abusivo y estúpido “control”, y ríanse de los “chips” para animales.
No estoy diciendo que no haya reglamentos ni controles. No estoy a favor de las alegres concesiones de nacionalidad y por la contra sí que estoy porque se reconozcan a los descendientes, como hace Italia. Tampoco estoy de acuerdo con las inmigraciones descontroladas aunque sé que la inmigración es algo que existe desde que el hombre es hombre y en orden y concierto es algo medianamente sano. En torno a la inmigración hay mucha demagogia por muchas partes.
No obstante, yo lo que digo es que la burocracia excesiva obstaculiza el trabajo para todo, que cualquier gestión se hace interminable, que con esta mentalidad en esta Europa cada vez más muerta y en este Occidente cada vez más ciego, sordo y mudo, no vamos más que al abismo, y que tanto papeleo propio del síndrome de Diógenes no sirve en verdad más que para sostener sistemas cada día más caciquiles, con votos fáciles comprados y administraciones reventadas y en enemistad con la gente normal y corriente que lo quiere son soluciones y no más problemas, máxime cuando son problemas tontos recreados artificialmente.
La burocracia es necesaria…para colocar en ella a tanto enchufado(y no solo de partido de izquierdas)