El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, aseguró durante la misa del viernes santo, retransmitida por TVE que “los homosexuales que se corrompen […] encuentran el infierno” Incierto señor obispo.

Verá usted, el Infierno – quimérico limbo abrasador inventado solo para malvados, lo encuentran los homosexuales y todo quisqui- sacerdotes, obispos, o papas, siempre que se corrompan en vida. ¿Digo? ¿O no, señor obispo? Otra cosa es que usted pretendiese hacer referencia a las insoportables cuitas verbales del lobby de homosexuales, ya que más que víctimas sociales, pertenecen a las élites: no hay lugar donde se tomen decisiones vitales para la humanidad, que no estén muy bien representados homosexuales y lesbianas. “El principal enemigo de la iglesia católica es la ignorancia”, dice usted. Pues verá, el mayor enemigo de la iglesia es sobre manera la propia Iglesia, o mejor dicho ciertas actitudes personales además de conceptuales de algunos de sus miembros.

Me explico; un servidor que cree ciegamente en un ser Universal -Dios- creador del todo y la nada, espacio y masa que componen por entero el limbo cósmico, no precisa de doctrina eclesiástica alguna para demostrar mi indiscutible fe en Dios. Pues para creer en Dios simplemente hace falta reconocer con absoluta neutralidad el espacio emocional donde uno vive y muere sin más cuitas religiosas que las propias.Ignorancia es todo aquello que se toma como real a sabiendas de que es pura quimera. Real fue el nacimiento de Jesús, quimera que este fuera más hijo de Dios que todos los demás nacidos. Otra cosa es lo que en vida diera al ajeno.

Usted también alertó sobre aquellas personas que, “llevadas por tantas ideologías”, acaban por “no orientar bien” la sexualidad humana y piensan “ya desde niños que tienen atracción por las personas de su mismo sexo”. En este enunciado acierta: Pues verdad es que toda ideología acaba exterminando al prójimo -repasen la historia de la humanidad- En cuanto a la sexualidad, humana no puedo estar de acuerdo. Puesto que la genética sexual, es exclusiva del recién nacido e inalterable a enseñanza alguna. Todo lo demás le es enseñado. Religión, historia propia idioma, patria, bandera, credo, linaje y demás costumbres. El sexo. La preferencia sexual del nacido es lo único que ni se aprende ni se puede enseñar pues es inalterable genética.

Otra cosa es la ignominia mental que supone cerrar la boca del más débil para que determinadas parejas, simples parejas de hecho de un mismo sexo, se sientan bendecidas con la presencia divina de un bisoño ser humano sin capacidad de razonamiento en un hábitat antinatura del cual no se conocen las secuelas que puede acarrear.

Los responsables de tamaña infamia demuestran que les interesa más sus carreras políticas que los siempre inocentes niños. Obligar a cualquier ser humano a compartir el hogar con una pareja alterando la genética del sujeto en cuestión, la cual en su propia gnosis cognitiva es intrínsecamente empática a hombre y mujer, es además de cruel infame a razón viva alguna. El señor obispo también dijo: “Cuando una mujer va a abortar a una clínica, sale destruida porque ha destruido una vida inocente y se ha destruido a sí misma” No puedo estar del todo de acuerdo. Cuando una mujer va a una clínica, va a “quitarse de encima el marrón” El hinchazón que desfigura el tipo, de tal manera que su vida palaciega de botellones, fiestas, y polvos express no se vea afectada. Estas mujeres les engendran sin pudor alguno y les matan de la misma manera Otra cosa es decir: “Cuando una Madre va a abortar a una clínica: entonces sí sale destruida porque ha destruido una vida inocente y se ha destruido a sí misma”.

Por qué digo Madre y no mujer. Lo digo porque es clave entender la abismal diferencia psicológica entre quienes exclusivamente defienden su tipología de mujer y quienes defienden la de mujer a la vez que Madre o viceversa. He aquí la cuestión del deplorable infanticidio mundial que padecen algunos humanos. Muchas mujeres ya no son sinónimo de Madre sino de Feminista.

En definitiva, comprendiendo y sin comprender en algunos casos al señor obispo, se ha de decir que los homosexuales y lesbianas pueden ser tan perversos como los demás, incluidos los siervos de la santa madre iglesia, no confundir con los siervos de
Dios universo, puesto que en la nómina de la Iglesia “no están todos los que son ni son todos los que están”

En cuanto a determinada ideologías y demás normas que dice afectan a los niños, absolutamente de acuerdo. Ellos siempre serán las víctimas de los adultos. Siempre, pues carecen de voz y voto con que defender su dignidad.

El ser humano adulto actualmente vive por y para su comodidad. Se casan y se divorcian como quien cambia de camisa sin tener jamás en cuenta los frutos de su amancebamiento. Los hijos fruto de sus insidias y desidias no cuentan si no es para vengarse uno del otro. Es por eso que actualmente las familias han pasado ha ser un engendro de afeites familiares y sexos revueltos propio de sodomitas.