Gallardón, entre la polémica y la razón
Dijo una cosa y la oposición entendió algo muy distinto. Se refirió a modificar la ley del aborto desde el punto de vista de proteger el derecho de la mujer a la maternidad (aunque no explicó como será) y todos se le echaron encima criticando su “intolerable ataque al derecho de la mujer” y acusándolo de “unirse a la derecha más dura”. Hablando a medias el ministro de Justicia ha generado, a su pesar, más polémica que soluciones.
En su discurso también fue parcial porque se refirió a los derechos a la maternidad en aquellas mujeres que quieren o podrían querer tener hijos, pero se olvidó de aquellas que no quieren tenerlos. Si se trata de modificar la ley habrá que aprovechar el tirón para tener en cuenta todas las posibilidades.
En este tema hay varios derechos fundamentales entran en colisión y habrá que dilucidar cual es prioritario sobre los demás, analizando caso por caso. El derecho a la vida del no nato, el derecho de la mujer embarazada a llevar a término o abortar, el derecho del padre (el que menos se tiene en cuenta).
Por último habría que estimular en la sociedad el apoyo a la mujer embarazada, desterrando los prejuicios que aún la condenan como a una apestada. Aceptar que la sexualidad forma parte del ser humano y que un “accidente” de los métodos anticonceptivos le puede ocurrir a cualquiera. Un nuevo ser va a venir el mundo, es un acontecimiento maravilloso digno de ser defendido. El aborto debería ser la última opción.
La ley hay que quitarla de raiz,y estos peperos y (con excepciones)demás politicos actuan como anticristos SATANAS,LOS QUIERE HACER SUS HIJOS,y van por buen camino jejejeje HA LA TUMBA CON TODOS LOS MASONES
La natalidad debería ser una prioridad de todos los gobiernos Estamos en un genocidio demográfico que nos lleva a nuestra destruccion