España se la juega en Navarra
Es cierto que en España, cuando hablamos del separatismo -alimentado por enemigos seculares de dentro y de fuera de la nación- solemos referirnos normalmente al problema en las Provincias Vascongadas y a Cataluña. También es cierto que en Galicia no deja de crecer el sentimiento nacionalista, diseñado por Fraga y alimentado por Feijóo.
Pero si bien, en aquellos lugares puede encontrarse un origen claro en diversos hechos históricos –como errores de los gobiernos nacionales que desprecian nuestra tradición siempre plural o maldades de los enemigos exteriores que desean una España dividida-, Navarra, un Reino tan español, sufre de un nacionalismo impuesto, no sólo por las ansias imperialistas del nacionalismo vasco, sino por un puñal clavado por la espalda y que, ni más ni menos, es la Disposición Transitoria IV de la Constitución -¿española?- de 1978, que dice así:
En el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el Art. 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será preciso, además, que la decisión del Órgano Foral competente sea ratificada por referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobada por mayoría de los votos válidos emitidos.
Aunque ahora está dejando de ser políticamente incorrecto criticar nuestra Carta Magna, yo nunca dejé de hacerlo cuando lo era, por cuanto me enseñaron –y los hechos lo confirman- que la Constitución se redactó como es expresamente para arruinar la nación española. Sin duda, lo que más confirma la contundente afirmación anterior es, precisamente, la Disposición Transitoria IV por la que se prevé y permite la cesión de Navarra a un hoy ya más que probable Estado Vasco. Y mientras que España ha sabido defenderse –mejor o peor- del nacionalismo catalán o vasco –sobretodo gracias a la heroicidad de muchos compatriotas de Cataluña y Vascongadas- la anexión de Navarra –exigencia etarra en su falsa paz que tanto se celebra- implica, radicalmente, la ruptura de la nación impuesta desde arriba. ¡Es entonces en Navarra donde España se la juega! Y más aún con el PP entregado al proceso iniciado por Zapatero, tal y como hemos visto en esas evidentes señales que nos lanzan sus líderes, desmontando el partido de Ordóñez y San Gil, insultando a las Víctimas de ETA, sonriendo a Amaiur y el ya injustificable sostenimiento de Pachi López en el Gobierno vasco.
No es casualidad el giro de UPN y del PP en Navarra –siguiendo ésa misteriosa transformación mejicana de Rajoy- que ha provocado la aparición, por escisión, del partido DNE liderado por Nieves Ciprés, que ha volcado toda su vocación política en exigir la desaparición de la herida –de muerte- constitucional que para España supone la DT IV. No es casualidad que el mundo proetarra siga con su acción criminal en Navarra –hoy mismo la kale borroka incendiaba cajeros-, donde el separatismo no deja de situar su máxima aspiración nacionalista. Y por supuesto, tampoco es casualidad que el nacionalismo vasco instalado en la Comunidad Foral manipule el 500 aniversario de la incorporación de Navarra a Castilla, afirmando interesadamente que fue una conquista de Fernando el Católico, cuando realmente fue un abrir las puertas al soberano de las Españas para que protegiera a Navarra del apetito francés. ¡Hasta en eso Navarra es símbolo de la pertinaz lucha de la nación contra Francia, enemigo histórico que aún hoy se empeña en dañar nuestros intereses!
Navarra, maravillosa Navarra. Siempre serás España. Si alguien dijo que se atacaba a nuestra nación porque “España era la reserva espiritual de Occidente”, mi abuelo siempre añade: “y Navarra la reserva espiritual de España”. Sin España, ni Navarra ni España. Por eso, Navarra, es en tu tierra donde la Nación se la juega y el hábil enemigo lo sabe: tal es la identificación que, cuando uno dice: ¡Viva Navarra!, con toda lógica y a la vez, se escucha, se siente y se entiende. ¡VIVA ESPAÑA!
El problema de España es que no hay partidos con representación que sean verdaderamente nacionales, esto es, que defiendan el interés y el bien común de toda la nación. Con la deriva laxista del PP y la posición siempre favorable a los enemigos de España, es lógico que éstos no encuentren ninguna dificultad para colonizar una tierra tan ajena al vasquismo como Navarra.
Es una tremenda injusticia que aquellos vascos que se vieron obligados a abandonar su tierra por causa del terrorismo no puedan ejercer su derecho al voto para decidir sobre el futuro de su tierra. Si en un territorio determinado me encargo de expulsar a los que me son desafectos y luego convoco elecciones, seguro que voy a resultar vencedor, que es lo que está ocurriendo ahora en las Vascongadas. Por tanto sería del todo justo que se permitiera votar a aquellos vascos que por no abrazar el separatismo se les permitiera votar y decidir sobre el futuro de su patria… Leer más »
Los Pijos Patéticos (PP) y UPN están más cerca de Amaiur que de los españolistas. Es una verguenza que Intereconomía apoyen a UPN y PP mientras silencian a DNE.
Julio Ariza es un traidor a España.
Julio Ariza es un repugnante neoliberal que con 4 tontadas se lleva al huerto a gran parte de los conservadores españoles para trasnformarlos en liberales patrioteros.