Bakú se lleva los Juegos que quiso Valencia de la mano de Urdangarín
Bakú acogerá en 2015 los I Juegos Europeos de la historia. Pendiente de un último trámite en diciembre en Israel, la capital de Azerbaiyán ha sido designada por el Ejecutivo de los Comités Olímpicos Europeos para organizar un evento deportivo de nuevo cuño. La noticia quedaría en el terreno de lo anecdótico de no ser porque esta competición fue la que intentó organizar a bombo y platillo Valencia para 2010, impulsada por Francisco Camps y de la mano de Iñaki Urdangarin.
Corría el mes de septiembre de 2005 cuando el entonces presidente de la Generalitat sorprendió en un debate de política general con el anuncio de la candidatura de Valencia para una competición de la que jamás se había oído hablar y que reuniría a lo mejor del deporte continental. Unos Juegos Olímpicos a pequeña escala. Casi un mes después se oficializació la propuesta, abanderada por la entonces incuestionable figura de Iñaki Urdangarín.
«La celebración de unos Juegos Europeos en Valencia es para mí un reto personal que me voy a tomar con el máximo interés. Por ello espero hacerlo lo mejor posible», indicó el duque de Palma. Camps anunció que el Gobierno de España respaldaba la iniciativa.
También mostró su apoyo en una comparecencia pública el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. «Queremos que con la creación de estos juegos la primera sede sea Valencia», dijo días después de haber admitido a Las Provincias que desconocía el proyecto.
Ayer mismo, tras la designación de Bakú como sede para los Juegos, el mismo Alejandro Blanco mostró su «gran satisfacción por la celebración de esta competición para que Europa deje de ser el único continente sin unos Juegos polideportivos». El español, miembro del Ejecutivo junto al irlandés Patrick Hickey, presidente de la Asociación de Comités Europeos, ha sido uno de los principales impulsores de este nuevo proyecto.
En 2005 Valencia cabalgaba a lomos de los grandes eventos. De hecho, el anuncio de la propuesta para los Juegos se produjo después de confirmarse la designación como sede para la 34 edición de la Copa América de vela. «Va a ser la lógica continuación de la oportundiad de 2007, que mantendrá a la Comunitat como una referencia deportiva internacional con proyección mundial», indicó Camps.
Inversión multimillonaria
La Generalitat se puso en marcha para acondicionar las tres provincias al evento. En principio el propio presidente anunció que 35 países participarían en los Juegos de 2010; más tarde se anunció que lo harían 48. El esfuerzo valía la pena. El Gobierno valenciano calculó que habría una inversión de 400 millones en instalaciones deportivas de las provincias de Valencia, Alicante y Castellón.
La Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunitat, empresa pública del Consell entonces presidida por Esteban González Pons, firmó por cerca seis millones de euros un convenio con Nóos para la preparación de la candidatura.
Asimismo, la Generalitat abonó al instituto presidido por Urdangarín 382.203 euros para que elaborara un informe sobre el impacto del evento. En total estaba previsto que la empresa organizadora se embolsara tres millones de euros el primer año. El sueño valenciano duró un trienio. En 2008, Madrid mostró interés en esos mismos Juegos Europeos y la propuesta pasó a mejor vida.
Aunque hace siete años de aquella propuesta, en los últimos meses la intención de Valencia de organizar aquellos Juegos Europeos ha vuelto a estar de actualidad al hilo de la investigación por el caso Nóos. A principios de mes el juez hizo declarar a Isabel Villalonga, secretaria de la Delegación del Gobierno de la Comunitat, para que aclarara el desembolso del Consell de los 382.203 euros para elaborar el informe de los Juegos. Villalonga defendió el pago de estas facturas. Además, negó que el gobierno valenciano pagara dos millones de euros a la empresa de Noos.
Que buenos chorizo ha producido siempre esta tierra ya sean del norte o en otras
más meridionales, quien lo ponga duda a la foto lo remito .
Unos juegos europeos en los que participen Israel, Turquía o Azerbaiyán no pueden ser juegos europeos. Serán juegos euroasiaticos, en todo caso.
No deja de ser paradójico que los I Juegos Europeos de la historia se celebren en una ciudad asiática.