Alonso, líder del Mundial de Fórmula 1 después de quedar tercero en Mónaco
Mark Webber y Fernando Alonso son los dos hombres más felices en Montecarlo. El australiano ha ganado de principio a fin el Gran Premio de Mónaco, sexta cita de la temporada, su segunda victoria en el Principado tras la de 2010, lograda también desde la pole. Y el español porque es el nuevo líder el solitario del campeonato del mundo gracias a una laboriosa tercera plaza.
La carrera más accidentada habitualmente en la F1 esta vez ha tenido más emoción en la estrategia que en la pista. Sólo en la salida se desataron las hostilidades con varios choques, uno de Grosjean con Schumacher, que acabó con el galo cruzado en Santa Devota, y otro al fondo entre De la Rosa y Maldonado, que también terminó con la carrera de los dos.
Pasado ese primer momento vibrante, la carrera se estabilizó en las primeras posiciones, ya con Fernando Alonso cuarto tras el abandono del de Lotus, al que había superado claramente en la salida. Una salida en la que por fin Mark Webber templó sus nervios, ya que lleva ocho posiciones perdidas en esta maniobra en lo que va de temporada, y mantuvo a raya a todos.
Hasta la la primera parada apenas hubo intentonas de adelantamiento entre los primeros del pelotón, sólo Checo Pérez apretaba por detrás para intentar acabar en la zona de puntos. Primero se detuvo Rosberg (vuelta 28) y justo después Webber y Hamilton (vuelta 29). Fernando se había echado encima del inglés en las postrimerías de la parada y esa jugada fue vital porque su vuelta extra, sensacional y su fulgurante detención en 3.7 segundos, le colocaron delante del piloto de McLaren.
El único que no se detuvo fue Vettel, que partía con blandas y su primer stint iba a ser 15 vueltas más largo. Una jugada interesante ya que si llovía, tenía la victoria en la mano al haber hecho el resto ya una parada. No llegó a lluvia y aunque Vettel estiró sus gomas hasta lo imposible (vuelta 46) y su ventaja hasta el límite de los 20 segundos, cuando entró en boxes remató la faena a medias. Pasó a Massa y a Hamilton, pero no alcanzó el podio superando a Fernando.
Desde ahí hasta casi el final, todos calzados con blandas excepto Vettel con superblandas, a todos les valía su posición, menos a Hamilton que perdió dos, y no se produjeron escaramuzas en la cabeza. Rosberg llegó a estar a medio segundo del líder e incluso Vettel bajó del segundo con Fernando, pero Webber mantuvo la ventaja, a Nico le valía el segundo, Alonso silbaba con el tercero y Vettel, que partía noveno, daba por bueno el cuarto.
Pero llegó la lluvia, con más fuerza en la vuelta 66, a diez de la meta, y deparó un final intenso, con los seis primeros pilotos en apenas tres segundos, con muy poco grip en las ruedas, con los nervios a flor de piel, la lluvia yendo y viniendo, los doblados sorprendidos por ver un carrusel de seis pilotos y separados coche a coche por un dedo. Un error de cualquiera era catastrófico y tan complicado era el panorama que Vergne (Toro Rosso) que tenía un excelente séptimo puesto, se arriesgó a poner neumáticos de lluvia por si acaso sonaba la flauta.
No le sonó a nadie. Era demasiado riesgo para todos por ganar un puesto. Más a perder que a ganar. Webber, Rosberg, Alonso, Vettel, Hamilton y Massa entraron como iban, Webber se convirtió en el sexto piloto diferente que gana en las seis primeras carreras, algo inaudito en 62 años de F1, y Fernando Alonso se colocó líder en solitario de la F1 más alocada que se recuerda en los últimos años. Un botín soñado a la espera de la nueva evolución de Ferrari para la próxima carrera de Canadá.
Esta claro que si Fernando tiene un coche competitivo es un valor seguro de luchar por las primeras plazas. Esperemos que ahora el equipo Ferrari no se relaje porque los demas equipos no lo harán.
¡ ALONSO !
¡ ALONSO !
¡ ALONSO !