Un mensaje para todos los argentinos sobre la Argentina real
Oscar “Negro” Gónzalez Oro.- La creencia general fue que Menem nos robó. Se decía que De la Rúa era un inútil que no servía, que Duhalde era un mafioso, que con Kirchner volvieron los Montoneros y que ahora Cristina no sirve para nada, por eso estoy empezando a sospechar que el problema no está en Menem, De la Rúa, Duhalde, Kirchner o Cristina. El problema está en nosotros. Sí, nosotros como pueblo. Nosotros como materia prima de un país. Porque pertenezco a un país donde la viveza criolla es una moneda que siempre es valorada, tanto o más que un dólar. Un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto por los demás. Pertenezco a un país donde, lamentablemente, los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, en máquinas donde uno paga por un sólo ejemplar y saca un sólo periódico dejando los demás en donde están. (Pinche aquí para ver video)
Pertenezco a un país donde los delincuentes tienen más derechos que las víctimas, donde la justicia deja en libertad a los violadores. Pertenezco a un país donde la gente festeja si consigue robarse la señal de televisión por cable. Un país donde la gente hace todo lo posible por no pagar o pagar menos impuestos.
Pertenezco a un país donde la impunidad es un hábito, en donde no hay interés por la ecología, en donde las personas tiran la basura en las calles y luego le reclaman al gobierno por la falta de limpieza pública. Un país en donde no existe la cultura por la lectura, donde no hay conciencia ni memoria de la política, no hay interés por la economía porque solamente les interesa la pelea entre Maradona y Riquelme.
Pertenezco a un país donde las licencias de conducir, los certificados médicos e incluso hasta la ciudadanía argentina puede comprarse sin hacer ningún tipo de examen.
Pertenezco a un país donde puede subir un anciano o una mujer con un niño en brazos y la persona que viene sentada en el asiento especial para estas personas simula estar durmiendo para no dárselo y si alguien le reclama se levanta para golpearla. Un país donde el derecho de paso es para los automóviles y no para el peatón. Un país en donde la gente está llena de faltas pero que disfruta criticando a sus gobernantes o a sus políticos. Mientras más le digo ladrón a Menem, inútil a De la Rúa, mafioso a Duhalde, montonero a Kirchner e inoperante a Cristina mejor soy yo como persona, a pesar de que ayer compré discos y ropa trucha (de marca falsificada). Mejor soy yo como argentino a pesar de que esta mañana estafé a un cliente o perjudiqué a mis empleados al no pagarle las horas extras trabajadas.
Basta, por favor basta. Como materia prima de un país tenemos muchas cosas buenas pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita porque esos defectos, esa viveza congénita, esa deshonestidad, esa falta de calidad humana es lo que nos tiene real y francamente engañados a los argentinos. Lo siento mucho porque aunque pase este gobierno el próximo deberá seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa. Tenemos que erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo y después empezar a cambiar nosotros mismos como argentinos. Por eso es que nadie servirá. Ni sirvió Menem, ni sirvió De la Rúa, ni sirvió Duhalde, ni Kirchner ni tampoco va a servir Cristina.
¿Qué necesitamos? Que vuelva la dictadura militar para que nos haga cumplir la ley con la fuerza por medio del terror y del miedo? Aquí hace falta otra cosa. Algo más inteligente que cacerolazos, paros o piqueteros que corten nuestras calles o rutas. Necesitamos que todo esto cambie o seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados. Y no importa para donde te vayas. Así viajes a Europa, a Estados Unidos o a China siempre llevarás a la Argentina adentro tuyo. Si no modificas tu forma de pensar, estés donde estés seguiremos corridos. Porque es muy sabroso ser argentino y vivir como vivimos, pero cuando esa argentinidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestra posibilidad de desarrollo como nación, ahí la cosa cambia.
Después de este mensaje, francamente pienso buscar al responsable. No para castigarlo sino para exigirle. Sí, exigirle que mejore su comportamiento. He decidido buscar al responsable de que Argentina esté mal y estoy seguro de que lo voy a encontrar esta noche cuando me vea en el espejo. Ahí estará, no necesito buscarlo en otro lado. Y le voy a exigir, le voy a suplicar, si es necesario, que me ayude a hacer una Argentina mejor. Gracias.
Tal para cual un fascista y golpista confeso como el negro gonzalez oro no podía menos que escribier para este brulote que se espacializa en su editorialización homofóbica y xenófoba. Vayan tanto el nergo oro como ustedes a tomar finamente por culo.
Bueno, pues una vez leido, suscribo punto por punto todo lo escrito, con la única salvedad de sustituir Argentina por España y cambiar el término “argentino/os” por “español/es”.