El conocido hostelero salmantino residente en la playa de Gandia Ángel Campos tardará en recuperarse del brutal asalto que sufrió la noche del domingo. Dos encapuchados le dieron una paliza en el aparcamiento de su apartamento y uno de ellos le disparó con una pistola. La policía investiga si se trata de exempleados de la víctima. Afortunadamente, su vida no corre peligro.

Los hechos ocurrieron sobre las 00.30 horas. El empresario, de 52 años, acababa de estacionar su vehículo después de la jornada laboral en su restaurante cuando, a las puertas de su casa le estaban esperando dos hombres con la cara cubierta. Sabían perfectamente a lo que iban.

El hostelero llevaba un maletín con 8.400 euros que fue reclamado incesantemente por los ladrones. Era lo que había recaudado en varios días en su negocio.

Al obtener el rechazo de la víctima, quien comenzó a pedir auxilio, uno de los delincuentes le disparó con una pistola, lo que le ocasionó una herida de bala en el cuello. Pero los malhechores no tuvieron suficiente. Le propinaron una paliza dándole puñetazos y patadas en la cara y en el cuerpo. Las agresiones le dejaron el rostro ensangrentado, la nariz rota y numerosas magulladuras.

Los atracadores se marcharon y él acudió como pudo a la casa del portero, quien le asistió hasta la llegada de la ambulancia. Los vecinos no daban crédito a lo ocurrido. «Estaba en mi casa viendo la tele cuando de repente escuché que alguien gritaba socorro.
Después oí un tiro, con lo cual me temí lo peor», relató un residente, quien agregó que tras conocer lo ocurrido no había podido dormir en toda la noche. «Estamos con el miedo en el cuerpo».

Se da la circunstancia de que en el mismo momento de las agresiones, los agentes de la Policía Nacional estaban tratando de paralizar una pelea originada tras una discusión por el partido de fútbol en un bar cercano al lugar de los hechos. Esto motivó que, tras el aviso de los vecinos de que un hombre estaba pidiendo socorro en los apartamentos Sant Jordi, los efectivos acudieran de inmediato a la llamada, siendo relevados por una patrulla de la Policía Local.

Los policías, según indicaron varios testigos, salieron corriendo al encuentro de la víctima. No obstante, en su carrera se cruzaron con uno de los hombres encapuchados.

Este, al verlos, huyó por la Avenida de la Paz del Grau. Mientras se escapaba iba lanzando varios objetos: primero el pasamontañas, luego el maletín y, por último, la pistola, que la depositó en un jardín. Minutos después fue detenido por la Policía Nacional acusado de los delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de arma.

El ladrón tiene 28 años y es de nacionalidad rumana. Los efectivos tratan ahora de arrestar a su compañero y la investigación permanece abierta. El empresario se recupera de sus heridas en el hospital La Fe de Valencia.