Este gobierno liberal, tal y como se nos ha presentado el PP, ha optado por el camino fácil y en vez de elaborar unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que atajen el déficit del sector público autonómico y local y supriman las subvenciones directas de todo tipo, nos grava con una subida de impuestos y otras medidas que golpean a su electorado y sorprenden a propios y extraños, lo que puede explicar la pérdida de 500.000 votos en las elecciones de Andalucía, y lo que es muchísimo peor, no van a ser capaces de crear empleo, pues con el grifo del crédito cerrado y los costes de energía a máximos históricos, ¿quién va a contratar?

A Mariano Rajoy le ha temblado el pulso en los PGE para embridar el déficit en autonomías y ayuntamientos, pero lo ha mantenido firme para castigarnos con una de las más grandes subidas de impuestos de la democracia. Nos dijo Rajoy que no subiría impuestos y al final nos grava con la subida de impuestos. Nos dijo a los españoles que era para cumplir con el objetivo del déficit público que nos marcaba Bruselas. Al final se nos suben los impuestos para no recortar todo el gasto que pide Bruselas. Dos falsedades en breve espacio de tiempo y una falta de compromiso con el ajuste económico que necesita España: una urgente y drástica reducción del gasto público y todo tipo de subvenciones hasta conseguir doblegar el déficit.

Pero es que en un momento tan delicado y de nueva entrada en recesión, cuando toca estimular sobremanera el ahorro en todas sus formas y alternativas, nos grava también de forma inquietante las rentas de capital y sube el Impuesto de Sociedades cuando se anuncio absolutamente todo lo contrario.

¿Y qué es eso de pedir “un esfuerzo mayor”? ¿A quién? En los PGE se descarta la subida del IVA para no perjudicar el consumo. ¿Pero es que va a haber consumo? ¿Con qué dinero? La clase media está triturada y cada vez con más dificultades para llegar a fin de mes. Se van a cerrar muchísimas más pymes, no atraeremos a grandes empresas extranjeras, etc. Y los jóvenes preparados, con carreras e idiomas en sus currículos obligados a salir de España. España es el 6º país que menos apuesta por la innovación que es lo que realmente nos ayudará a reducir la brecha que le separa de los países más desarrollados, y a sacarnos de la crisis. Sin embargo, una de las primeras medidas adoptadas por Rajoy fue recortar en 600 millones de euros el presupuesto de innovación. ¿Cómo se entiende esto?

Por otra parte, la cacareada Reforma Laboral aprobada por el PP ni es agresiva con el paro ni es suficiente para sacarnos de la recesión y la crisis. Esta reforma esconde una bajada de salarios para ganar competitividad, pero ganarla solo así nos acerca a África no a Europa.

Creo honestamente que Rajoy se la juega y que está perdiendo la poca credibilidad que le quedaba. El paro seguirá subiendo y el Plan del PP para sacarnos de la crisis esfumado. Los ajustes y los esfuerzos siempre van dirigidos a los mismos y no dan ejemplo.
Sr. Rajoy, hay alternativa: reducir drásticamente el déficit público sin subir impuestos y sin tocar servicios básicos, reducir el peso del estado sobre la economía, promover la libertad económica permitiendo el desarrollo natural de la economía de mercado, una rebaja en los tipos de impuestos, y alcanzar el déficit cero por medio del recorte del gasto público y la desregulación.

Y por cierto, ¿A partir de cuándo deja de ser excusa la errática y catastrófica gestión de Zapatero? Es que en estos últimos meses estamos en niveles del 2009. Año de la gran recesión. ¿Tiene fecha de caducidad la excusa? Herencia de Zapatero a la que por otra parte parece que debería poner de ejemplo dadas las altas condecoraciones con la que la ha obsequiado.

Ahora lo que urge es aprobar una profunda reforma, pero a la clase política, su nepotismo y sus sueldos y que se les quiten sus privilegios e inmerecidas pensiones vitalicias.

*Presidenta de Derecha Navarra y Española (DNE).