Carmen Klecker.- Ayer sábado la noticia de verdad, no fue la enésima pagada manifestación de los sindicatos subvencionados y comprados por la casta, si no la protagonizada por varios miles de españoles, orgullosos de su historia, de sus valores y del denodado esfuerzo por salir adelante de sus mayores.

Ayer en la calle a las 6 de la tarde los expoliados, los que trabajan y pagan impuestos para sostener este sistema que nació, precisamente para acabar con ellos, se pusieron en marcha desde la sede del PSOE en Madrid, en la calle Ferraz, hasta la sede del PP en la calle Génova.

Nudo Patriota Español y otras asociaciones de españoles, -llegados desde distintos puntos de España-, que muestran orgullo de serlo, entre las que se encontraba Regeneración representada por miembros activos que luchan por salvar España, y su presidiente Enrique de Diego que formó parte de la comitiva en cabecera con la pancarta “La crisis se llama Democracia”. Estos miles de manifestanctes nos ofrecieron una verdad sin tapujos, la que los medios oficiales nunca van a contar. A pesar del desmesurado despliegue de unidades Antidisturbios, -casi 30 furgonetas- que más les valdría unirse a la gente e ir deteniendo a los miembros de esa nefasta plaga de políticos que también están arruinando a sus familias.

Las clases medias y trabajadoras, recorriendo la calles de Madrid para hacer oír su voz; este sistema está muerto, no hay ya dinero porque la maldita casta parasitaria, con su jefe a la cabeza Juan Carlos, ha esquilmado hasta el último euro de los contribuyentes, en mantenerse ellos con los abusivos privilegios de sátrapas del pueblo, nunca han sido servidores de los contribuyentes, de los españoles.

Los tres discursos que se dieron: el primero ante la sede del PSOE, el segundo ante la sede del PP y finalizando el acto, casi en la Plaza de Colón; fueron en la línea que Enrique de Diego, y Regeneración y Clases Medias , vienen sosteniendo desde hace décadas. No tenemos representación; los banqueros, las cajas, han perdido la benéfica función de ser entidades destinadas a favorecer con créditos asumibles, empresas, negocios y familias.

Los Sindicatos, Partidos y Fundaciones, con sus sedes de lujo -pagadas por el españolito de a píe, como Eusebio con 70 años y una mísera pensión de 300 euros-, son los que han arruinado a la Nación. Esa casta, esos políticos profesionales del pilla pilla presupuestario, han cometido el mayor atentado a una Nación que se haya dado en la historia, con el invento de un sistema autonómico, insostenible en lo económico, inviable en lo productivo, y disgregador de España; han hecho que seamos más pobres, más pequeños, más débiles. Permitiendo que los nacionalistas campen a sus anchas, que el separatismo mate, asesine; y ayer fue un clamor las protestas contra los catalanes que no quieren ser españoles o los asesinos como Bolinaga de una ETA que debería haber desparecido si los gobiernos no fueran las casas de las tres empresas de colocación urdidas en 1978: los sicndicatos, el PP y el PSOE.

Allí estaba España con la única bandera que nos representa la “rojigualda”, la que veían nuestros marinos en la mar, faro, guía y seña de identidad de esta Nación.

Que se vayan enterando los de la casta parasitaria: los españoles, sin subvención, libres, sin medios y sin miedo, con toda su dignidad y coraje, están dando ya carpetazo y protagonizando su definitivo entierro al régimen de 1978.