Un portavoz de una asociación militar se ha apresurado a ponerse genuflexo, de hinojos, y a aseverar que los militares obedecerán a los políticos. Dentro de la Constitución, se supone y del imperio de la Ley y de la defensa de la unidad de España y su integridad territorial. Porque aquí nadie está en condiciones ni tiene instrumento legal alguno para romper la unidad de España sin incurrir en delito de sedición.

No, los militares han de obedecer a los políticos siempre…que ello no contradiga el imperio de la Ley o vaya contra el honor y la Patria. Esa obediencia lacaya a las órdenes es funcionarial y totalitaria. Es el tipo de argumentario de los verdugos de los campos de exterminio en Nüremberg.

Los políticos y los militares se deben a España. A España se debe Rajoy y también Artur Mas, pues su legitimidad se extrae de la nación, que es preexistente. Hay Constitución –pésima, aunque no sea la materia de este texto- porque hay nación preexistente, y no al revés.

Lo dicho, los políticos y los militares se deben a España. Pero si fallan los políticos, están los militares, han de actuar los militares. Si no se aplica el artículo 155, entra en vigor de inmediato el artículo 8. Los políticos y los militares se deben a España. Algunos militares se deben al medro, pero todos han jurado defender a España –su unidad y su integridad- con su vida. Por el honor y la Patria.