Mecha prendida
Últimamente la calle está muy convulsa y mucho me temo que esta nueva imagen se convertirá en habitual. Hay dos ejemplos recientes que sirven de indicios sobre el futuro que nos espera, sobre lo que Rajoy y su gobierno tendrán que soportar. Confío en que los españoles seamos capaces de ver la realidad y de sacar conclusiones por nosotros mismos, valorando con objetividad, comparando comportamientos.
Me refiero por un lado a la manifestación sectaria e interesada organizada en contra de la Reforma Laboral. Los sindicatos avisaron en campaña que si Rajoy tomaba medidas sin su beneplácito, se echarían a la calle. Y no han tardado en hacerlo. Anunciaron movilizaciones preventivas, por lo que pudiera suceder. Después de haber presenciado su silencio dócil y acomodado durante ocho años, asistiendo impasibles a la destrucción de millones de empleos, era la reacción más previsible. En este sentido nadie se habrá llamado a engaño.
Para asegurar esta estrategia, el PSOE no tuvo escrúpulos y en el BOE del pasado 12 de diciembre se publicaba la entrega a UGT y CCOO de casi 19 millones de euros. En plena crisis, con España al borde de la quiebra, los socialistas se preocuparon de engordar con provisiones a sus compañeros de viaje. A esos que nunca, en la época más dramática para los trabajadores a los que aseguran defender, exigieron al gobierno la menor responsabilidad.
Ahora, sin embargo, no conceden a Rajoy ni los tres meses de gracia. Tal vez en ello también tenga mucho que ver la decisión del nuevo ejecutivo de disminuir en un 20% las subvenciones para sindicatos, patronal y partidos políticos. O la retirada de cursos de formación que los sindicatos gestionaban sin ningún tipo de control. Con tal conducta han dejado claro que su principal prioridad no es colaborar en la creación de empleo, sino asegurarse su propia financiación.
Por otra parte, me parece muy extraña la manifestación de Valencia que percibo enrarecida. Lo primero que llama la atención es que se convoquen protestas estudiantiles ante unos recortes en Educación que no se han producido. El gobierno valenciano ha incrementado sus partidas presupuestarias en materia educativa. Para Secundaria en 2011 se destinaron 1.642 millones de euros y en 2012 la cifra se eleva a 1.663.
En el instituto en cuestión nunca han cortado la calefacción, según informan todos los medios de comunicación. Pero aun admitiendo que el bulo fuese verdad, la protesta puede resultar un poco desproporcionada por exagerada. ¿Qué tendría que organizarse entonces en Andalucía con mil millones de euros recortados en Educación o con 20.000 alumnos estudiando en las 804 aulas prefabricadas que todavía existen en nuestra tierra?
Por la prensa sabemos que las supuestas reivindicaciones callejeras han sido instigadas por un antiguo asesor de Elena Valenciano y de Leire Pajín que trabajó para el PSOE en periodos electorales. Este personaje aparecido en escena no es, desde luego, alumno del instituto Lluis Vives. También sabemos que la web que usan los manifestantes la registró Compromís (coalición de izquierdas) dos días antes de las protestas estudiantiles.
El jefe superior de Policía, el que llamó enemigos a los alumnos, el que dio dos puñetazos en la mesa durante su rueda de prensa, fue nombrado por Rubalcaba cuando formaba parte del gabinete de Zapatero como ministro de Interior. Y en Madrid, las revueltas han sido agitadas por profesionales de la algarada. De hecho, la Policía identifica a quince de ellos como líderes de diversas protestas callejeras.
De momento las cosas no están nada claras. Seguro que poco a poco iremos conociendo más vinculaciones “inesperadas” que explicarán rarezas, coincidencias y colocarán a cada uno en su lugar. Ahora sólo sabemos que el motivo de las revueltas nunca existió.
Dos movilizaciones en un par de semanas. Ambas con un origen muy distinto al que se pretende aparentar. En España se ha prendido a conveniencia la mecha de la indignación callejara. Y permanecerá encendida bastante tiempo. De eso no tengo muchas dudas. La excusa, ya se verá.
*Alcaldesa de Fuengirola y candidata número 1 del PP al Parlamento de Andalucía por Málaga.