Nos enseña el verdadero rostro del islamismo y el peligro para Europa de una religión que exalta la fagocitación de cualquier forma de vida distinta a la de los musulmanes. Lo conoce de primera mano porque hasta los 26 años fue uno de ellos en su Pakistán natal. AD entrevistó a Imram Firasat, el pakistaní residente en España y sobre el que pesa varias amenazas de muerte tras anunciar su pretensión de quemar el libro sagrado de los musulmanes en protesta por la situación en la que viven los cristianos en esos países.

Imrat Firasat vive con su mujer y sus hijos en la capital cántabra. Ella se llama Jenny Setiawan y es indonesia de religión budista. El pecado de ambos fue haberse enamorado en un lugar, Pakistán, donde la implacable «sharia» no admite matrimonios mixtos, y mucho menos convivencia o hijos fuera del matrimonio. Este es el testimonio de Imrat Firasat.

-Cuéntenos cómo empezó su caso en su Pakistán natal

Nací en una familia musulmana de la sociedad radical pakistaní. Fui obligado a seguir el Islam y respetar a Mahoma. Lo hice sinceramente. Además sabía que mi religión no permite preguntar, dudar u oponer.

El cambio drástico en mi vida se produjo cuando conocí y me enamoré de una chica budista de Indonesia y quise pasar toda mi vida con ella. Pero el error que cometí fue no pedir permiso a la mezquita antes de enamorarme.

Una vez que empezamos a vivir juntos me di cuenta de que no me sería posible en ningún caso casarme con ella, ya que la religión islámica no permite a los musulmanes casarse con personas de otras religiones. Además, vivir juntos como pareja y tener relaciones sexuales es un gran delito en la sociedad islámica que está condenado con la pena de muerte.

Era la primera vez que me convertí en un rebelde y empecé a dudar acerca de la autenticidad de una religión que no entiende de sentimientos humanos, ni de amor, ni de nada que tenga que ver con la libertad humana. Enamorarme y vivir ese amor me trajo vejaciones, amenazas de muerte, agresiones…

Perdí la casa, a mi familia, mi país, mis memorias y todo por culpa de una religión que la seguí sincera y honestamente durante toda mi vida, pero que ponía fronteras al amor. Dejé de seguir el Islam y salí del Pakistán después de una larga lucha. Llevé a mi hijo pequeño conmigo en mis brazos y a mi mujer a mi lado, con la esperanza de una nueva vida fuera del territorio islámico; una nueva vida donde pudiésemos vivir con libertad, paz y derechos humanos.

-¿Por qué decidió venir a España con su familia?

No conocíamos nada acerca de España ni tuve planes decididos de venir aquí. Una vez que entramos en Europa a través de Alemania, llegué a España. Fue sin duda Dios quien me trajo a este bendito país. De no haber venido a España, nunca me hubiese encontrado con Jesús ni conocido Su mensaje ni su camino verdadero. España me ayudó en la situación más difícil de mi vida. Me siento orgulloso de ser un ciudadano de España. Este país me ha dado todo lo que no se puede imaginar viviendo en un país islámico y sometido a las leyes injustas del islam.

-¿Qué encontró usted en el Cristianismo que no le proporcionara el islam?

En realidad, comparar el islam con el Cristianismo es un insulto a Jesús. No se puede comparar el Cristianismo, la Biblia o a Jesús con nada ni nadie. Especialmente con el islam, que no es un fe espiritual sino un sistema político que fue creado por Mahoma con el objetivo de gobernar al mundo entero a sangre y fuego.

Pero si usted insiste aún en saber mi opinión sobre la diferencia entre el islam y el Cristianismo, le diré varias cosas:

Primera, el Cristianismo no permite ningún tipo de violencia y enseña a amar a todos, incluso a los que no creen en Jesús. Por el contrario, el islam ordena odiar a todos los infieles. Torturarles, matarles y someterlos al islam es el principal objetivo de esta creencia. El libro sagrado del islam está llenó de términos como matar, mutilar, golpear, pegar…

Segundo, el Cristianismo no muestra el camino de la venganza. La Biblia dice claramente que “si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”. Por el contrario, el islam enseña a sus creyentes sobre la necesidad de la venganza. Dice el Corán textualmente: “Expulsadles de donde os hayan expulsado, responderles en la misma manera que os han tratado. Matadles si os molestan”.

Tercero, el Cristianismo nos deja vivir conforme a nuestra propia libertad. El islam por el contrario pone tantas restricciones que te impide hasta respirar con tranquilidad.

Cuarto, los musulmanes siempre dicen que Mahoma fue un gran hombre y lo ponen incluso en un plano superior al de Jesús. Mahoma sin embargo nunca fue un profeta. El profeta de Dios no puede enseñar ni inducir a sus creyentes a matar, hacer la ‘yihad’ y a odiar. Además, se trataba de una persona tan ocupada en sus actividades sexuales que se casó con muchas mujeres, incluso se acostaba con una niña de 6 años. ¿Cómo puede ser profeta ni enviado de Dios una persona así? Mahoma es el personaje más dudoso de la historia de la humanidad.

Al contrario que Mahoma, Jesús sacrificó su vida para salvar la de sus hijos. Nos enseñó a elegir el camino de la Vida y del perdón para la salvación. Por eso insisto en que, de la misma forma que no puede compararse el cielo con la tierra, así tampoco podría compararse el islam con el Cristianismo.

-¿Teme usted por su vida?

El camino de seguir la Verdad y predicarla nunca fue fácil para nadie. Sé que lo que hago es lo mejor y lo más justo y Jesús nos enseñó a predicar siempre la verdad, que es lo que hace Alerta Digital, mi periódico de referencia en España. Si yo digo por ejemplo que el islam contiene innumerables mensajes violentos no estoy contando ninguna mentira, simplemente constato lo que es verdad. Si digo que Mahoma no fue un profeta sino un hombre astuto que creó falsas historias para conseguir sus objetivos, pues tampoco es una mentira. Seguiré luchando, contando la verdad y tratando de despertar a todo el mundo hasta que entiendan el peligro que representa el islamismo para nuestras sociedades libres.

-¿Ha tenido usted algún incidente en España con algún representante de la comunidad musulmana?

Sí, he sufrido la agresión física de algunos musulmanes a quienes no les gustaron mis opiniones acerca de su fe. Diariamente recibo amenazas por correo electrónico. He recibido también varias veces amenazas de muerte por teléfono. Hace poco, algunos periódicos islámicos establecidos en Cataluña publicaron noticias amenazándome con tomar acciones contra mí si no cesaban mis acusaciones contra el islam.

Pero insisto, si el camino para cambiar el mundo y traer una revolución fuera tan fácil, el mundo sería hoy un lugar pacifico. Pero no lo es; por eso seguiré luchando sin temor a nadie.

-¿Debería ser ilegalizado el islam en Europa?

Claro que sí. Sé que no será una decisión fácil para las autoridades, pero algún día lo tendrán que hacer. Espero poder ver el día en que el pueblo europeo se levante con todo su poder para preguntar a sus gobiernos por qué han permitido la existencia en esta tierra de una religión tan violenta e injusta. Si me lo permite, aprovecho la ocasión para hacer dos preguntas y me comprometo a dejar de luchar contra el islam si alguien es capaz de convencerme con sus respuestas: Una, el código penal español no permite ningún tipo de violencia directa o indirecta, ni tampoco ningún tipo de discriminación entre personas y tampoco permite las llamadas al odio. Por el contrario, el Corán permite las matanzas, la guerra santa, odiar, discriminar, la violencia contra los enemigos, principios que son contrarios a las normas españolas. Vemos cómo a diario se incita al odio contra los no musulmanes en España y el resto de Europa. ¿Por qué entonces las autoridades dejan que ese libro siga circulando en España? Necesito una respuesta. Necesito que el Gobierno español me aclare mis dudas.

Dos, la Constitución española nos permite a todos los ciudadanos la libertad de expresión y el derecho a la libertad religiosa. Por el contrario, el libro sagrado de los musulmanes no permite ningún tipo de libertad de expresión ni permite la libertad religiosa. Según el Corán, cualquier persona, musulmán o no, si critica a Alá o Mahoma debe ser asesinado al constituir un gran delito. También dice el Corán que si algún musulmán dejara su fe será castigado con la muerte. Además, el Islam no reconoce ninguna otra religión y dice claramente que “los creyentes del islam tienen que hacer la yihad contra los que no creen en Alá y Mahoma hasta que el mundo entero sea solo por Alá” y para lograr ese objetivo a los creyentes del islam se les permite matar a los infieles.

¿Por qué entonces las autoridades de España dejan que este libro circule por España. Necesito una respuesta. Necesito que el Gobierno aclare mis dudas.

-¿Qué respondería usted a los políticos que repiten como un mantra la leyenda de que el islam es una religión pacífica?

Les ofrezco a esos políticos un debate sobre el islam para que la gente pueda tener dos puntos de vista y a partir de los cuales sacar sus propias conclusiones. Reto a cualquiera de ellos a una discusión pública sobre la conveniencia o no de prohibir el islam en España. Me gustaría que alguno de esos políticos, mirándome fijamente, fuese capaz de decirme que el islam es una religión pacífica. Por culpa de las enseñanzas de esa supuesta religión pacífica hemos tenido un 11-S. Gracias a esa religión pacíficas tenemos a decenas de organizaciones terroristas en todo el mundo que no nos dejan dormir tranquilos. Un libro que está lleno de invocaciones violentas es la base de lo que los políticos llaman una religión pacífica. Ninguno de ellos ha leido nunca nada del Corán. Les invito a que lo hagan. Siento mucha vergüenza de esos políticos ciegos que son capaces de llamar pacífica a una ideología generadora de tanto odio y muerte como el islam.

-Pero entenderá que cueste creer que los políticos occidentales estén tan ciegos…

Los políticos defienden el islam porque les preocupa el petróleo, sus intereses económicos y tener unas buenas relaciones con los países productores de petróleo. A los políticos no les importa que el islam esté introduciéndose gradualmente en nuestras sociedades, apoderándose de nuestra tierra, nuestra libertad y nuestra cultura.

-¿Ha tenido usted el apoyo de algún partido político u organización supuestamente defensora de los derechos humanos?

Nadie apoya a alguien que habla en contra del islam. No me ha apoyado ningún partido político, ni organización defensora de los derechos humanos. Todo el mundo tiene miedo al islam. Por desgracia, la gente no responde ante los desafíos con el grado de heroísmo con que se hace desde este periódico. Nadie quiere ofender a los islamistas porque saben que son muy violentos y que siempre están dispuestos a practicar la violencia contra los que critiquen a Mahoma, independientemente de la veracidad de los argumentos. Pero alguien tiene que alzar la voz, alguien tiene que tomar acciones contra una ideología violenta que está destruyendo la paz en el mundo. Por eso no es importante para mí los apoyos que usted menciona. Seguiré mi lucha por mi cuenta. Dios está conmigo. Dios nunca abandona a los que luchan por su causa.

-¿Qué quiere reivindicar quemando el Corán?

El objetivo de quemar el Corán públicamente es dar un mensaje a los islamistas establecidos en todo el mundo, incluso en España: que ya no aguantaremos más los malos actos que cometen por seguir las insgtrucciones de ese libro. Quemar el Corán podría remover muchas conciencias y alertar a muchos. Quemar el Corán no será una acción contra los musulmanes sino contra una ideología violenta e incompatible con cualquier sociedad libre que crea en la libertad, el amor, la paz y los derechos de las personas. Mucha gente me aconseja que quemar el Corán es un acto de locura porque ofendería a millones de personas. Les respondo que lo que es una locura es que esos millones de musulmanes nos tengan sin vivir a mucha más gente en el mundo que desea vivir en paz.

-¿Qué respondería usted a quienes dicen que sus amenazas de quemar el Corán buscan solo notoriedad y dinero?

Es muy normal que la gente piense así. Aunque yo les preguntaría a esas personas: ¿Quién podría buscar la notoriedad haciendo algo que muy posiblemente me costará la vida. ¿Creen de verdad que alguien en su sano juicio podría buscar la publicidad enfrentándose a los islamistas? Habrían medios mucho más fáciles y seguros. Vivimos en una sociedad tan materialista que a la gente le cuesta creer que alguien pueda hacer algo por su fe y no por el dinero. Lo que hago es por la satisfacción de saber que estoy luchando contra algo que es responsable de tanto dolor, tanto miedo, tantas lagrimas y demasiadas muertes en nuestro mundo. Es el momento de luchar contra esta injusticia. Los que piensan que estoy ganando dinero al hablar de estas cosas, se equivocan. Nadie me ha dado un euro ni yo lo aceptaría. Lucho por algo en lo que creo y lucho también por todos los miles de españoles que merecen un futuro mejor que el que les ofrecería el islam. Si no reaccionamos ahora, pronto nuestras iglesias serán convertidas en mezquitas, las mujeres españolas tendrán que salir tapando su cara y su cuerpo y tendremos hasta que olvidarnos de la palabra ‘Libertad’.

-¿Ha recibido usted amenazas procedentes de representantes del Estado español para que abandone España?

No digo que me haya amenazado el Estado español, pero sí algunos de sus representantes. El día que me citaron en Comisaría y me tomaron declaración sobre mi intención de quemar el Corán, me preguntaron que por qué no me iba a otro país. Me lo dijeron varias veces. Yo les respondí que ‘cómo me pedían irme a otro país si yo soy ciudadano español y amo profundamente a esta patria’. La verdad es que me pareció un acto de discriminación. Además me dijeron que si seguía adelante, podria ser juzgado por dañar los sentimientos religiosos de los musulmanes.

-¿Cree necesario para España la existencia de partidos como Plataforma per Catalunya?

En mi opinión, más que un partido político necesitamos gente que abran sus ojos para ver el peligro que ya ha entrado en la sociedad, y se atreven a alzar la voz. Un partido político no podrá cambiar nunca nada hasta que los ciudadanos pidan explicaciones al Gobierno. En mi opinión tenemos que hablar de ese tema tantas veces como sean necesarias para que la gente conozca el verdadero rostro del islam. Hay muchos ciudadanos europeos que, bien por comodidad intelectual o por su escaso compromiso ético, atribuyen el fenómeno del terrorismo islámico a cuatro exaltados y extremistas que no representan a la mayoría. Ese es un inmenso error en el que nos están haciendo caer. La violencia islámica no brota de unos determinados grupos de radicales sino que tiene su asiento en un libro que predica la destrucción y el odio. Mientras le gente no sea consciente del peligro, no podremos aspirar a vivir en un mundo más seguro.

-¿Cree que los políticos europeos y españoles se han rendido al islam?

Sin ninguna duda. Los políticos de todo el mundo, y también los españoles, se han rendido al islam o, por lo menos, no quieren enfrentarse al islam. Esos políticos están arrastrando a sus países a un futuro muy oscuro. Cierran sus ojos y permiten que en España y en Europa hayan ya miles de mezquitas legales y clandestinas donde se adoctrina a la gente para matar a los infieles, pegar a las mujeres… ¿Dónde vamos a parar con esa situación? Mi mensaje a todos los políticos sería simplemente que pensaran en el futuro y no solamente en el presente. Que abran sus ojos y tengan la honradez de respondernos si el islam es una religión pacifica o una ideología violenta e incompatible con nuestras leyes.

-¿Qué opina de los problemas que empiezan a causar los musulmanes en España, y más concretamente en algunas de sus regiones?

Fui un musulmán hasta los 26 años. Entiendo perfectamente cómo piensan los islamistas, cómo planifican las cosas y cómo actúan. La estrategia de los islámicos es, primero, entrar en un país como simples negociantes o inmigrante. Luego traen a más miembros de sus familias. Así incrementan el número de habitantes y cuando ya son bastante empiezan a construir las mezquitas, entran en la política del país, presionan a los políticos para que cedan a sus insaciables exigencias e intimidan a todo aquel que se atreva a criticarlos. Luego llega el día que nos asombramos cuando vemos que son más fuertes, están mejor organizados y son más que nosotros. Pero ese día ya es muy tarde. Así es como los musulmanes se apropian poco a poco de la tierra, la libertad y la cultura del mundo occidental. El ejemplo es Inglaterra, que se parece ya más a Afganistán que a un país europeo.

En España tenemos la muestra de Cataluña, donde las mujeres musulmanas, pese a vivir supuestamente bajo la protección de las normas españolas, son sojuzgadas a través de la ‘sharia’. En Cataluña ya hay una mezquita cada veinte kilómetros; los musulmanes están dentro de los partidos y pronto crearán el suyo propio. Eso no nos indica nada bueno de cara al futuro. Hoy permitimos la multiculturalidad y ése está siendo el caballo de Troya para que mañana no haya en España y en Europa más cultura que la islámica. ¿O acaso se respeta la multiculturalidad en alguna nación musulmana que usted conozca?

-¿Por qué cree que la Policía le conmina a usted a que abandone España y no por ejemplo al imán de una localidad catalana que sermonea a sus fieles sobre cómo maltratar a las mujeres?

Yo también quiero saberlo. Además, cualquier persona que incumple la ley española o no es leal a la nación que lo acoge, tiene que ser expulsado. En mi caso todavía no puedo entender que me invitaran a irme a otro país pese a no haber cometido ningún delito en España; por sólo denunciar un libro que viola las leyes españolas, en uso simplemente de mi libertad de expresión.

En cambio este imán, que incita el odio contra las mujeres, se encuentra en libertad y nadie le aconseja que abandone el país. Claro que tampoco puedo culpar a toda la Policía por las palabras de uno de ellos. Sólo quiero que me dejen vivir y ejercer mis derechos en un país por el que daría mi vida.

-¿Qué representa para usted el contacto diario con Alerta Digital?

Es un honor para mí tener relación con Alerta Digital. El periodismo verdadero significa no tener miedo a nadie, no esconder nada, contar la verdad y alzar la voz en favor de lo que es correcto y esas cualidades están sobradamente representadas en este periódico. Alerta Digital es algo muy especial para mi. Me enseña cosas del universo islámico que hasta yo mismo desconocía.

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