Próxima parada 11-M: manifestac?iones a “go-go”
La izquierda española no está en paz con el pasado y menos con nuestra historia más reciente. De ahí su interés obsesivo en reescribir la historia, la insistencia en la guerra civil, la estrategia continua de las dos Españas, la separación entre buenos y malos; y ahora, a “tomar las calles”, aunque sean con doscientas personas en cada capital de España. No importa la cantidad, importa el ruído que se haga.
La permisividad que ha tenido en España la izquierda, es brutal; debido en la mayoría de los casos por el calor que han recibido de dististos medios, así , y por qué no decirlo, por el recibido de algunos poderes del Estado. Las convocatorias y llamadas constantes a “echar gasolina” a nuestras calles, empieza a ser delirante, obsesivo e incluso delictívo.
La estratégia del PSOE, que nunca ha convocado una manifestación y sí su brazo sindical, lo único que desea con estas movilizaciones es deslegitimar la victoria de los populares por goleada en las dos últimas elecciones; pero esto de la llamada continua a manifestarse en Andalucñia roza lo absurdo y cae en el dilirio, ya que tienen como único fin no perder el último reducto de poder, como se prevé en las próximas elecciones del 25-M de Andalucía. Quieren gobernar agitando a la sociedad civil; un socialismo que ha lanzado el “banderín de enganche” y a su llamada han acudido perroflautas, radicales de izquierda y demás chusma deslegítimada una y otra vez por las urnas.
Izquierdístas “maestros” en movilizar a manifestantes que se dediquen a quemar contenedores y levantar barricadas, como lo visto en Barcelona o Valencia éstos días. El derecho a manifestarse es legítimo, lo que es ilegítimo y debe perseguirse con todo el peso de la Ley es la barbarie de estas turbas que compiten entre ellos a ver quién quema más contenedores,quién se enfrenta más con la policía o quién sube mas vídeos a su fcb haciendo más el gamberro.
Así, nuestra policía se siente vejada y menospreciada por éstos nuevos “kale borroka”, que aprovechándose de un estado en “quiebra”, después de la pasada por el zapaterismo de estos últimos años, con una cara dura impresionante, sigue llamando a la agitación y a la algarada, cuando han sido ellos mismos los que nos han traido casi tres millones de parados y un sinfin de corrupteras y unas adminisracioes arruinadas o que no sirven para nada, o solo para forrarse unos cuántos.
Incluso con la legitimidad que le da una manifestación autorizada por ser un derecho fundamental reconocido en nuestra Constitución, esta izquierda, a través de sus tontos útiles, llaman a la lucha a “sangre y fuego” y a una “intifada”, como la oleada de violencia-revolucionaria que se inició a partir del 29 de septiembre de 2000 en los territorios palestinos, como así se expreso el representante de los estudiantes de Valencia, megáfono en mano, a sus correligionarios.
Por cierto, este joven del Sindicato de Estudiantes apellidado Ordonez (un mal estudiante de querencias castristas que no se decide a acabar la FP), por su arenga a las turbas fe recibido por la Delegada del Gobierno y representanes en las Cortes Valencianas, en vez de ser reclamado por la Justicia para responder por un presunto delito de enaltación y apología del terrorismo con publicidad.
Por último, esperemos que las manifestaciones convocadas para el próximo 11-M, para vergüenza deos convocantes por haber elegido una fecha de luto nacional por el mayor atentado terrorísta de la historia de España ejecutado por islamitas-fundamenalista e ideado por Dios sabe quién, se celebre sin incidentes. Que los servicios de orden de las organizaciones convocantes echen de sus filas a los “infiltrados” de otras tendencias antisistema o de la extrema izquierda, para que el resto de los ciudadanos, que por supuesto estamos en contra del paro, la deuda, la bajada de sueldos y subida de impuestos, la inflacción, la inmigración ilegal, la corrupción y tantas otras cosas, podamos circular con toda normalidad por nuestras ciudades. Y si existe algún incidente los representantes de las organizaciones sindicales respondan ante quien corresponda, ya sea por vía administrativa, por los daños que se causen; o judicialmente.
Que visto lo visto, llevamos unos cuantos euros en el debe por estos nuevos gamberros de las pancartas.