Desde hace meses tengo la oportunidad de asistir a “Poesía en el Parque”, un evento organizado por el profesor Eduardo Rada en el parque Kennedy, en el ilustre distrito limeño de Miraflores. Al aire libre, en el anfiteatro Chabuca Granda, frente a la Iglesia Matriz de la Virgen Milagrosa y la municipalidad, nos reunimos unos cuantos locos que osamos llamarnos poetas y recitamos como podemos, haciéndolo unos mejores que otros. Naturalmente yo no estoy en los mejores. Sea como fuere, un amigo que suele acudir a tal evento que cuenta ya con más de década y media en su haber, me preguntó, después de un pequeño debate que tuvimos acerca de la historia hispanoamericana en general, que cuáles eran para mí momentos claves en la historia de España. Así de fácil, así de difícil….

Le contesté como pude, y ahora pulo mi respuesta por escrito. Con todo, sí que para mí hay momentos claves que explican muchas cosas. Sé que a toro pasado resulta facilón cualquier análisis; no obstante, no lo hago con propósitos sabihondos, ni denigrando nuestra historia, justo lo contrario, admirando y recogiendo lo mejor que nos legó, que gracias a Dios fue mucho, y sabiendo, con Vázquez de Mella, que la tradición es un concepto dinámico.

Vayamos, pues, con los momentos claves:

1) La enemistad con Francia. Grosso modo, Castilla era aliada del país vecino, mientras que Aragón tenía arduas enemistades. Asimismo, desde el siglo XIII Aragón cuenta en su haber con importantes territorios itálicos, que Francia también anhela, entre otras cosas, como una gran base para organizar cruzadas. A Castilla ni le iba ni le venía el Mediterráneo, por la contra, su política era más atlántica, mucho más en connivencia con la de Portugal. Mas la unión de Fernando e Isabel, nuestros Reyes Católicos, hizo que, para mantener los dominios aragoneses, se tuviera que virar toda esa política para meternos de lleno en una política europea que culminaría con la Casa de Austria…

2) Las guerras de Flandes a las que España (Y en especial la Corona de Castilla) contribuyó motivada por la herencia imperial habsbúrgica. No digo que no hubiera que luchar por la unidad religiosa, por la Cristiandad rota por el luteranismo y compañía, de hecho, lucharon y muy bien los teólogos españoles de la Contrarreforma; ahora bien, nosotros ya lo habíamos conseguido, nos había costado mucho esfuerzo, mucha sangre, ¿por qué teníamos que empantanarnos en aquella empresa en concreto? Que no se confunda mi postura: En absoluto desmerezco el heroísmo de los Tercios, todo lo contrario. Más bien pienso que aquellos bravos y abnegados soldados podrían haber sido embarcados a otros destinos que nos hubieran interesado más (Como la íntegra recuperación de nuestra costa norteafricana) y deberían haber sido mejor pagados también. Enfrascarnos en las inhóspitas y bárbaras tierras centroeuropeas por algo que nosotros ya habíamos conseguido nos costó mucha sangre y mucho dinero, y encima, ningún agradecimiento; máxime cuando fue en tiempos de Felipe II que España cambió el rumbo de la historia de Europa al derrotar al imperialismo turco en Lepanto. Y sin embargo, aún colea la Leyenda Negra que traidores españoles, aunados a la envidia francesa e italiana y a los protestantes, nos endilgaron.

3) El plan del conde de Aranda a Carlos III para América, que consistía en enviar príncipes españoles para que fueran a los virreinatos y ya criados y educados allí, entendiendo la realidad de las Españas Americanas, ayudaran a una independencia pacífica, donde no hubiera habido una separación brusca y total, sino que por el contrario, se hubieran conservado los vínculos diplomáticos, económicos y militares. Hubiera sido nuestra “Commonwealth”. No soy muy simpatizante del mentado conde, pero lo cierto es que era un tipo tremendamente perspicaz, y que viendo el desarrollo y el “ejemplo” de los Estados Unidos, le presentó un plan clarividente al rey ilustrado. No se cumplió y luego vimos cómo se desarrolló la historia a entrambas orillas del Atlántico, y aún padecemos los efectos de los experimentos comandados por las oligarquías iluministas.

Y bueno, lo peor es que en nuestra historia moderna/contemporánea, cada vez que hemos tenido la oportunidad de remontar el vuelo, desde las cloacas estatales que parecen atadas y bien atadas desde el 1812. En el año 1975, España lo tenía todo para ser una potencia media, y de ahí aspirar, con una regeneración lógica, a volver a ser una gran nación respetada y honrada. Empezando porque en ese año pudo acabar con el nefasto terrorismo comunista…. Pero ya en el régimen franquista los peores vicios estaban incubados desde primera hora, porque el régimen mismo lo fomentó. Las oligarquías parasitarias que nos arruinan salieron de ahí, y pactaron con lo peor de la oposición de entonces, formándose a conciencia este grave desastre.

“La tesis prohibida” de Blas Piñar Pinedo apunta muy bien al respecto. Hemos tenido momentos históricos claves, yo apunto tres como el que no quiere la cosa, y me podrán llamar ocioso o especulador y lo acepto; pero el que olvida su pasado acaba estragando su futuro, y ése es nuestro problema, adobado del complejo de inferioridad. Estamos en unas horas muy bajas y ya va siendo hora de aprender de los errores para construir un futuro mejor y levantar la cabeza con orgullo, fijándonos en lo mejor de nuestra sangre y de nuestra historia. De nuestra fe, de nuestra razón y de nuestro trabajo depende….

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