Bankia rompe el acuerdo para reanudar las obras del nuevo estadio del Valencia
La crisis económica ha podido más que la voluntad de Bankia y el Valencia CF. La entidad financiera anunció ayer la ruptura del acuerdo con la sociedad Newcoval para reanudar las obras del nuevo estadio de la avenida de las Cortes, que de este modo vuelven a quedar paralizadas sine die. El plan, vital para la salvación del Valencia, contemplaba que Newcoval, sociedad participada por Bankia Habitat y Aedifica, se quedaba con el suelo del viejo Mestalla, la ya recalificada ciudad deportiva de Paterna y el solar de la calle de la Safor, donde se ha previsto un hotel. A cambio impulsaba una operación valorada en 492 millones de euros: 330 correspondientes a la tasación de los activos transferidos más un crédito de 162 que permitiría acabar el nuevo coliseo.
Fuentes de Bankia confirmaron ayer la ruptura de la operación, que habría dejado al Valencia, una vez construido el estadio de la avenida de las Cortes, con una deuda de 197 millones, muy alejada de los 365 actuales. La entidad bancaria precisó que Aedifica Grupo, su socio en Newcoval, «no ha cumplido los hitos urbanísticos a los que se había comprometido». El pasado 21 de agosto, Bankia debía recibir toda la documentación «con acuerdos reales y efectivos que pudieran sostenerse jurídicamente, lo que no ha sucedido».
Las mismas fuentes exoneraron de este incumplimiento al club, «que ha hecho lo que ha podido». El Valencia, por tanto, ha cubierto su parte del compromiso. Es más, Bankia no descarta en un futuro cerrar otro acuerdo con él, aunque la situación de la entidad haya cambiado por completo en los últimos meses con la entrada del capital del Gobierno. «No estamos cerrados. Al contrario, buscaremos el acuerdo aunque tendremos que ser extremadamente rigurosos».
Fuentes próximas a la negociación entienden que el banco ha buscado un resquicio legal para abortar un plan que en la coyuntura actual, muy diferente a la que había cuando se firmó, era ruinoso.
La noticia, que Manuel Llorente ya barruntaba de forma extraoficial desde hace días, comenzó a adquirir tintes de oficialidad en el viaje a Múnich, donde el Valencia debutó el miércoles en la Champions League. Allí, antes de la comida oficial con los directivos del Bayern, se produjo una reunión en un salón privado del hotel donde se alojaba el Valencia entre el propio presidente del club, su homólogo en la Fundación, Társilo Piles, y el asesor económico del consejo de administración blanquinegro, Vicente Andreu.
Las caras largas en el vuelo de regreso, exageradas, respondían a algo más que un mal resultado deportivo. El denominado ‘plan Bankia’ estaba a punto de saltar por los aires, después de que el club hubiera ido posponiendo la fecha de reanudación de las obras del nuevo estadio a los meses de mayo, septiembre y diciembre, última fecha estimada.
El club se esforzaba ayer por transmitir una imagen de control absoluto de la situación. Se considera que a Bankia no le interesaba participar en un negocio inmobiliario como el que se anunció el pasado diciembre, aunque se abre la puerta a que sí intervenga como banco, financiando la operación o al menos parte de ella. El Valencia defiende que sus activos se han revalorizado gracias a la Actuación Territorial Estratégica o la recalificación de Paterna, por lo que aún cree posible encontrar un comprador para sus activos. Pese a ello, la entidad deportiva prevé iniciar contactos con otros bancos, algo ahora mismo quimérico. El consejo de administración se reunirá a principios de la próxima semana para analizar el nuevo escenario.
Nueva prórroga del crédito
Por lo que respecta al crédito de cerca de 250 millones concedido en su día por Bancaja y Banco de Valencia, que habría quedado condonado con el plan ahora abortado y cuyo vencimiento se sitúa a final de año, el club sopesa la posibilidad de afrontar una nueva prórroga semestral, hasta el próximo verano, lo que aportaría un mayor margen de maniobra. El otro camino que le quedaría al Valencia sería instar a Bankia a ejecutar el aval en diciembre y quedarse con las parcelas del viejo Mestalla, aunque un alto cargo del club aseguraba anoche que nada se ha decidido al respecto.
Para impulsar el ‘plan Bankia’, el Valencia ha venido negociando con todas las instituciones que debían agilizar los trámites administrativos. Manuel Llorente se reunió en diciembre con el jefe del Consell, Alberto Fabra, y con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, para recibir el beneplácito del proyecto.
En junio fue el turno de los grupos políticos en el Ayuntamiento. De la mano de José Enrique Granell, consejero delegado de Aedifica Grupo, Llorente recabó apoyos para conseguir el respaldo en el pleno de todos los expedientes y recalificaciones pendientes. Ese mismo mes, el presidente blanquinegro se reunía en Madrid con dirigentes de Bankia, quienes le tranquilizaron, pero rehusaron hablar de plazos. Pese a la versión oficial, Llorente no llegó satisfecho de aquel viaje relámpago a la capital.
Las relaciones entre Bankia Hábitat y Aedifica Grupo, ambos partícipes de Newcoval, no son las mejores en los últimos meses. Fuentes de la entidad bancaria indicaron que han pedido «varias veces» la reunión del consejo de administración de la sociedad sin conseguirlo. Los socios de Bankia están especializados en el desarrollo urbano de suelos y en complejos de lujo, como urbanizaciones con campos de golf.