La portavoz de Plataforma per Catalunya (PxC) en el Ayuntamiento de Mataró, Mónica Lora, ha denunciado la concesión irregular de la licencia concedida a la mezquita de Mata-Rocafonda en el año 2002. La mezquita de Mata-Rocafonda es una de las cuatro existentes en la ciudad.

El equipo de gobierno ha reconocido que se concedió de forma irregular y por tanto que podría ser ilegal, por lo que en los próximos días PxC pedirá que los técnicos municipales estudien la situación y precinten el local si es oportuno, según la legislación vigente.

Durante el pleno marcado por su duración con casi 40 puntos de acuerdo, PxC ha retirado el punto relativo a la suspensión de concesión de licencias para nuevos centros de culto debido a que la comunidad musulmana quería instalar una nueva mezquita en la ciudad. Después de 20 minutos de debate y según las palabras de la concejala de PxC, “el equipo de gobierno y el consistorio han declarado que los musulmanes han desestimado su intención, por lo tanto es una gran victoria para nuestra formación y para los ciudadanos de Mataró, que no tendrán una nueva mezquita que podría ser la quinta de la ciudad”.

Según Lora, “los musulmanes querían crear una madraza coránica, tal como ha reconocido algún miembro del gobierno y el objetivo de PxC será frenar que la intolerancia del Islam tenga más presencia en nuestra ciudad”.

También se aprobó la moción de PxC, tal como ya ocurrió en Vic, relativa a la anulación del registro de parejas de hecho. La ley actualmente ya tiene legisladas estás uniones mediante acta notarial, y no mediante un registro alegal como es el que poseen algunos Ayuntamientos que se estaba convirtiendo en una fuente para la regularización de inmigrantes ilegales.

Por último, mediante una propuesta conjunta promovida por PxC, PP i CUP, y ante la minoría del gobierno, se aprobó la supresión de un cargo de confianza del área de administración y atención a la ciudadanía que cobra 60.000 euros al año. Actualmente el equipo de gobierno ya dispone de 6 cargos de confianza y éste es excesivo según palabras de Mònica Lora, que lo argumentó diciendo “que este es un cargo puesto a dedo por intereses políticos y la vacante tendría que ser substituida por alguien de la plantilla del Ayuntamiento”.