La economía de la auténtica libertad
Que la cuestión económica es fundamental en el quehacer político queda patente en la polémica que generan las diferentes propuestas económicas. Además, como la economía no es una ciencia exacta, existen resquicios por donde la ideología se cuela, abriendo después auténticos boquetes por los que se introducen las más disparatadas ideas que se siguen manteniendo aún de comprobarse la pobreza que causan en las sociedades.
Aunque piense que la economía es uno de los problemas menos importantes que padece el mundo occidental, porque nada se solucionará si no se vuelve a nuestras raíces culturales, hoy quiero hablar de economía dado el agitado debate –a veces más bien es una confrontación destructiva- que se genera cada vez que saco el tema. En fin, nos gusta la polémica tanto como proponer lo que creemos que es mejor.
Comento dos párrafos que me hacen pensar continuamente en la economía de la auténtica libertad. Los cito de antemano, para que los doctrinarios de dogmas anacrónicos se apresten a ahorrarse la crítica: el primero, de Juan Pablo II es de la encíclica Centessimus Annus y se manifiesta a favor de la economía de libre mercado siempre que ésta implique una referencia moral aunque, evidentemente, siguiendo la tradición de la Iglesia, rechace el liberalismo radical que sólo busca el propio beneficio arrastrando a los hombres a la injusticia y a la pobreza. Nada que objetar, pero sepan ver este matiz los que no distinguen aún, por miopía, entre el libre mercado y la esencial defensa de la propiedad privada de un liberalismo basado en la falsa libertad que sólo busca el propio y máximo beneficio.
Y lo segundo que quería recordar, para esos que manipulan el pensamiento de mi abuelo buscando en él una defensa del fascismo socialistoide, es su discurso en la sesión de investidura de Calvo Sotelo, en febrero de 1981, donde precisamente afirma, contra la socialdemocracia de UCD que, entre otras razones, “no apoyará al candidato a la presidencia porque el programa de UCD no respeta la propiedad privada, que es sagrada para la auténtica libertad; y es más, tal partido había incrementado la presión fiscal de una manera abusiva, arrastrando a los ciudadanos a la pobreza”.
¡No se trata de entregar más poder y más dinero al Estado, sino de gestionar bien los recursos del Estado! Como ha señalado hace tiempo en un artículo magistral el Catedrático de Economía Roberto Centeno, comparando con la situación actual, señalaba que la presión fiscal de 1975 era casi tres veces menor, el Estado era más solvente, más convergente con la media de la UE y las prestaciones sociales estaban mejor aseguradas
Así que, a los que iluminados por el poder siguen pensando que lo público se puede gestionar mejor cuando lo que ocurre es que cuanto más poder tiene el Estado, más probabilidades hay de corrupción económica, les falta darse un baño de realidad. Porque la tendencia al mal y al abuso es algo natural en el ser humano que se agudiza cuando se han perdido todas las referencias morales, tal y como ocurre en nuestro tiempo.
Así ha ocurrido con las Cajas de Ahorros, instituciones originalmente geniales para la solidaridad que, cuando cayeron en manos del poder político se corrompieron por buscar, no el bien común, sino el bien del partido o del Gobierno. Y surge la contradicción de los estatalistas de todo color cuando protestan por la inyección de dinero público en la banca. ¿Por qué? ¿No piden ellos nacionalizar la banca? Con toda lógica, son estos mal llamados liberales del PP los que se meten de lleno en el intervencionismo, dado que son los convencidos socialdemócratas del complejo y del miedo. Y así, se repite la consigna: “los mercados especulan con la deuda y quieren dirigir gobiernos y comprar países”.
Evidentemente que lo quieren y lo harán, pero hay que caer en la cuenta de que ha sido la intervención pública en la economía la que endeudó a las naciones, quizá pensando luego en someterlas… ¡Sin esa inmensa deuda que tanto gusta al socialismo las naciones bien podrían garantizar su independecia! En eso, liberalismo radical y socialismo, son buenos aliados contra la verdad que proponemos: siempre ha sido así. Por eso urge la economía de la libertad, esto es, la actividad económica en una libertad matizada siempre por la verdad.
Pero que algunos se den cuenta del problema que genera la intervención pública en la economía es difícil, por cuanto la sociedad se ha infectado de un socialismo de todos los colores y, si la crisis la ha causado precisamente el enorme poder público sobre la economía –evidentemente: por no regular los mercados adecuadamente y por aumentar la deuda pública engordado tanto a los políticos-, sorprende que algunos busquen en el estatalismo las soluciones que ya hemos comprobado como nefastas. Para los que me acusan de defensor de lo neocon, les recordaré que sería bueno despojar a la economía de lo ideológico y fijarse un poco en cómo una familia controla su dinero, porque los maximalismos sin matizar suelen mostrar la ignorancia de quien los propaga: el liberalismo radical propone una libertad que se basa solo en elegir por el propio interés, mientras –como se indica en el título de la entrada- la economía de libre mercado o de libre empresa, matiza esa la libertad con la autenticidad del bien, esto es, libertad para elegir lo bueno, lo cual implica, necesariamente que es una libertad orientada por unos principios rectores fundamentados en una sólida moral. ¿Está claro?
interesante noticias sobre economia y analisis en ralacion a la libertad, me fue de mucha utilidad ya que inicio mis estudios en esta area, tambien comparto con ustedes la noticia sobre Emilio Botín http://www.publico.es/agencias/efe/51705/emilio-botin-el-directivo-espanol-mejor-valorado-segun-encuesta
saludos.
Con Franco no había mucho liberalismo económico, el estado controlaba bastante la economía y no parasitaba al ciudadano a base de impuestos-había muy pocos-, a pesar de haber pocos impuestos se creó todo un sistema de protección social que están dinamitando. El problema no es que haya algo de liberalismo, el problema es el neoliberalismo globalizador socializador de pérdidas y especulador. En 1974 la deuda pública española era de unos 4000 millones de pesetas(para que nos hagamos una idea sería como ahora tener una deuda de unos 400 millones de euros…pero la que tenemos actualmente asciende a 900.000 MILLONES DE… Leer más »
Extraordinario, como siempre. Lo antes posible me pondré en contacto con usted. Me gusta su proceder pero aunque somos católicos y Dios nos perdona, ALTERNATIVA ESPAÑOLA tiene que convertirse en un auténtico Partido para rechazar social y jurídicamente los desastres de aquellas personas que han destruido a ESPAÑA.Sin revancha pero con Justicia. Voté al PP para que actuara desde el primer minuto pero son “casi” iguales que los otros. Hay que regenerar a la sociedad en base al espíritu del Principio de Prudencia : formación e instrucción, producción y competitividad. Derechos todos pero con Obligaciones. En materia política estamos obligados… Leer más »
Interesante propuesta que merece atención: realmente una derecha nacional debe tener como referente la propiedad privada de los ciudadanos, pues el Gobierno para financiar la corrupción y el despilfarro nos quita más de la mitad de lo que ganamos y los servicios no hacen más que empeorar. Muy buena mención al Estado de Franco, mucho más eficiente, por cierto. El discurso que cita usted de su abuelo: auténtica profecía, lo vi gracias Alerta Digital que lo colgó hace tiempo. Totalmente de acuerdo con este enfoque: el socialismo del PP y del PSOE debe ser erradicado: hace falta que la libertad… Leer más »