Recaudadores paternales
Vivimos rodeados de paternalismos estatales, de medidas condescendientes que son desarrolladas por nuestros gobernantes para nuestra protección y seguridad, sin embargo y a la hora de la verdad se demuestra que la mayoría de sus medidas responden a un impulso velado de recaudar. Si existiese ese sentimiento gubernamental por proteger a los más débiles, el sistema judicial (por ejemplo) no tendría retrasos de tantos años que convierten a cualquier sentencia con su demora en injusta con alguna de las partes, o incluso con las dos.
Frente a sistemas básicos y fundamentales que necesitan de grandes cambios para mejorar su eficiencia como son el judicial, el sanitario y el educativo, tenemos a la maquinaria recaudatoria sumamente eficaz y eficiente que, puntualmente, se presenta en nuestras vidas por diversas vías cada vez que huele el dinero del ciudadano, actuando cual caballero medieval montado a caballo exigiendo al campesino el tributo para su señor feudal, mientras esgrime una brillante y amenazadora espada ante un campesino que arrodillado pide piedad y que le permitan vivir. Ese caballero recaudatorio le permite vivir, pero no por piedad, sino para poder seguir recaudando.
En nuestro sistema recaudatorio, además de los impuestos propiamente dichos (cuyo nombre de “impuestos” ya nos indican cómo se establecieron en la sociedad) tenemos los sistemas recaudadores disfrazados de paternalismo que nos “obligan a desprendernos de nuestro dinero por nuestro bien”. Uno de los campos de cultivo más frecuentados por los recaudadores paternalistas es el de los vehículos a motor y su entorno. La ley de presupuestos no admite contemplar las sanciones como ingresos, es decir, un ayuntamiento o cualquier otra institución no puede considerar al presupuestar el importe de las multas, sin embargo una vez cobradas esas partidas económicas pueden ser destinadas a otros fines tras aprobarlo en sesión. Así pues llegamos a tener recaudos paternalistas y condescendientes por nuestro bien en el mundo de los conductores como estos:
-Radares que sancionan los excesos de velocidad. Paternalismo: por nuestra seguridad y bien. Intención velada: Recaudar, por eso 3 de cada 4 radares son colocados en autovías y autopistas (incluidas las de elevados peajes) mientras que el 72,8% de las víctimas mortales se producen en carreteras convencionales de doble sentido. Por eso el límite máximo de 120 km/h, límite que se estableció en 1972 por motivos energéticos y no de seguridad (con aquellos coches) y sin embargo no se aumenta a 130 ó 140, (con los coches de hoy) ni si quiera en las excelentes autopistas de peaje, más bien se establecen tramos con radar limitados a 100 km/h incluso en zonas de tres carriles por sentido para que, hasta el conductor/a prudente y respetuoso/a, que usa el limitador de su coche se confíe y colabore con la causa sancionadora.
-Estacionamiento regulado en ciudades (ORA, SARE, etc). Paternalismo: Para movilizar los vehículos estacionados generando la oportunidad de estacionar a otros. Intención velada: Recaudar, por eso no pasa nada si caducado el tiempo ponemos otro ticket, y después otro y luego otro más y no “movilizas” tu vehículo. Sin embargo, si te excedes del tiempo y no pagas eres sancionado y, en algunas ciudades incluso, el vehículo es retirado por la grúa generando más sanción, cuando la grúa sólo debe retirar los vehículos que estando estacionados obstruyen o generan situaciones de peligro para el resto. Por eso esa acción de los parkimetros llega ya incluso a barrios periféricos en muchas ciudades y por eso además, se creó la zona verde para que los residentes que tienen coche, además de pagar impuestos por comprarlo, por ponerlo a su nombre, por poner carburante y por circular, también paguen por tenerlo aparcado en la calle y no moverlo. Habría bastado con la zona azul y la tarjeta de residente, pero así, si el residente no tiene sitio en la escasa zona verde pagará por estar en la azul y además, el no residente será directamente asaltado por aparcar el la zona verde.
Esto son sólo un par de muestras de la muchas que podía mencionar para demostrar que lo que mueve el sistema es la recaudación, por eso se invierte y se modernizan los sistemas para cruzar los datos recaudatorios, las declaraciones de hacienda, etc. para evitar el fraude y sin embargo parece imposible que los juzgados crucen sus datos para evitar que, mientras que en uno se pone en libertad a alguien, en el de la puerta de al lado se dicte búsqueda y captura del mismo individuo por tener causas pendientes con la justicia.
*Analista de estrategia y escritor