Bram Stoker, una leyenda viva cien años después de su muerte
La leyenda del Conde Drácula nació con Bram Stoker pero no murió con él. Y al igual que estos fantásticos personajes, este escritor ha sobrevivido durante más de 100 años absorbiendo la sangre de los millones de lectores que década tras década han quedado fascinados con la creación de uno de los personajes más célebres de la literatura universal de terror.
Bram Stoker, nació en Irlanda el 8 de noviembre de 1847 y en 1878, se casó con Florence Balcombe, una antigua novia de su amigo Oscar Wilde, con la que tuvo un hijo, llamado Irving Noel. El crítico de teatro en su juventud y escritor, ya había tenido contacto con la literatura de terror antes de escribir su obra cumbre, pero su pase a la imortalidad lo consigió, sin duda, gracias a la creacción del vampiro más famoso y célebre de la historia, el Conde Drácula.
LA LEYENDA
A lo largo del Siglo XVII, la leyenda de los no muertos comenzó a circular por la vieja Europa central. Se hablaba de seres extraños víctimas de enfermedades como la rabia, la peste o la porfiria. Los lugareños contaban que necesitaban la sangre fresca de sus víctimas para vivir y por las noches regresaban a sus ataúdes. Los afectados por rabia mueren por asfixia y eso provoca que la sangre no se coagule y tras ser desenterrado el ataúd estuviera impregnado de sangre fresca. En la porfiria, las uñas y el pelo crecían y el cuerpo, en ocasiones quedaba incorrupto. Eran las señales del mal, las señales del infierno. Y durante décadas, los habitantes buscaron las tumbas de los no muertos para acabar con ellos quemándoles o clavando estacas en sus corazones. En 1897, un irlandés llamado Bram Stoker asesorado por el erudito húngaro, Arminius Vámbéry, escribió su obra inmortal, Drácula. En ella se contaba la historia de Vlad III Draculea, un príncipe rumano que empalaba a sus víctimas y consumía su sangre y que era conocido por el pueblo como Vlad Tepes (1431-1476), “El Empalador”.
Al basarse en la epopeya de un héroe local, el Príncipe de Valaquia, la obra fue prohibida en Rumanía y no fue autorizada hasta bien entrado el siglo XX, concretamente en 1992.
ARGUMENTO
Jonathan Harker es un joven abogado inglés que está prometido con Mina, y que debe viajar hasta Transilvania para cerrar unas ventas con el conde Drácula. De esta forma, se convierte en huésped del conde y descubre que la personalidad de Drácula es, cuanto menos, extraña ya que, como buen vampiros ilustre, no puede reflejarse en los espejos, no come nunca en su presencia y hace vida de noche. Poco a poco va descubriendo que es un conde maldito por la ambición y que tras su viaje a Londres acabará redimido por el amor.
Un siglo ha pasado desde que el novelista dejó el mundo el 20 de abril de 1912, dejándonos su legado a través de una historia que gracias a las adaptaciones cinematográficas, se ha convertido en un icono del género del terror que en la actualidad continúa cautivando a las nuevas generaciones. Y es que el miedo sigue estando de moda. Sin ir más lejos, estos días se ha inaugurado en España, a menos de 40 kilómetros del centro de Madrid, el complejo de terror más grande de Europa.