Jesús Sánchez Adalid: “La aritmética y Aristóteles se la debemos a los mozárabes, no a los musulmanes”
Hemos conversado con Jesús Sánchez Adalid, sobre su última novela, ‘Alcazaba’, ganadora del premio Alfonso X El Sabio. Departimos con él sobre la “España musulmana” para concluir que es más justo decir que “España son los mozárabes” a decir que “Asturias es España y lo demás…”.
-¿Ha cumplido un deseo al meter la historia de Extremadura en su novela?
Sí, aparte de eso la ciudad de Mérida en sí misma, que fue la segunda capital del imperio, sin embargo es muy desconocida, y de haber sido tan importante en época tardorromana y visigoda, trae la consecuencia de que lo siguiera siendo durante la dominación musulmana, porque el error que tenemos es simplificar la historia y pensar que cuando termina un periodo, inmediatamente empieza el otro.
El hecho de que exista una dominación más o menos violenta no significa que desapareciera toda la población precedente con toda su cultura. Me pareció que todo eso tan desconocido debería pasar al imaginario colectivo, y la forma mejor de hacerlo es con la nueva novela histórica que está cumpliendo una función que era una asignatura pendiente en nuestra literatura.
-¿A qué se refiere con lo de nueva?
-En España no hemos tenido novela histórica, porque Galdós no es un novelista histórico, es un novelista que narra acontecimientos contemporáneos, porque todos los protagonistas de esos acontecimientos están vivos todavía en su época y se lo cuentan a él y él después lo narra en sus novelas. Lo mismo sucede con Baroja, que tampoco es novelista histórico en sentido puro.
Desde hace dos décadas, nosotros estamos cumpliendo una misión que era un vacío que teníamos. La literatura anglosajona tiene muchos novelistas históricos, la europea también y sin embargo en España siempre hemos leído novela histórica traducida. No hay nada escrito sobre Hernán Cortes, lo que hay es El Dios de la lluvia llora sobre México, que lo escribió un extranjero. Ahora se puede hacer muy bien; hay mucho subproducto y mucho pastiche, de enigma mal hecho, pero se puede hacer algo bueno y es lo que estamos intentando.
-¿Qué importancia tiene que la historia se cuente bien o mal, que se la inventen; por qué importa que sea riguroso el acercamiento a la historia, aunque sea novelado?
-Porque el ser humano se debe a la verdad, tenemos que ser veraces y contar las cosas tal como fueron, aunque muchas veces nos pese. Por desgracia, hay gran parte de verdad en eso de que la historia la escriben los vencedores, con demasiadas batallas y conflictos, pero para eso está la vocación de veracidad del ser escritor y del ser humano, para que contemos las cosas aproximándonos más a cómo debieron ser. Es importante, porque la historia cumple una función docente esencial: que el hombre no repita sus fallos y aprenda de sí mismo, mire hacia dentro; viene desde los griegos, conócete a ti mismo, la humanidad debe conocerse y la forma de conocerse es a través de la historia, no hay otra forma.
-Si la historia la hacen los vencedores, ¿cómo es que tenemos una imagen idílica del islam, si perdieron?
-Porque es una imagen que surge en el romanticismo por una serie de acumulaciones de tópicos, a la que contribuyó mucho la visión particular de algunos intelectuales como Blas Infante, Américo Castro. Después ha surgido mucha literatura con cierta fantasía, que magnifica aquel Al-Andalus. Eso es perfectamente legítimo, ahora bien, también tiene que surgir otra parte que sea más acorde con la realidad, con lo que fueron las cosas. Me parece que es muy injusto que nunca se haga referencia a las poblaciones cristianas del Al-Ándalus, que eran muy numerosas y florecientes.
De esos tópicos surgen leyendas que han pasado a nuestra cultura, como por ejemplo que a los árabes les debemos la aritmética, la matemática, o que se conservara la filosofía de Aristóteles. Eso es falso, eso lo conservaron los mozárabes, que eran los que conocían la lengua griega, que era la lengua litúrgica, de la liturgia de San Juan Crisóstomo; y los que conocían el latín, porque era su lengua culta. Y todo eso estaba en los libros que se trascribían una y otra vez en los monasterios que siguieron funcionando. En esta novela hablo de alguno de ellos, como el de Cubillana o Cauliana, donde estuvo el abad Renovato, o la vita de los padres emeritenses, en la época del arzobispo Masona, se crearon los primeros hospitales de la humanidad.
-¿Le duele la historia al revivir esos traumas del pasado?
-No es como un trauma que yo viva particularmente, veo que hay cierta injusticia. La civilización de Al Ándalus es muy interesante, muy hermosa, nos ha dejado unos vestigios preciosos, solamente hay que ver la Alhambra o la mezquita de Córdoba, pero también debe reconocerse que existen otras cosas. La mayoría de la gente no ha visitado San Juan de Baños, en Palencia, es muy triste, aconsejo que lo busquen al menos en internet, se asombrarán al ver el parecido asombroso de esa iglesia mozárabe con la arquitectura musulmana de esa misma época. ¿Quién copió a quién?
-¿Por qué no consiguió el poder islámico aunar voluntades y fundar un pueblo?
-Porque había un sustrato tribal importantísimo, el gran error en la historia son las simplificaciones y pensamos que la umma musulmana estaba unida, y es todo lo contrario, había cabilas bereberes que estaban en los alfoz de todas la ciudades y eran el sustrato más importante, había una oligarquía que era una minoría árabe que había venido fundamentalmente de Damasco, de lo que hoy es Siria, había venido una población importante del norte de África, existían los muladíes, que eran musulmanes descendientes de la población romana hispano-visigótica, y esta masa nunca llegó a unir, fue siempre la génesis de todas las divisiones que se produjeron a lo largo de los siglos, las diversas rebeliones y los reinos de taifas que fueron surgiendo a lo largo de todo el periodo de Al Ándalus. De hecho, la primera división fue el emirato independiente y después el califato independiente, que rompió con el comendador de los creyentes que en realidad era el monarca que vivía en Arabia, en la tierra del profeta. No era una población homogénea, y además estaban los dimmies, los hombres llamados del libro, cristianos y judíos, en un mosaico tal era muy difícil conseguir una unidad. La hubo en determinados momentos, pero costaba muchísimo trabajo. Esto no lo dicen los cristianos, sino las crónicas musulmanas. El único documento que tenemos aparte de la crónica mozárabe son algunas cartas de la cancillería de Eginardo, todo lo demás son cronistas musulmanes, no se puede falsear, es lo que escribieron ellos de ellos mismos; no estamos haciendo un remedo sobre todo lo que se ha contado, estamos contando lo que se contó en su época.
-Por lo que cuenta en los apéndices, da la sensación de que la población cristiana estaba dispuesta a aceptar a los árabes lo mismo que aceptó a los visigodos, que también eran una pequeña minoría que ocupa un país. ¿Por qué los visigodos consiguieron el favor de la masa?
-Los visigodos tardaron muy poquito tiempo en convertirse, lo primero que hicieron fue abandonar el paganismo que traían, y los musulmanes conservaron su religión. No hay que olvidar que los cristianos de aquella época no consideraban a los musulmanes paganos, los consideraban herejes, era la herejía mahomética, a Mahoma se le consideraba un hereje. Hubo coexistencia real durante mucho tiempo, la prueba es el sustrato de población muladí, del cual se ha hablado también muy poco. Los muladíes no llegaron a unirse nunca con la masa oligarca árabe, fueron en determinados momentos el sustrato de población más importante.
Hay detalles sorprendentes que dan la prueba de que el problema racial existente, por ejemplo que la saga de los Abderramanes. Abderramán III tenía en sí mismo la sangre de la población autóctona cristiana y sus rasgos lo decían: tenía los ojos azules, era rubio, y se pasó toda la vida tiñéndose el pelo de negro, porque quería pertenecer a la oligarquía árabe, que era la que había venido de la tierra del profeta. Lo sabemos porque lo cuentan sus propios biógrafos musulmanes, no es un invento de los cristianos. Hubo un problema, y la prueba son estas grandes rebeliones constantes. Ahora se está produciendo en Libia una secesión, eso se veía venir. Es algo que yo decía a mis amigos: esperad a ver lo que tarda Libia en hacerse dos o tres países. El mundo musulmán es así.
-¿En el tema del reino dormido, hay una referencia histórica pero tiene también relación con la actualidad, con que la gente tiende a conformarse con el poder en vez de reclamar la justicia?
-Le ha pasado a la humanidad muchas veces. Mientras la gente está alimentada, divertida, generalmente no hay ningún problema. Cuando empiezan a faltar los elementos de supervivencia, empiezan los conflictos. Las grandes crisis siempre han parido guerras, y no hay que ser agoreros, estos grandes problemas económicos como el que estamos viviendo pueden degenerar en graves conflictos sociales. Hay que vigilar, porque tenemos que aprender de la historia.
-¿El norte de España aparecía como paraíso o tierra de promisión?
-Parte de la población, en los cien años siguientes a la ocupación musulmana, soñaban con la restauración del “orden godo”, y soñaban con que Toledo volviera a ser la ciudad regia, por eso miraban donde estaba el sustrato visigodo, que eran las montañas de Asturias.
-La ayuda que se espera y que no llega, ¿incluye una crítica al cristianismo actual, que en algunos sitios es perseguido sin que su situación la conozcan los que viven tranquilamente en Occidente?
-Sí, estoy repitiendo durante las entrevistas que hacen referencia a esta novela, que desde luego se parece mucho a la realidad de los coptos o armenios en el mundo presente, o a los cristianos del Líbano, o a los de Oriente Medio, en cualquiera de sus variantes. La población mozárabe es interesantísima. De hecho, Simonet dedicó una parte importante de su vida a escribir los cuatro famosos tomos de la historia de los mozárabes de España, en los que quería poner de manifiesto que ahí está realmente la base, el cimiento, de lo que somos. Porque nuestra lengua no vino del norte con los reconquistadores, nuestra lengua es la que estaba aquí, las lenguas romances son las lenguas vernáculas, rústicas, que derivan del latín, por eso se parecen el portugués, el gallego, el castellano, el catalán. Porque todas tienen el mismo origen, no es una lengua recibida, es la lengua originaria de los pueblos hispanos, es la lengua de la romanización. Lengua que adoptan los visigodos.
-Saltando un par de siglos más, siempre se nos ha dicho que los mozárabes se extinguieron, que fueron expulsados por los almorávides.
-No se extinguieron, se desplazaron cuando empezaron a tener problemas después de la dictadura almidí, de Almanzor, se trasladan, pero Cataluña le debe todo a los mozárabes. Gerberto de Aurillac, el papa Silvestre II, vino a estudiar la gramática y aritmética famosa a un monasterio mozárabe, a Santa María de Ripoll, en Cataluña, que lo habían fundado mozárabes que habían venido de otros lugares de España. Y si alguien ha visitado San Miguel de Celanova, igual, la ribera sacra, eso son todo fundaciones de movimientos de población que fueron trasladándose desde las grandes ciudades hispano-romanas y visigodas. De todas, por eso no se puede decir de Al Ándalus, porque Al Ándalus ni siquiera tiene entidad en esa época como tal. Es un concepto que hemos hecho nosotros después. Ahí va gente de Toledo, de Mérida, de Lisboa, de Córdoba, de todas las grandes ciudades peninsulares del imperio romano; de Cádiz, de Málaga, de todas las ciudades.
-Lo mismo que tienen una presencia en el mundo árabe que no es conocida, ¿también los cristianos del norte no les quieren reconocer su mérito dentro de su propia sociedad, como si estuvieran celosos de que estos que vienen les quiten el poder?
-Claro. Sí, pero es tan sencillo como hacer un estudio de los concilios particulares de la Iglesia. Los obispos se desplazaban para reunirse en concilio, y cuando firman se ve perfectamente su procedencia. Ha habido una serie de simplificaciones, no sé si interesadas, para construir otra realidad. Parece como si España surgiera después de los Reyes Católicos. ¡No señor! El arzobispo de Toledo, que era el primado de España, se traslada a Roma después de la dominación musulmana, y en Roma firma, se conserva su firma, como “archiepiscopus Hispaniorum”, como arzobispo de España, allí era muy difícil explicar el lugar (ciudad) de donde venía, está en la cabeza de la cristiandad y cuando habla, habla como arzobispo de Hispania, y el nombre de Hispania es romano. Esto no tiene nada que ver con el nacionalismo, sino con la geografía e historia. El nacionalismo es una creación intelectual que necesita otro proceso, en el siglo XIX. Se generan una serie de reinos por las necesidades de la Reconquista, León, Navarra, ni siquiera Castilla, que era un condado en prinicipio; y los primeros reyes no son ni de Asturias, ni de León ni de nada, son los reyes de Galaecia, y se acabó, el último de ellos es Sancho Ordóñez (895–929) y la reina Goto. De ahí surgen una serie de reyes. Y Galaecia es un territorio tan extenso que abarcaba toda Asturias, Galicia, Cantabria… que nadie se lo apropie, llegaba prácticamente hasta Extremadura.
-¿España es un país más violento de lo normal?
-No, creo que hay muchos pueblos mediterráneos que han vivido una historia muy semejante. Grecia tiene una historia turbulenta, tuvo una dominación musulmana muchísimo más reciente que la nuestra, es como si hubieran terminado la reconquista hace unos años, sus bisabuelos todavía estuvieron luchando contra el turco, buscando la independencia, y eso está en la misma raíz del ser y de la identidad nacional de los griegos. Es verdad que nuestra historia es especialmente conflictiva, pero eso nos ha enriquecido, el paso de diversas civilizaciones, de diversos pueblos, yo siempre digo que me enorgullezco de pertenecer a pueblos que han sido invadidos en múltiples ocasiones, porque eso conforma un poco lo que somos.
-Yo me refería a si no hay hipocresía, o lo que decía T.S. Elliot de que el hombre no acepta demasiada realidad, ¿tendemos por eso a aceptar una visión edulcorada de la violencia?
-Puede ser. Mis editores se sorprendieron de que esta novela se pareciera muchísimo a la primavera árabe, porque esto es realidad, esto no es una construcción, por supuesto es novela, hay una parte de ficción, los personajes, los diálogos, pero el armazón y el escenario es la realidad, está sacado de las crónicas. Nos hemos creído que estamos en los tiempos definitivos de la solución de los problemas de la humanidad, y no, estamos en un lugar más del camino, en un hito, un tramo más, no hemos llegado al final, eso es agustinismo: la ciudad de Dios y la del hombre son paralelas, el hombre va caminando, con los errores del ser humano y los inconvenientes de la existencia, y uno de ellos es la guerra, pertenece al mundo, lo dicen los sabios de la antigüedad, al mundo temporal, no al espiritual, la guerra está en el ser humano, en todo, en la Iglesia, en un convento, en una familia.
-Ese progresismo que nos hace pensar que tenemos superado cierto tipo de brutalidad, parece que nos permite condenar en bloque, en plan memoria histórica, a una dictadura, a una época, porque somos los buenos.
-El problema es confundir la realidad con lo deseable, ese es el error. Cierta falta de realismo y cierta falta de previsión, creer que la utopía es alcanzar ya lo que está en el sueño utópico. Y después chocamos con la realidad y tenemos una sociedad frustrada. ¿Es que tú no sabías que esto pertenece a la realidad? ¿No sabías que las crisis te cogen desprevenido? Nadie sabe dar explicaciones, ni el político y el intelectual de altura, ni el pueblo sencillo. Hay explicaciones para todos los gustos, pero realmente no sabemos lo que nos ha pasado. Tenemos que terminar de darnos cuenta de que el ser humano tiene que mirar hacia algo más, tener otros ideales, porque como nos conformemos con lo inmanente, estamos perdidos.
-¿Existe un peligro de incubar la violencia por no haberla sabido explicar, con visiones de la historia simplificativas, donde unos tienen la culpa de las guerras y otros son los buenos? Los que se creen buenos, ¿están incubando la violencia porque no saben hacerla propia, asumir su propia historia?
-Estoy totalmente de acuerdo, lo has explicado muy bien. Realmente es así.
-El principio de la novela, ¿tiene cierto paralelismo con la actualidad cuando se lamenta un eclesiástico de la falta de interés por el pasado, de la falta de formación de los cristianos, de que la gente ya no lee?
-Ese discurso está sacado de los escritos de Álvaro de Córdoba, un obispo contemporáneo a la novela, nos deja ese escrito un poco desconcertante. Se queja amargamente, igual que el abad Esperaindeo cordobés, de que la gente se está haciendo harenes, adoptando la sensualidad oriental, perdiendo las enseñanzas de la patrística hispana, se olvida la lectura de los tratados de San Agustín o San Isidoro, que es el referente intelectual de esta civilización, y la gente empieza a leer a Al-Farari y a los místicos orientales. Esto es la vida misma, la Biblia en pasta como dicen en Extremadura, ha pasado a todas las civilizaciones cuando entran en decadencia. Hay una frase, un lugar común: en tiempos de crisis, volver a los orígenes. Hay muchos pensadores que cuando se producen estos aceleradores históricos misteriosos, raros, se les enciende la luz, se dan cuenta de que la sociedad empieza a decaer y de que el mundo va al desastre, al fracaso, empiezan a mirar hacia atrás. Tampoco esa es la solución, pero sí hay que mirar para atrás porque tenemos que aprender de nosotros mismos, es la forma de conocernos.
MI enhorabuena Reverendo Padre don Jesús Sánchez, veo que usted sabe de Historia, y es cierto los musulmanes son unos copiones, el arco de heradura es visigodo, las columnas romanas, las cúpulas de los bizantinos, ytodo el saber matemático viene de la India, no del Islam, pero bueno n oentro a polemizar con gente arrabalera, cuyos estudios son de la Universidad de Mula, Jaca, Cacabelos y demás, siga así reverendo Padre, ánimo y adelante.
aver los arabes han estado aqui 800 años asi que la mayoria de vosotros tendreis descendientes arabes o moza-arabes.
veo que haceis lo possible para alimentar vuestas mentiras !!!!!
me gustaria ser español para poder eligir mis descendientes jajaj olle porque no aprobrobexar y deceis que sois vikingos ¿?¿?¿ ayy valla españoles
mas locos !!!!
Mira bereber, hay una cosa llamada árbol genealógico, a ver si te enteras.
¿Blas Infante intelectual?.
Ni jarto grifa me lo creo del neomorito.
Blas infante era más moro que los moros e incluso que se llegó a convertir al islam. Petantas falsedades.ro eso lo callan los historiadores. Por eso se “saco de la manga”
Blas infante era más moro que los moros e incluso que se llegó a convertir al islam.Por eso se “saco de la manga” tantas falsedades.
Para Al- Canut-O Sólo descalificas pero nada aportas, bobo. Da tus razones históricas complejas (no simplistas) y tu visión matizada (no maniquea). Te leeremos. En cuanto a “curilla de pueblo” te aseguro que lo es, pero por generosidad decisión y voluntad propias. Su preparación académica y laboral le hubiera permitido (y le permitió) acceder a donde quizás (digo quizás) tú nunca hubieras llegado. Pero, ya ves, decidió, sin alharacas, ser cura de pueblo. Por otro lado, su éxito como novelista es incuestionable, bobo. Así que si le hubieran encantado las “pelas” no estaría donde está. Y te aseguro, bobo, que… Leer más »
No malgaste ni una palabra con la gente que solo comenta para trollear, quieren romper la conversación y como no tienen argumentos ,descalifican.
Cuando Adalid llegó a Cáceres para estudiar Derecho, yo ya era licenciado universitario, so tonta. Y por supuesto que jamás hubierra llegado a ser cura, no soy tan memo.
Nota del moderador: Vamos fantasma, que te quedaste en EGB.
1.En estos momentos estamos viendo en España y resto de países occidentales a un buen número de traidores que están haciendo exactamente lo mismo que lo que hicieron los traidores en los años de dominación musulmana: convertirse al islam. Y cuantos más musulmanes haya en Europa más occidentales se terminarán convirtiendo al islam progresivamente. Es lo que tienen las mentes traidoras, que se apuntan al sol que más calienta. Por eso repugnan los actuales conversos porque están haciendo exactamente lo mismo que se hizo hace más de 1000 años y que facilitó la llegada y asentamiento de los musulmanes en… Leer más »
A ver si nos vamos enterando: la mayoria de musulmanes que hubo en la España musulmana tras 711 eran étnica y racialmente españoles descendientes de visigodos, íberos e hispano-romanos,simplemente se convirtieron al islam, de hecho muchos de los que cruzaron el estrecho(relativamente pocos) no eran magrebíes sino que eran vandalos -pueblo germano- que tras el saqueo de Roma fueron a parar a Cártago y allí se establecieron asumiendo el Islam como religión, de ahí que Abderramán o Boabdil(y muchos otros) hayan quedado retratados en los códices de los primeros siglos de la reconquista como tipos pelirrojos o rubios, eran vándalos… Leer más »
Muy interesantes los datos aportados. Los descendientes de visigodos, íberos e hispano-romanos se convirtieron al islam y por lo que sabemos eran mayoritariamente cristianos. Esto puede suponer un segundo frente de islamización de España: abandonadas o perdidas las genuinas raíces cristianas entre los españoles, quién puede asegurar que no pasarán al islam? Todo este proyecto liberal mundialista de ataque y derribo a la civilización cristiana europea puede acabar , tener como desenlace una progresiva islamización. Más aún ahora que los saudíes disponen de una ingente riqueza en petrodólares y cierta oligarquía empresarial española va teniendo intereses muy importantes con ellos,… Leer más »
Si tenemos en cuenta que el norte de africa no era de los mauros, sino de los visigodos y de los vandalos, que el conde visigodo de Septa(Ceuta), convetido al Islam quiso destronar al rey Rodrigo y envio a los neandertales del rif (no lo digo por ofender, sino por recientes estudios que ubican alli a los ultimos descendientes de ellos) a conquistar la peninsula. Vamos, lo de siempre, Godos mandando y mauros a regar de sangre españa. La cultura del califato de Cordoba era la cultura de Hispania desde hacia mas de 1000 años con fenicios, griegos, cartagineses y… Leer más »
En época romana y hasta el final del primer milenio (luego ya la cosa empezó a cambiar debido a la llegada de algunas etnias árabes, de población subsahariana y de distintas migraciones) los cromañoides-bereberes del norte de África (que eran predominantes pasando incluso Libia) no se diferenciaban demasiado del resto de población sureuropea, pues eran igualmente “blancos” mediterráneos. De hecho, salvo los esclavos, el grueso de los ejércitos cartagineses (cuyos bustos son muy similares a los griegos o romanos) provenían de esa zona. Otra cosa es cuando se tiraba más pabajo (mauros) en las zonas limítrofes con Mali
El Padre Sánchez Adalid, además de sacerdote, es un novelista de gran éxito. Fue juez de primera instancia durante dos años. Para quien no sepa de Historia, los mozárabes eran los leales españoles que no se conviertieron al Islam con la INVASIÓN de 711. Hay que decir que los árabes entraron en la Península con el pretexto de dar soporte al bando del pretendiente visigodo Aquila frente a Roderico (Rodrigo). Como siempre, los árabes han entrado en los países con pretextos: en el 711, ayudar a Aquila, y hoy “pagar las pensiones”. En la Hispania (España) de inicios del siglo… Leer más »
Con esa visión tan simplista y maniquea que tienes de la historia, no me extraña que te tragues a gusto todas las patrañas que escribe este curilla de pueblo a quien le encantan las pelas.
Nota del moderador: ¿Y a tí qué te encanta, basura bastarda?
¿Simplista y maniqueo Jesús Sánchez? ¿Y tú pretendes haber leído algo de él? ¡Venga ya, fantasma! No tienes ni reverenda idea de lo que dices.