El abandono
Al margen de la distancia ideológica y de la rivalidad natural que ello desencadena, lo que más me molesta de los socialistas españoles es su incoherencia, su discurso “buenista” y su pose de solidaridad permanente. Se pasan la vida intentando dar lecciones de ética y de sensibilidad extrema imponiendo su fingido baremo al resto de la humanidad. Sólo superando la prueba se logra el título de demócrata progresista.
He vivido cientos de situaciones que despiertan el rechazo por los tics izquierdistas tan hipócritas como teatrales y previsibles. Sin ir más lejos, en estas últimas semanas se repite una noticia preocupante por las consecuencias negativas que puede plantear en nuestra comunidad. Ha estallado, sin más remedio, la precariedad en la que se encuentran muchas ONGs andaluzas pendientes siempre de la voluntad de la Junta. A la vez, se destapa la inexistencia de una red asistencial pública en materia socio sanitaria.
Ello demuestra la falta de interés real del gobierno autonómico por estas políticas que, sin embargo, enarbolan como médula espinal de su razón de ser. Después de 30 años de ideología socialista la mayoría de servicios públicos en estas áreas no están cubiertos y es la sociedad la que con su esfuerzo e inquietud ofrece una alternativa a colectivos con dificultades muy específicas. Las asociaciones de ayuda a personas con discapacidad, a drogo dependientes, a enfermos de Alzheimer y muchas otras realizan una labor encomiable ante la ausencia de prestaciones por parte de la administración.
En realidad se trata de la privatización encubierta de todas estas políticas, pero realizada al peor estilo: sin concurso público, sin exigir profesionales cualificados, sin seguridad jurídica y sin estabilidad laboral. Las asociaciones soportan siempre la espada de Damocles del olvido, de la falta de continuidad, de la ausencia de derechos.
En los últimos cuatro años, la Junta de Andalucía ha disminuido los presupuestos sociales en 700 millones de euros. De estas cantidades ya muy reducidas, sólo se ha ejecutado el 45% de las partidas, lo que ha conducido a las ONgs a situarse al borde del abismo. Pero como todo es susceptible de empeorar, durante este tiempo se ha pagado mal, tarde o nunca. La deuda que arrastran las asociaciones por incumplimiento de los convenios firmados por parte de la Junta es de 150 millones de euros.
Así, resulta imposible que mantengan la plantilla, que presten los servicios sociales o que continúen con sus instalaciones abiertas. En todos los casos se perjudican personas no culpables y no será extraño que algunas ONGs vayan desapareciendo víctimas de la indiferencia y de unas prioridades trastocadas. Porque no son víctimas de la escasez económica, o al menos no como causa principal, ya que al mismo tiempo que se abandona a los andaluces necesitados de ayuda, se escoge destinar a otros fines fondos abultados.
Se paga el 100% de subvención a los sindicatos, sin reducirles presupuestos y con puntualidad rigurosa. Casi 300 millones en la pasada legislatura se dirigieron a la compra de voluntades y de silencio. Se pagan 300.000 euros a la Asociación de Mujeres Progresistas para que compren un local. Se financia con un millón de euros a la ONG de la mujer de Rubalcaba con sede en Madrid.
Más bien parece que los socialistas, para su propaganda ideológica, utilizan la necesidad ajena, la angustia, el dolor o la pobreza. Sustentan sobre estas bases un programa solidario inexistente que sólo figura en sus discursos y en sus eslóganes panfletarios. No se ruborizan por dejar en el abandono a cientos de miles de usuarios de estos servicios, siempre personas débiles por su carencia de autonomía, ni por tener toda la atención social mal privatizada cuando atacan con desprecio que otras privatizaciones impecables se efectúen. No les importa su elección caprichosa e interesada a la hora de seleccionar los pagos.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, intentan culpar a Rajoy de unos recortes que comenzaron hace cuatro años como reflejan los presupuestos andaluces. Mucho antes de que el Partido Popular ganase las últimas elecciones generales, los mandatarios andaluces habían trazado su estrategia de desidia egoísta.
Las asociaciones que durante más de tres décadas han sacado las castañas del fuego a un gobierno incompetente, se ven ahora a punto de cerrar. Me pregunto dónde están los comprometidos progresistas, tan sensibles y solidarios. Me pregunto por qué guardan un silencio sepulcral: no piden explicaciones, ni protestan, ni se manifiestan. Ya no se indignan. Ya no reivindican equidad.
Cada día estoy más segura de que, en la vida, nada es por azar.
*Alcaldesa de Fuengirola.
Al margen de la distancia ideológica y de la rivalidad natural que ello desencadena, lo que más me molesta de los socialistas españoles es su incoherencia, su discurso “buenista” y su pose de solidaridad permanente.
Igualito que el PP señora…
Clarita, como siempre. Que lástima que canal sur no se haga eco de este artículo.
Duro con ellos, que son cínicos, embusteros y ladrones. Y ya sabe Vd. “LOS SOCIATAS HACEN AJUSTES EN ANDALUCIA”El partido popular recorta servicios esenciales. Esto es Andañlucia y España. Quepena