El acusado Nezzar Alejandro E.D., con uno de sus abogados, escuchando el veredicto de culpabilidad.

Familiares y amigos de Iván Coca escucharon ayer abatidos el veredicto del jurado que consideró al autor de su muerte, Nezzar Alejandro E. D., culpable de un delito de homicidio. Pese a la coincidencia del fiscal y la acusación particular a la hora de solicitar una condena por asesinato, el tribunal popular declaró ayer que no había hallado pruebas suficientes para estimar que en la acción de este ecuatoriano, de 48 años, existió alevosía y que, por tanto, se encontraban frente a un delito de homicidio.

Según explicaba la Fiscalía en su escrito de conclusiones, Nezzar había llevado a cabo un asesinato porque, tras una discusión inicial con el joven Coca en la que fue agredido, había subido a su vivienda para armarse con un cuchillo antes de volver a lanzarse a la calle en busca de Iván y sus amigos. Esta circunstancia, sin embargo, no ha sido considerada probada por el jurado.

De este modo, la Audiencia Provincial deberá ahora emitir una sentencia en la que Nezzar será condenado a una pena de entre 10 y 15 años de prisión, como marca el Código Penal para los delitos de homicidio. La pena, además, se verá atenuada porque el tribunal popular consideró también en su veredicto que el acusado se encontraba bajo los efectos del alcohol cuando cometió el crimen.

Para llegar a esta conclusión, el jurado se ha apoyado en los informes periciales. La Guardia Civil realizó un examen al imputado horas después del suceso y éste arrojó un resultado de 0,57 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

El presidente del jurado, el magistrado Abdón Díaz, agradeció ayer al tribunal popular la labor desarrollada durante estos días y alabó el «gran espíritu de justicia y firmeza» demostrado en las jornadas de este juicio.

El crimen del joven Iván Coca conmocionó a Mazarrón. Este vecino, de 22 años, perdió la vida hace un año -en la madrugada del 15 de mayo de 2011- al ser acuchillado en el corazón por Nezzar Leonardo E. D.M en el portal de una vivienda de la avenida de la Constitución. Durante su intervención, el acusado reconoció que la noche del crimen había estado bebiendo mucho y que apenas recordaba nada. «Solo recuerdo que estaba en el ascensor y una persona vino hacia mí», explicaba el acusado. «Me acuerdo que luchábamos y me defendí».