Alrededor de las ocho de la tarde de ayer, un vecino de El Salobral (Albacete) realizaba varios disparos en la localidad, que según confirmaron fuentes de la Delegación de Gobierno de Castilla-La Mancha se saldaba con dos fallecidos y un herido leve.

Una de las víctimas era una niña de unos trece años de edad y otra un hombre de unos 40 años, un camionero vecino de la localidad, que se encontraba por la calle en el momento de los hechos y tuvo la mala suerte de encontrarse con el presunto asesino, tal y como lo relató el alcalde de El Salobral, Ángel Sánchez López.

Según ha informado la Subdelegación del Gobierno esta mañana, los hechos ocurrieron cuando el presunto autor, J.C.A.A. varón de 39 años, efectuó disparos con un arma de fuego corta contra la menor de edad que resultó fallecida. Posteriormente se dirigió a su domicilio, donde cogió un arma larga y volvió a salir a la calle donde disparó a A.D.S. varón de 40 años que resultó muerto y a J.G.A. de 46 años que resultó herido en un hombro y fue trasladado al hospital con pronóstico menos grave y fue dado de alta a las dos de la madrugada de hoy

El presunto autor se dio a la fuga tras efectuar los disparos. Posee diferentes licencias de armas de fuego y no constaba ningún informe negativo de tipo psicológico, ninguna orden de alejamiento ni antecedentes penales. Al parecer el presunto autor y la menor mantenían una relación sentimental consentida lo que provocó diferentes denuncias cruzadas con la familia de la chica.

Según lo explicó el alcalde de la localidad, el autor de los disparos sería conocido por los vecinos del pueblo como ‘El Fraguel’, que vivía con sus padres, de los que dijo que eran «buena gente».

También dijo que podría mantener una relación con la menor fallecida, Almudena, a la que se opondría la familia de la niña, por lo que le habían interpuesto denuncias.

Al parecer tras disparar a la menor, todo parece indicar que el presunto homicida habría disparado contra dos personas, una de ellas el camionero de unos 40 años llamado Agustín. Tras conocerse la noticia, se desplazaban a la localidad tres patrullas de seguridad ciudadana, que luego eran respaldadas con miembros de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, y dos patrullas del Seprona, para intentar atrapar al presunto homicida.

Alrededor de las nueve y media de la noche, también se desplazaba al lugar el Servicio de Intervención Rápida (SIR) de la Guardia Civil. Pasadas las 20.30 horas, llegaron a la gasolinera de la entrada a la localidad cuatro UVIs móviles del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), a cuyos equipos médicos dotaron de chalecos antibalas las patrullas de la Guardia Civil.

Y es que, ante el temor de posibles nuevas víctimas, y puesto que el presunto autor no estaba detenido, la Guardia Civil recomendaba a todos los vecinos de la pedanía que se encerraran en sus casas a la espera de que el hombre armado fuera detenido.

Los vecinos de la calle donde tuvieron lugar los hechos se concentraban en las puertas y balcones de sus domicilios y entre todos había un comentario generalizado «cómo ha podido hacer eso».

Nadie se explicaba lo ocurrido. Un vecino relataba a este diario que el presunto asesino era un «buen tirador» y tenía «muchas armas» y una vecina apuntaba que «ayer mismo estaba ahí arreglando ese coche rojo, tan normal, y hoy ha hecho esto».

Antibalas para los sanitarios

Poco antes de las nueve de la noche, cuatro UVIs Móviles del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, se concentraron en la gasolinera de entrada al municipio, donde otras patrullas de la Guardia Civil, controlaban la entrada y salida de vehículos de la localidad. Para que sus vidas corrieran el menor riesgo posible, los agentes repartieron chalecos antibalas a los miembros del personal sanitario.

Después la localidad quedaba cerrada y no se permitía la entrada de vehículos al municipio para evitar nuevas víctimas. Desde el primer momento, en la localidad se vivían los sucesos con gran expectación y numerosos vecinos, a pesar de las advertencias de la Guardia Civil, se concentraban en los balcones y ventanas próximas al lugar de los hechos.

Sin embargo, el rumor más extendido por el pueblo era que el homicida había huido en dirección a Aguas Nuevas.

La alcaldesa de Albacete, Carmen Bayod, explicaba a La Verdad que todo el equipo de Gobierno municipal había estado pendiente del suceso durante toda la tarde, pero que no quería hacer declaraciones hasta que no se aclarase lo sucedido. «No queremos hablar, ni creemos que debamos hablar de esto hasta que haya un desenlace, está todo muy confuso, es una desgracia muy grande».

Por su parte, el alcalde de la localidad, Ángel Sánchez López, pidió a sus vecinos que mantuvieran la serenidad y cumplieran las órdenes de la Guardia Civil.

El pedáneo apuntó que propondrá la declaración de una jornada de luto oficial, aunque la decisión final está en manos del Ayuntamiento de Albacete. El alcalde de El Salobral señaló que en el pueblo se está viviendo la noticia «con indignación, impotencia, rabia y pena, todo mezclado».