Alberto Granados Garmendia.- La deriva anarcoetarra que pretende capitalizar la protesta estudiantil y cívica empieza a deslizarse por terrenos pantanosos. Algunos de sus representantes han realizado una serie de entrevistas publicadas por los medios durante esta semana, en las que ha quedado constancia de sus filiaciones ultrazquierdistas, tanto con partidos como “Compromís”, como con movimientos tipo 15M, para los cuales “la izquierda es la única que defiende al Escuela Pública”.

Este totalitarismo izquierdista de pastel se niega a admitir la tozudez de los hechos, en los que uno de sus máximos representantes ha desgobernado este país durante siete años, auspiciado por la misma ideología progresista que los perroflautas profesan. El hecho de que ZP se “vendiera al capital” no altera el producto de su demencia intelectual e ideológica progre-izquierdista.

A favor del separatismo vasco y de la desmembración de España

Carlos Naranjo, representante del “Sindicato de Estudiantes de Valencia”, en una de sus entrevistas, ante la pregunta: “¿Qué opina de la relación existente entre su sindicato y los sectores cercanos a Batasuna y la izquierda abertzale? ¿Con qué finalidad han organizado junto a Izquierda Castellana conferencias en Madrid con miembros de Batasuna como Jon Igoirizelaya y Joseba Permach?”, a lo que respondió: “Nosotros defendemos los derechos democráticos de autodeterminación del pueblo vasco y de todas las nacionalidades oprimidas. La izquierda abertzale es un movivmiento de trabajadores, no son terroristas. Nosotros rechazamos el terrorismo individual y los métodos de ETA, pero también la izquierda abertzale los ha rechazado contundentemente. La finalidad de aquella conferencia en Madrid con las organizaciones de izquierda era difundir nuestras ideas”. (ver: http: http://www.20minutos.es/entrevistas/carlos-naranjo/365/).

Esta clase de gente, en su limitada mentalidad chekista, la “derecha” es la mala y la “izquierda” es la buena, no existe más mundo ni otras vías (como por ejemplo una derecha social y una izquierda liberal), y si el anterior Gobierno del PSOE lo hizo mal es por no haber sido lo suficientemente progre y de izquierda.

Defienden los “derechos de autodeterminación de la nacionalidades oprimidas”, apoyan a los abertzales, dividen el mundo entre progres y fachas, y todo lo que no sea progre ya lo denominan facha, tienen contactos con grupúsuculos reconocidamente batasunos como “Izquierda Castellana” y con partidos de la izquierda caviar como “Compromís Valenciá”, solicitan el apoyo del 15M y de los sindicalistas de UGT y CCOO (los capitalistas coleccionistas de relojes y adheridos a la teta pública).

Este es el lamentable panorama que existe actualmente en España tras varios lustros de adoctrinamiento progresista en le Escuela Pública, donde grupúsculos ultraizquierdistas, cuyos principios ideológicos se mueven en los mismos derroteros que los de la casta dirigente, pretenden capitalizar las legítimas protestas de la población española.