Políticos y redes sociales
Todos nuestros representantes, bien se en el Congreso, como en las distintas autonomías, gozan, gracias a nuestros impuestos, del uso y disfrute de las tecnologías más avanzadas. Todos disponen de teléfonos de última generación, tabletas de iPad y líneas de ADSL gratuitas, para ellos, que les pagamos nosotros.
Es interesante comprobar cómo hacen uso de dichos juguetes a nuestros “representantes”. Los que lo hacen, por que la gran mayoría ni saben cómo encenderlos. Los que lo utilizan parece que lo hacen con el único objetivo de comunicar sus próximas apariciones en medios televisivos o tertulias radiofónicas. Dicen casi todos la misma cancioncilla: “Esta noche a las 22:30 estaré en el programa el tigre negro”. O por ejemplo; “en el congreso de las juventudes narcisistas de los populares de Palma”.
De estas frases no pasan, al parecer no saben o no quieren interactuar con las redes sociales, dado que ello les reportaría tener que contestar a cuestiones para las que no saben ni por dónde empezar fuera de las consignas del parido ese día.
Por otro lado tampoco leen los mensajes que miles de usuarios de las redes se molestan inútilmente de remitirles, menos aún de contestar dichas preguntas. Así que eso de participar en las redes y estar al tanto de lo que las personas pensamos o queremos saber sobre su gestión, les resbala.
¿Para qué , entonces les pagamos esos caprichos?. Ni saben, ni contestan, ni se hacen presentes en las redes por miedos a posibles “garrafadas” y sus consecuencias de cara a sus superiores. Estos que tanto dicen trabajar por el bien de los demás, no utilizan los medios que les hemos pagado, con el fin de estar cercanos a los que les hemos votado o les pagamos el sueldo y sus adendas.
Al renunciar al acceso a las redes, viven de espaldas a la realidad y al sentir de los ciudadanos, que a día de hoy las utilizamos constantemente como medio de opinión y comunicación. Estemos o no de acuerdo unos con otros, al menos intercambiamos pareceres y sentires. Y nos permite tener opinión y sobre todo debate sobre los acontecimientos que vivimos.
Los políticos, así como los periodistas con presencia en televisiones, solo hablan de si mismos, de sus intervenciones en tertulias, de sus fotos con fulano, de sus asistencias a congresos o mítines, pero jamás, y digo jamás, hacen una sola pregunta sobre la opinión o incidencia de una Ley o una decisión en el normal de los comunes, que aquí andamos enredando en las redes sociales. Si te diriges a ellos, tendrás la callada por respuesta. Y no verás nunca una sola línea que les vaya a someter a debate o crítica por parte de los participantes en el “foro” de los foros actuales.
Viven al margen, les resulta barato, cómodo y así no tendrán que preguntarse o cuestionarse nada. Conciencia plana, tal como su paso por la vida pública, que se limita a poner la mano, aprovechar los chollos de la ventaja que les da sus puestos, en cuanto a información privilegiada, y a seguir las consignas del patrón.
Así que eso que tanto cacarean de “Democracia participativa”, no son más que “palabros” bonitos para engatusar al iluso, seguir viviendo del cuento y del todo ajeno a crítica o participación en el foro de las redes.
Les haría un gran bien pulsar el sentir de muchos miles que tienen mucho que aportar, ideas de provecho y críticas constructivas. ¿Por qué tanto miedo?