(Nuevo articulista de AD).- Nada más regresar de unos días de vacaciones se tropieza uno con esta realidad que nos atormenta por su contumaz pesadez y simpleza. La verdad es que estos políticos eternos aburren a las moscas.

También es cierto que la gran mayoría de españolitos pasan olímpicamente de la sociedad en la que sestean, porque eso de vivir es otra cosa. Quizás sean más inteligentes (en lo más elemental de su significación), que andar preocupados y ocupados por cuanto sucede y nos afecta de una u otra manera. Para éstos, los que pasan, existe el Tele 5 y el sin fin de partidos de futbol y deportes que todo lo ocupan en los medios.

Será por esa razón por la que el actual Gobierno quiere tener un monopolio informativo de acuerdo con los deseos de esa mayoría pasota e inyectarnos en vena la estupidez de la que es clase privilegiada. Esto viene de lejos, vamos, desde que el hombre se civilizó y empezó a organizarse socialmente. Siempre existieron los listillos y nuestro país es maestro de maestros en este arte de vivir del cuento a costa de los demás.

Aquí ocurren cosas graciosas y ridículas que llenan páginas y páginas de comentarios “sesudos” basados en nada. Se da crédito, así sin más, a la opinión que cualquier comentarista de una televisión sectaria, que a cualquier estudio científico y demostrado. Se defiende a muerte, con toda la pasión de que uno es capaz, las opiniones de terceros si éstos nos son simpáticos o se les debe pleitesía, vamos si son de nuestra propia tendencia política, aunque dicha decisión sea contraria a la razón o la ética.

Se le tacha a cualquier de xenófobo, racista, facha o nazi sin saber interpretar lo que se lee y que da pie a dichas calificaciones. Se alimentan intencionadamente las pasiones más primarias con el fin de obtener resultados, sean o no morales o justos.

No quiero poner ejemplos concretos, no terminaríamos nunca, así es nuestro país y como consecuencia nuestra clase política. Pero uno o dos si os hago llegar. Por ejemplo, a todo político se le llena la boca de democracia cuando sabe que esta no existe y con la actual Constitución menos, dado que no hay representatividad proporcional, ni listad abiertas a los ciudadanos.

Otra, el sectarismo ignorante de las autonomías, defienden a capa y espada proyectos financiados la UE, como el “Corredor Mediterráneo” de alta velocidad, sin pensar que está destinado al suministro de frutas y verduras tempraneras y más baratas que las españolas, dado que Alemania y Francia tienen empresas en el norte de África destinadas a tal fin y deseando disponer del medio de transporte adecuado, antes de consumir nuestros productos españoles.

Podríamos continuar hasta el agotamiento y no es la cuestión cansar y hacer listas, pero mal vamos cuando se empiezan a escuchar voces que alertan de cambio de afiliados de unos partidos obsoletos a otros de nueva creación como ese tal SCD. Algunos quieren seguir chupando rueda eternamente.

Hoy es delito no poner en libertad a un asesino y mañana de quitan la paga extra con cualquier excusas estúpida. Hoy el paro sigue subiendo, mañana cierran empresas y todos se escandalizan con caras circunspectas, cuando el mayor deudor y protagonista de la ruina del país, son las instituciones. Eso si, todos, los más 400.000 que viven de cuento arruinándonos no sufren jamás las consecuencias de sus estúpidas decisiones.

Pobre país el nuestro.